Formación

El rey Og en la Biblia

Se cree que el rey Og, era más grande que Goliat.

Dr. Carlos Araya Guillén / Articulista /

En la Biblia aparece Og, poderoso rey amorreo de Basán, famoso por la grandeza de su imperio que dominaba 60 ciudades, muchas de ellas protegidas con altas murallas.

También por la bravura de su invencible ejército y en especial, por su estatura (el último gigante refaíta) y su cama que medía  9 codos de largo (cuatro metros), por casi dos metros de ancho, según dice el libro de Deuteronomio 3:11. Era tan impresionante la cama, que fue exhibida en la ciudad amonita de Rabá.

Bajo las órdenes del Señor y la conducción de Moisés los israelitas derrotan a Og en la batalla de Egrei, aniquilan su ejército y matan a todos sin dejar a nadie con vida, (Deuteronomio 3:3)  ocupando las 60 ciudades, todas las de la región de Argob en los territorios de Basán y los campos que le rodeaban (Deuteronomio 32:33).

Las victorias israelitas sustentadas en la intervención divina, afirmaron la fe en un Dios guerrero, celoso que no olvida su promesa de llevar a su pueblo hasta Canaán, la tierra prometida.

Tanto es así, que cuando los amorreos huyendo de los israelitas bajan la cuesta de Bet-horón, el Señor soltó sobre ellos grandes piedras de granizo que mataron más amorreos que las espadas de los israelitas. (Josué 10:11).

El Señor peleaba a favor de Israel. (Josué 10:14)

Es más grande nuestro Dios, que cualquier gigante humano o espiritual. El rey Og, era inmenso.

Por eso, es un Dios vivo que actúa dentro de la historia, a diferencia del dios pagano de los amorreos Amurru, ídolo religioso de oro y plata con ojos (pero no veía) con boca (pero no hablaba) y con pies, pero no caminaba

La mano de Jehová siempre ha estado, está y estará en la vida humana. Desde la creación protege a la humanidad y hace brillar el Sol y la lluvia sobre malos y buenos,  sobre justos e injustos. (Mateo 5:45).

Es el Dios Padre que está en los cielos, que ama al mundo, que obra en nosotros y envió a su Hijo unigénito no para condenar el mundo, sino para que todo aquel que en él crea no se pierda, sino que tenga vida eterna. (Juan 3:16).

Dios sigue peleando fielmente en la actualidad, por su pueblo, por todos los que han creído en su Santa Palabra.

(Los comentarios, artículos de opinión, de testimonio o de formación espiritual, así como las informaciones que reproducimos de otros medios, sean noticias o debates, son propios de las personas que los escriben y no necesariamente representan el pensamiento de este medio).

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba