La Segunda Venida de Cristo (Tema 29)
Apóstol Rony Chaves /
DETALLES FINALES
Por dirección del Espíritu Santo, puse ya ante los apreciados amigos lectores, 28 estudios bíblicos sobre la Segunda Venida de Cristo (temas escatológicos), para poner en sus corazones estudiosos de la Biblia, una serie de aspectos proféticos necesarios de conocer hoy por los ministros de Dios, por las familias y sobre todo, por el Cuerpo de Cristo.
Todavía hay muchísimo que decir sobre la Escatología Bíblica, esto es, la temática acerca de la consumación de los tiempos según las Escrituras.
Mas el Señor me ha pedido que cerremos estos estudios por ahora, quizás volvamos con otros temas de estos más adelante.
Creo que lo que hemos puesto en nuestra página de Facebook es suficiente para crear conciencia en el pueblo de Dios y en los amantes del estudio sobre los Tiempos del Fin, de que estamos viviendo tiempos peligrosos y de que los » principios de dolores » anunciados por Jesús y que nos indican que Su Venida está cercana, ya están dándose en nuestros días y en nuestra generación.
Mas no debería cerrar este tema tan interesante, sin mencionar algunos aspectos sobre lo que en el libro del Apocalipsis o Revelación, se conoce como la Gran Ramera, Babilonia la Grande, la Madre de todas las abominaciones de la tierra.
Dejaré con ustedes un estudio basado en la Biblia, que nos da una idea amplia de lo que es la esta súper estructura religiosa en la Palabra de Dios, conocida como Babilonia La Grande.
Este es un sistema o estructura de múltiples cultos o religiones llenos de idolatría, llenos de invocación a los demonios y a los muertos y a los diversos dioses que esas culturas y religiones han tenido a lo largo de los siglos.
Posteriormente les daré otro estudio más con respecto a lo que es Apocalipsis 17 y 18, hablando de la Super Iglesia Falsa ( la anti iglesia ) que en los últimos tiempos florecerá en el contexto de las naciones como una mixtura o mezcla de diversas religiones dirigida por alguno de los líderes más grandes de alguna de estas, que ya hoy están sobre la tierra y quien logrará unir a todos los grupos en un ecumenismo diabólico lleno de mentiras y basado en el supuesto respeto o tolerancia a cada una de las creencias o ceremonias de cada religión, aunque esto implique violentar totalmente los principios de la Palabra de Dios.
Esta súper estructura religiosa que agrupará a las religiones más fuertes y grandes del mundo, ya tiene su base en lo que se conoce como el Consejo Mundial de Iglesias, presente en el planeta.
Que Dios nos ayude para entender que este es el tiempo para buscar a Dios, no con religión, sino de todo el corazón, fundamentados en su bendita Palabra para adorarle al Gran Yo Soy, no religiosamente, si no como sólo Él lo merece; » en espíritu y en verdad». ¡Amén!
Apocalipsis 17:1-18
Condenación de la gran ramera
» Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas, con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.
Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos.
Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.
Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro.
Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos.
La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será.
Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo.
La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición.
Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia.
Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia.
Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.
Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas.
Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios.
Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra».
LA CAIDA DE BABILONIA
La Biblia tiene muchas referencias acerca de Babilonia. Este nombre aparece en el Génesis, está presente en la vida y la historia de Israel y aun en las últimas páginas del Nuevo Testamento.
Mucho se ha hablado acerca de Babilonia. Con este nombre se han señalado diversos movimientos religiosos como los únicos a quien compete el término; por eso es importante hoy la definición de lo que realmente ha sido, es y será Babilonia.
¿QUIÉN ES BABILONIA?
Apocalipsis 18 :1-24
Después de esto vi otro ángel que descendía del cielo con gran poder, y la tierra fue alumbrada con su gloria. Clamó con voz potente, diciendo:
«¡Ha caído, ha caído la gran Babilonia! Se ha convertido en habitación de demonios, en guarida de todo espíritu inmundo y en albergue de toda ave inmunda y aborrecible,porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación.Los reyes de la tierra han fornicado con ella y los mercaderes de la tierra se han enriquecido con el poder de sus lujos sensuales.»Y oí otra voz del cielo, que decía: «¡Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados ni recibáis parte de sus plagas!, porque sus pecados han llegado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus maldades. Dadle a ella tal como ella os ha dado y pagadle el doble según sus obras.En el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle el doble a ella. Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto, porque dice en su corazón: “Yo estoy sentada como una reina,no soy viuda y no veré llanto.”» Por lo cual, en un solo día vendrán sus plagas:muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego, porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.
Los reyes de la tierra que han fornicado con ella y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella cuando vean el humo de su incendio. Poniéndose lejos por el temor de su tormento, dirán: «¡Ay, ay de la gran ciudad, de Babilonia, la ciudad fuerte!, porque en una sola hora vino tu juicio.»Los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías: mercadería de oro y plata; de piedras preciosas y perlas; de lino fino, púrpura, seda y escarlata; de toda madera olorosa, todo objeto de marfil y todo objeto de madera preciosa; de cobre, hierro y mármol; canela y especias aromáticas; incienso, mirra y olíbano; vino y aceite; flor de harina y trigo; bestias y ovejas; caballos y carros; esclavos y almas de hombres. Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado y nunca más las hallarás.
Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pondrán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando, diciendo: «¡Ay, ay de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, púrpura y escarlata, y estaba adornada de oro, piedras preciosas y perlas!, porque en una sola hora han sido consumidas tantas riquezas.»
Todo piloto y todos los que viajan en naves, los marineros y todos los que trabajan en el mar, se pusieron lejos, y viendo el humo de su incendio dieron voces, diciendo: «¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad?» Y echaron polvo sobre sus cabezas y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: «¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas! ¡En una sola hora ha sido desolada!
Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros santos, apóstoles y profetas, porque Dios os ha hecho justicia en ella.»
Un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: «Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada. Voz de arpistas, músicos, flautistas y trompetistas no se oirá más de ti. Ni se hallará más en ti artífice de oficio alguno, ni ruido de molinos se oirá más en ti. Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y esposa se oirá más en ti, porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra y por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones.
En ella se halló la sangre de los profetas y de los santos y de todos los que han sido muertos en la tierra.»
El Apóstol Juan, en el libro de Apocalipsis en los capítulos 17 y 18, trata con mucha profundidad el concepto en mención y él define a Babilonia como la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra.
En el capítulo 17 el Apóstol llama a Babilonia como una gran ramera, con la que han fornicado los reyes de la tierra y aquella que ha provisto para la embriaguez de los moradores de la tierra a través de su fornicación espiritual.
Juan es llevado por el Espíritu al desierto y ve a Babilonia en su visión como una mujer que se sienta sobre una bestia llena de nombres de blasfemias y que posee siete cabezas y diez cuernos.
Babilonia o la mujer que Juan describe se viste de púrpura, escarlata y se adorna con oro, perlas y piedras preciosas.
Juan la mira con un cáliz de oro en su mano y está llena de abominación e inmundicia que son el resultado de su maldad.
Juan la ve con un nombre en su frente el cual es Babilonia la Grande y esta mujer se encuentra ebria por la sangre que ha derramado de santos y mártires de Jesús.
El asombro de Juan es impresionante, por ello el ángel de Dios le revela todo lo concerniente a este simbolismo misterioso y él le dice que la bestia sobre la cual está sentada la mujer representa un poder imperial, autoridad conferida por naciones políticas desarrolladas a un centro de control para someter a los moradores de la tierra en los últimos tiempos.
Pero también el ángel le revela a Juan que las siete cabezas que tiene la bestia simbolizan los imperios más grandes en la historia de la humanidad, que han sometido al mundo y dentro de ellos está el imperio del anticristo que surge dentro de lo que se conoce hoy como el Imperio Romano Revivido (Comunidad Económica Europea), que someterá antes de la Segunda Venida de Cristo a las naciones del mundo.
Se enfrentará a Cristo y se levantará con altivez contra Dios.
Desprendiéndose de la revelación del ángel a Juan, podemos concluir, según el verso 15 del capítulo 17, que la ramera, o sea Babilonia tiene su influencia (se sienta) sobre pueblos, muchedumbre, naciones y lenguas, y que ha participado a lo largo de los siglos con los diversos imperios de la tierra con su engaño y mentira, para dañar a los hombres.
Interesante es conocer que uno es un poder político y económico (la bestia), presidida por el anticristo, y la otra la gran ramera o Babilonia la Grande. Es un poder religioso mundial que será dirigido por el Falso Profeta, líder religioso contemporáneo.
Ambos sistemas al principio se relacionarán entre sí, pero luego se desatará una guerra entre ellos que dejará a la gran ramera desolada y desnuda.
Para nuestro estudio es importante recalcar que el Espíritu Santo nos enseña a través de Juan que Babilonia la Grande no es una religión específica, sino que es el sistema anti-Dios por siglos de siglos, desde los albores de la constitución del mundo y la historia del hombre, ha creado todo tipo de filosofías, creencias paganas, idolatrías y religiones o cultos antibíblicos para oponerse al plan divino y tratar de establecer el reino de Satanás sobre las naciones de la tierra.
Babilonia la Grande es entonces la madre de todas las religiones que atentan contra la Palabra de Dios. Es la fuente o gestora de las idolatrías y paganismos que han influenciado los imperios del mundo y por ende la historia de la humanidad.
Babilonia es el sistema de engaño y mentira dirigido por Satanás y utilizando hombres paganizados para infiltrarse en las culturas humanas y provocados por ellas el establecimiento de hábitos de conducta (religión, folklor, etc.) que la coloca en abierta rebelión a Dios y a Su Palabra.
Es importante anotar que todos los sistemas religiosos y tristemente algunos mal denominados “evangélicos”, están influenciados por los poderes babilónicos de Satanás.
El Apóstol Juan nos deja una profunda inquietud al cerrar el capítulo 17 cuando afirma que la ramera es también una gran ciudad que reina sobre reyes (autoridades políticas de la tierra).
Recordemos también que la Biblia usa el término ramera aun para Israel, denotando con ello toda nación o pueblo que abiertamente fue infiel a Dios y a Su Palabra.
La gran ramera es el intento de Satanás invadiendo la vida de los hombres para provocarlos a la rebelión y con ello conformar un pueblo que le rinda culto a él.
Es por esto que Juan nos describe en el capítulo 18 a la gran Babilonia como una guarida de demonios y una habitación de espíritus inmundos y la señala como albergue de toda ave inmunda y aborrecible, poderes que describen poderes espirituales malignos y también seres humanos cuyas mentes y espíritus, así como sus cuerpos, se han envilecido por su entrega total a Lucifer.
Babilonia y sus sistemas religiosos le han permitido a los, llamados por Juan, mercaderes de la tierra enriquecerse a través de sus idolatrías, comercios religiosos, etc.
Estos mercaderes no son simples comerciantes u hombres de negocios, sino que son fariseos modernos, líderes ciegos de religiones decadentes y paganas que han usado los anhelos de los humanos por encontrar un ser supremo y les han engañado con sus ídolos e idolatrías, llevándoles aun a la esclavitud económica y a la miseria con tal de que les acepten y compren sus ideas demoníacas acerca de sus dioses y personajes religiosos.
Gracias a Dios el Apóstol Juan recibe en su visión apocalíptica el juicio final de la gran ramera. La última copa derramada por el ángel de Dios en el capítulo 16, nos muestra un cataclismo universal que tiene una connotación espiritual y nos describe la debacle espiritual de todo sistema humano y satánico de autoridad, incluyendo, desde luego a la gran Babilonia.
Juan profetiza en el capítulo 18 al descender la gloria de Dios sobre la tierra, la caída de la gran Babilonia. Una vez más, Juan nos dice que Babilonia es una ciudad sin paralelo (capítulo 18:18- 19) ni semejanza alguna. Esta será derribada con ímpetu y nunca más se hallará.
Este concepto de una ciudad describe la estructura del reino de Satanás en su forma más compleja. Es entonces Babilonia la representación viva a través de la historia del hombre del complicado reino del diablo y de su estructurado gobierno.
Por ello, el juicio de Babilonia y su caída por el poder de Dios implica la destrucción de la estructura satánica de control e influencia sobre los hombres.
Es evidente en el final del capítulo 18 que la hechicería y el ocultismo han producido el engaño de Satanás sobre la tierra. La caída de Babilonia significa también la caída de la hechicería y la mentira provenientes del infierno.
Para efectos de la Guerra Espiritual o intercesión Profética que debe hacerse en estos tiempos finales, es necesario aprender a ser instrumentos de Dios, para hacer caer las fuerzas babilónicas establecidas en los aires de las naciones para que miles de almas sean salvadas.
¡Oremos por un Avivamiento en los próximos días! ¡Amén!