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Cierran iglesia en Pérez Zeledón mientras grababan

Róger Murillo-periodicomaranata.com/

La iglesia Martillos de Guerra, ubicada en Pérez Zeledón, que dirige el pastor Víctor Palomo, fue clausurada el pasado lunes 30 de marzo, mientras realizaba una grabación en vivo, en virtud de que por motivos de la pandemia del COVID-19, no se permite ningún tipo de reunión.

Lo que ocurrió fue que una persona que pasó por el lugar escuchó la predicación y pensó que había culto, tomó una foto y la reportó al 911, eso hizo que una patrulla llegara en unos pocos minutos al lugar, con instrucciones de cerrar al templo.

De inmediato se le interrumpió al pastor, quien sorprendido detuvo la enseñanza, comunicando a su audiencia que debía concluir la predicación porque tenía la policía afuera.

 

Momento en que un oficial toma fotos a los sellos, que  ellos mismos pusieron al templo.

Víctor Palomo salió a atender al oficial, quien le dijo que venía con instrucciones de cerrar el templo, en virtud de que estaban en culto y que eso era contrario a la normativa de salud por el COVID-19.

El pastor le indicó al policía que no era un culto, que se trababa de una grabación y que pasara a comprobarlo. De hecho, las puertas del templo estaban cerradas.

Pero el oficial, se negó a ingresar y dijo que no tenía que realizar tal gestión, por cuanto él solo venía a cumplir con su deber, que era clausurar el templo.

Pastor Víctor Palomo.

En una entrevista con periodicomaranata.com, el pastor Víctor Palomo explicó, que no hubo forma de convencer a las autoridades de ingresar y más bien poco tiempo después,  llegó otra patrulla con refuerzos, como si se tratara de una situación peligrosa, con narcos o algo similar.

Palomo manifestó, que el policía puso los sellos respectivos y luego tomó unas fotos. Al consultársele para que eran las fotografías, ellos  dijeron que para el mismo reporte que se iba adjuntar al acta. Agregaron,  que el documento se redactaría luego, en su oficina.

Abogados de la iglesia, esa misma noche se trasladaron a la comisaría local para conocer el contenido del acta, pero cuando llegaron al lugar, se les indicó que no se les daría y que en adelante, debían entenderse con el Ministerio de Salud.

“Nos sorprende la prontitud con que llegó la policía ante una queja anónima al 911, me preocupa que un oficial se niegue a comprobar lo que estamos haciendo, sin querer ingresar al templo por más que se lo solicitamos. Es alarmante que una autoridad cierre un local en forma arbitraria, sin que el Ministerio de Salud se lo solicite y sin que haya queja de ruido siquiera, porque no teníamos ningún equipo de sonido trabajando, lo único era mi voz en la predicación. Pero además nos indigna, que hoy martes en un periódico digital local y en otros a nivel nacional, aparezcan las fotos que la policía tomó anoche, con una versión muy diferente de los hechos”, advirtió Víctor Palomo.

La supuesta aglomeración de personas, de las cuales ellos reportaron a la prensa, son 12 funcionarios de la iglesia local, que realizaban la grabación, 4 camarógrafos, 2 de sonido, 2 en monitoreo, 2 en producción, un jefe de piso y el predicador.

“Me asusta esta actitud tan poco tolerante de la policía, que se ampara en una supuesta decisión del Ministerio de Salud de que todos los templos deben de estar cerrados, sin que se nos permita hacer una grabación. Esto contradice lo que recientemente dijo el presidente de la República de que las iglesias podían seguir grabando sus predicaciones. Pero en el caso de que estuviéramos infringiendo la ley en algo, lo menos que uno esperaría de una autoridad, es que se nos den las indicaciones y advertencias para hacer los cambios pertinentes, no que en forma tan abrupta y radical se nos cierre el templo”, dijo nuestro entrevistado.

La clausura fue por un mes y ahora los representantes de la iglesia, están haciendo las gestiones con la Federación Alianza Evangélica (FAEC) a la cual pertenecen, para ver si les pueden ayudar.

 

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