Mel Gibson y Eduardo Verástegui, en la Cumbre Transatlántica de Hungría por una política de valores
Eduardo Verástegui presentó su película ‘Sonido de libertad’ en la IV Cumbre Transatlántica y luego dio entrada a Mel Gibson, para sorpresa y satisfacción de los asistentes.
ReL /
El jueves y viernes de esta semana se ha celebrado en Budapest, en la Academia Húngara de las Ciencias, la IV Cumbre Transatlántica de la Political Network for Values [PNfV, Red Política por los Valores], una plataforma de representantes públicos de todo el mundo que promueven y defienden activamente un decálogo de valores compartidos entre los que se incluyen la protección de la vida humana, el matrimonio, la familia y la libertad religiosa.
Las anteriores cumbres se celebraron en Nueva York (2014), Bruselas (2017) y Bogotá (2019).
El presidente de la PNfV es el candidato presidencial chileno José Antonio Kast (44% de votos en 2021 frente al comunista Gabriel Boric) y su presidente de honor el ex ministro del Interior español Jaime Mayor Oreja, e integra a políticos de Europa, Estados Unidos, Iberoamérica y África.
Al finalizar el encuentro, el actor, director y productor mexicano Eduardo Verástegui presentó Sonido de libertad, dirigida por Alejandro Monteverde y que co-protagoniza junto a Jim Caviezel y Mira Sorvino, una película en la que se denuncia el tráfico de niños para explotación sexual.
La PNfV ha fijado como un punto fundamental de su agenda para los próximos dos años luchar contra esta lacra.
Tras recibir una ovación de cinco minutos del público en pie al concluir su intervención, Verástegui sorprendió a los presentes pidiendo a Mel Gibson que entrase en la sala: «Esta película tiene la marca de Mel», dijo el actor mexicano. Gibson, que promociona en estas semanas otra película de sólidos principios como El milagro del padre Stu, que interpreta junto a Mark Wahlberg, también se dirigió a los casi trescientos congresistas, en un brillante colofón de esa jornada.
Tráiler oficial:
Gobiernos que defienden la familia y la vida
Uno de los puntos de coincidencia de los participantes en esta IV Cumbre Transatlántica es que cuando los gobiernos aplican políticas en defensa de la vida y de la familia el impacto social es inmediato y profundo.
Una conclusión que se ha hecho particularmente verdad en el país anfitrión, donde Viktor Orban ha logrado importantes éxitos en la recuperación de la natalidad y la nupcialidad.
En ese sentido, la viceministra húngara Eszter Vitályos explicó que una pieza fundamental de su gobierno son las políticas públicas para fortalecimiento de la familia y el crecimiento demográfico ayudando a superar los obstáculos económicos sin caer en el clientelismo: “Para nosotros la protección a la familia es clave, y los resultados muestran que vamos por el camino correcto”, subrayó.
En la misma línea, Luz Keila Gramajo, secretaria de Planificación y Programación de la Presidencia de Guatemala, expuso la amplia e innovadora Política Pública de Protección a la Vida y el Marco Institucional de la Familia que impulsa el presidente Alejandro Giammattei y que consta de 99 programas interconectados para proteger la familia y del derecho a la vida desde la concepción: «Es un deber moral del Estado. El derecho garantiza el poder y con el poder debemos garantizar los derechos de nuestro pueblo, a toda costa”, dijo.
Por su parte, Ángela Gandra, secretaria Nacional de Justicia de Brasil, presentó el paquete de políticas públicas que lleva a cabo el presidente Jair Bolsonaro y subrayó que todas parten de una propuesta antropológica clara que coloca en el centro la dignidad de la persona, libre y responsable. “La familia es la escuela por excelencia de la libertad, y proteger la familia es proteger la libertad”, apuntó.
También Erwin Ronquillo, secretario del Programa Ecuador Crece Sin Desnutrición señaló que el presidente Guillermo Lasso se comprometió a que, a diferencia de lo que acontecía con administraciones anteriores, cada madre y cada niño del Ecuador tenga una atención adecuada de su gobierno.
La identificación temprana de madres embarazadas asegura la entrega adecuada de los servicios desde el comienzo, y garantiza un embarazo, parto y crianza seguras.
El encuentro concluyó con «lo más importante, darle gracias a Dios«, proclamó Kast en la clausura, antes de pedir «una bendición de envío» al obispo que había oficiado misa en la mañana.
