David Segura -periodista parlamentario/
La lucha contra el aborto debe ser una lucha diaria y constante, para evitar que esta práctica deshumana se legalice en nuestro país, tal como lo hemos venido haciendo personas afines a partidos políticos provida o incluso quienes sin bandera política creen en este derecho.
Creo que no podremos complacer al Tribunal Supremo de Elecciones que llama a que saquemos el tema de nuestra agenda porque estamos entrando en tiempo de campaña política, pues no se trata, al menos para Nueva República de una estrategia de campaña, como nuestros detractores y adversarios políticos han insinuado, sino se trata del sistema de creencias y valores sobre los que se sustenta nuestro Partido.
Desde el principio plantamos esta bandera de la defensa de la vida y la familia y no la vamos a cambiar por manipulaciones y discursos retorcidos que aseguran que lo hacemos para ganar votos, si realmente creen que se puede conquistar al electorado con este tipo de temas, pues les damos la oportunidad a quienes nos señalan con el dedo, que se ganen ellos los votos y que presionen para que no se firme la Norma Técnica del Técnica del Aborto: si otros se levantan y logran evitar esta injusticia, nuestro objetivo y compromiso con el pueblo, se habrá logrado.
El Tribunal Superno de Elecciones (TSE) es el pilar de nuestra democracia, una institución que se supone sea imparcial y que garantice que los procesos electorales se den en escenarios seguros, transparentes, con el goce de las plena libertades de conciencia y pensamiento, sin fraudes, ni timos en las mesas electorales, eso sí es menester del TSE.
En cambio, decidir la agenda política le corresponde a los partidos según sus prioridades y compromisos con el pueblo.
En definitiva, el presidente de la República y el PAC no se cansan de decir que el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo fueron promesas de campaña. Ellos eligieron sus temas, aunque ahora intenten dar vuelta y hacerse las víctimas.
