Róger Murillo / periodicomaranata.com
El presidente electo de Costa Rica, afirmó este martes 8 de mayo en su discurso durante el traspaso de poderes, que desea ser la mejor versión de sí mismo y que el gobierno del bicentenario que le tocará dirigir aspira sustentarse en el diálogo.
“Este país se construyó gracias a hombres y mujeres muy distintos, de costarricenses comprometidos y visionarios que decidieron libremente hacer la diferencia y empujaron la rueda de la historia en una dirección prudente, innovadora y de bien. Ellos, nuestros ancestros, fueron capaces de tomar decisiones excepcionales”, dijo Alvarado.
Habló de la educación y del hecho de que legisladores del pasado tomaron la excelente decisión de dedicar el 8 % del Producto Interno Bruto (PIB), a la educación pública. Mencionó el tema de los derechos humanos, haciendo referencia a Tomás Guardia quien quitó la pena de muerte.
Hizo hincapié en el Pacto de San José 1969 que se promulgó desde nuestra capital, al tiempo que se refirió a San José como una de las primeras capitales de América Latina en tener iluminación , concepto que unió a la creación del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y al hecho de que actualmente Costa Rica es líder en el campo de la generación limpia.
Momento en que ingresa el Pabellón Nacional.
Refiriéndose a la seguridad social, reconoció los acuerdos del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, Monseñor Sanabria y José Figueres, rememorando a la vez el hecho de la abolición del ejército en 1948 dirigido por este último.
Trajo a colación también la labor encomiable de Óscar Arias en el proceso de paz centroamericana, que lo llevó a recibir el Premio Nóbel de la Paz.
“Pero ese espíritu se adormiló, no basta con estar orgullosos de este país que construyeron nuestros antepasados, sabemos que tenemos desafíos importantes que no admiten postergación”, enfatizó el presidente.
E invitó a todos a trabajar en unión y a construir una historia grande, lo cual es urgente en este gobierno del bicentenario, afirmó.
“Tenemos un rol que jugar en el concierto de las naciones frente a los movimientos que ponen en riesgo las libertades fundamentales, y velar a la vez, por el respeto de todos los derechos humanos. Bajo el límpido azul de nuestro cielo cabemos todas las personas y por eso el gobierno del bicentenario es plural y nace de un acuerdo nacional que aspira sustentarse en el diálogo, en la construcción de entendimientos, en la buena voluntad de responder unidos a las justas aspiraciones, por eso trabajaremos en lo que nos une y no en lo que nos separa, indicó don Carlos Alvarado.
