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Histórico fallo: Vaticano condena a cardenal por malversación de fondos

El Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano, ha condenado este sábado al Cardenal Angelo Becciu a cinco años y seis meses de prisión.

Fuentes: ACI / Infocatólica /

En un giro histórico de los acontecimientos en el corazón de la Iglesia Católica, el Tribunal de la Ciudad del Vaticano ha emitido una sentencia contundente contra diez individuos y cuatro empresas, en un caso marcado por la complejidad y la magnitud de los delitos financieros implicados.

Tras un prolongado proceso judicial de 86 audiencias, el Tribunal ha concluido su primera instancia centrada en una serie de hechos interconectados,  siendo el más notable  la compra de un edificio en 60 Sloane Avenue, Londres.

El centro de esta controversia financiera ha sido la malversación de una suma astronómica de 200.500.000 dólares estadounidenses, que en su momento representaba un tercio de los fondos disponibles de la Secretaría de Estado del Vaticano.

Estos fondos fueron desviados entre 2013 y 2014, bajo la autorización del entonces monseñor Giovanni Angelo Becciu, para la compra de acciones en “Athena Capital Commodities”, un fondo de cobertura vinculado a Raffaele Mincione. La inversión, de naturaleza altamente especulativa, colocó en riesgo el capital de la Iglesia sin posibilidad de supervisión adecuada.

El Tribunal ha encontrado culpables a monseñor Becciu y a Raffaele Mincione de malversación, destacando su papel directo en la negociación y transferencia ilícita de fondos. Adicionalmente, se han implicado a Fabrizio Tirabassi, empleado de la Oficina de Administración, y a Enrico Craso por su complicidad en estos actos.

Cardenal Angelo Becciu. 

En un giro posterior, parte de los fondos malversados fueron utilizados para adquirir el edificio de Sloane Avenue y otras inversiones inmobiliarias, llevando a Mincione a enfrentar también cargos por blanqueo de capitales.

Sin embargo, el Tribunal ha exonerado a Becciu, Craso y Tirabassi de otros cargos de malversación, al determinar que la Secretaría de Estado perdió el control sobre los fondos una vez invertidos en el fondo de cobertura.

En un caso relacionado, Enrico Craso fue hallado culpable de autoblanqueo, en relación con el manejo de más de un millón de euros, producto de un delito de cohecho cometido con Mincione.

Por otro lado, en los eventos de 2018-2019, donde la Secretaría de Estado recompró el edificio en cuestión mediante una operación financiera compleja, el Tribunal condenó a Torzi Gianluigi y Squillace Nicola por estafa agravada y extorsión, implicando también a Tirabassi en estos delitos.

En un desarrollo adicional, el Tribunal condenó a Monseñor Becciu y a Cecilia Marogna por malversación, en relación con el pago de más de 570.000 euros a una empresa vinculada a Marogna, bajo la falsa pretensión de usar esos fondos para ayudar a liberar a una monja secuestrada en África.

Finalmente, Becciu fue también hallado culpable de malversar fondos destinados a una cooperativa dirigida por su hermano, mientras que otros implicados fueron absueltos de cargos adicionales.

Las penas impuestas incluyen prisión, multas sustanciales y la inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos, reflejando la gravedad de los delitos y el impacto en la confianza pública hacia la institución eclesiástica. Además, se ha ordenado la compensación de más de 200 millones de euros a las partes afectadas, marcando así un capítulo sin precedentes en la historia de la justicia vaticana.

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