Formación

Leña para el fuego (Entrega 13)

Apóstol Rony Chaves /

La riqueza honesta y verdadera de un rey viene por exaltar a Dios en su reinado 

Texto Bíblico en estudio:  2 Crónicas 9: 13-28 

El esplendor de Salomón

La cantidad de oro que Salomón recibía anualmente, llegaba a los veintidós mil kilos, sin contar los impuestos que pagaban los mercaderes y comerciantes.

También los reyes de Arabia y los gobernadores del país le llevaban oro y plata a Salomón.

El rey Salomón hizo doscientos escudos grandes de oro batido, en cada uno de los cuales se emplearon seis kilos y medio de oro.

Hizo además trescientos escudos más pequeños, también de oro batido, empleando en cada uno de ellos tres kilos de oro.

Estos escudos los puso el rey en el palacio llamado «Bosque del Líbano».

El rey hizo también un gran trono de marfil, recubierto de oro puro. El trono tenía seis peldaños, un estrado de oro, brazos a cada lado del asiento, dos leones de pie junto a los brazos y doce leones de pie sobre los seis peldaños, uno en cada extremo.

En ningún otro reino se había hecho algo semejante. Todas las copas del rey Salomón y toda la vajilla del palacio «Bosque del Líbano» eran de oro puro.

Nada estaba hecho de plata, pues en tiempos de Salomón la plata era poco apreciada. Cada tres años, la flota comercial del rey, que era tripulada por los oficiales de Hiram, regresaba de Tarsis trayendo oro, plata y marfil, monos y mandriles.

Tanto en riquezas como en sabiduría, el rey Salomón sobrepasó a los demás reyes de la tierra. Todos ellos procuraban visitarlo para oír la sabiduría que Dios le había dado y año tras año le llevaban regalos: artículos de plata y de oro, vestidos, armas y perfumes, y caballos y mulas.

Salomón tenía cuatro mil establos para sus caballos y sus carros de combate y doce mil caballos que mantenía en las caballerizas y también en su palacio en Jerusalén.

El rey Salomón extendió su dominio sobre todos los reyes, desde el río Éufrates hasta Filistea y la frontera de Egipto.

Hizo que en Jerusalén la plata fuera tan común y corriente como las piedras y el cedro tan abundante como las higueras de la llanura.

Sus caballos eran importados de Egipto y de todos los otros países.

I – MOTIVACIÓN 

Muchos gobernantes de la tierra ven su período de gobierno como la gran oportunidad de hacerse de riqueza, aunque muchas veces recurran a malas artes y artimañas políticas para hacerlo.

Mas Dios nos muestra un excelente camino hacia la prosperidad de una nación y de un estadista, este es, honrarlo y adorarlo a Él.

II – ADORACIÓN FUE LA LLAVE DE SU PROSPERIDAD 

-La vía que usó Salomón para hacer prosperar su reino y a su pueblo fue aprendida de su padre David, la adoración constante y continua de él y de todo Israel cada día.

 » La cantidad de oro que Salomón recibía anualmente llegaba a los veintidós mil kilos, sin contar los impuestos que pagaban los mercaderes y comerciantes. También los reyes de Arabia y los gobernadores del país le llevaban oro y plata a Salomón «.

(Versículos 13-14 )

III- EL GOBERNANTE MÁS RICO DE SU TIEMPO

-La prosperidad del rey Salomón fue proporcional al lugar y a la honra que él decidió darle a Dios mientras fue joven siguiendo las pisadas de su padre David.

– A mayor adoración y exaltación para Jehová de él y de sus súbditos, mayor fue la bendición que Dios le desató de todas partes y aun de reyes y potentados. 

» Nada estaba hecho de plata, pues en tiempos de Salomón la plata era poco apreciada. Cada tres años, la flota comercial del rey, que era tripulada por los oficiales de Hiram, regresaba de Tarsis trayendo oro, plata y marfil, monos y mandriles «. (Versículos 20-21).

IV – NINGUNO FUE ENGRANDECIDO COMO EL REY SALOMÓN 

-Su Adoración activó en su tiempo la bendición del Cielo. 

-Dios le honró por su devoción con sabiduría, paz y riquezas.

-Aún los reyes de la tierra deseaban venir a verle y contemplar su grandeza y oír de su sabiduría 

«Tanto en riquezas como en sabiduría, el rey Salomón sobrepasó a los demás reyes de la tierra. Todos ellos procuraban visitarlo para oír la sabiduría que Dios le había dado y año tras año le llevaban regalos: artículos de plata y de oro, vestidos, armas y perfumes, y caballos y mulas «.(Versículos 22-24 ).

-Su grandeza y expansión se la concedió Jehová por honrarle a Él. 

«El rey Salomón extendió su dominio sobre todos los reyes, desde el río Éufrates hasta Filistea y la frontera de Egipto. Hizo que en Jerusalén la plata fuera tan común y corriente como las piedras, y el cedro tan abundante como las higueras de la llanura. Sus caballos eran importados de Egipto y de todos los otros países «. (Versículos 26-28).

V – MORALEJA PARA TODOS 

Hay una prosperidad buena, sana y merecida para los buenos gobernantes; pero definitivamente esta realmente viene de su Adoración a Dios; la otra, posiblemente venga de aprovecharse de su pueblo .

Que Dios nos ayude a tener gobernantes que lo exalten a Él . ¡ Amén !

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