Vaticano: Nuevo documento condena la ideología de género y la gestación subrogada

FUENTE: GUIAME,  RELIGION NEWS / Foto: Andrew Medichini / AP /

En un comunicado difundido este lunes (08), el departamento del Vaticano encargado de orientar la doctrina católica, reafirmó la posición de la Iglesia contra el aborto, la subrogación, la teoría de género y cualquier intento de cambio de sexo.

«Desear la autodeterminación personal, tal como lo prescribe la teoría de género, además de esta verdad fundamental de que la vida humana es un don, equivale a una concesión a la antigua tentación de convertirse en Dios», afirma el documento.

Como se destaca en el texto, la teoría de género «pretende negar la mayor diferencia posible que existe entre los seres vivos: la diferencia sexual». El documento también destaca que «deben rechazarse todos los intentos de oscurecer la referencia a la ineliminable diferencia sexual entre hombre y mujer».

El pronunciamiento, titulado «Dignitas Infinita» (Dignidad Infinita, en traducción libre), ha estado en desarrollo en el Vaticano durante cinco años, pasando por varias revisiones e interaciones antes de ser finalmente aprobado por la Congregación para la Doctrina de la Fe y el Papa Francisco, cuyo apoyo le confiere el peso de doctrina oficial.

Dignidad ‘inalienable e intrínseca’

El título del documento se inspiró en un discurso pronunciado por el Papa Juan Pablo II ante un grupo de personas con discapacidad en Alemania en 1980.

El documento en sí fue firmado por Francisco en el 19º aniversario de la muerte de Juan Pablo II, el 2 de abril.

Después de una extensa explicación de cómo entiende la Iglesia lo que llama la dignidad «inalienable e intrínseca» de cada ser humano, que según afirma ha existido desde el comienzo de la existencia humana y no puede ser quitada, el documento analiza brevemente cuestiones que desafían la dignidad humana. 

La declaración enfatiza que la cirugía de reasignación de sexo, también conocida como cirugía de afirmación de género, «corre el riesgo de amenazar la dignidad única que una persona ha recibido desde el momento de la concepción».

También dice que la Iglesia «se opone a la práctica de la maternidad subrogada», cuando una mujer lleva un hijo para otra persona, «mediante la cual el niño inmensamente valioso se convierte en un mero objeto».

Los niños «tienen derecho a tener un origen plenamente humano (y no inducido artificialmente)», afirma el documento, añadiendo que «el deseo legítimo de tener un hijo no puede transformarse en un ‘derecho a un hijo’ que no respete la dignidad de ese niño como destinatario del don de la vida».

Oposición al aborto

El documento también reiteró la oposición de la Iglesia al aborto y la eutanasia, al tiempo que destacó la importancia de proteger la dignidad inherente de las personas que viven con discapacidades, los ancianos y los marginados de la sociedad, especialmente los pobres.

También condenó las guerras y las políticas que privan a las personas de su dignidad humana.

Según Religion News, las posiciones expresadas en la declaración reflejan las convicciones de larga data de la Iglesia, que el Papa Francisco ha reiterado con frecuencia.

Francisco denunció la teoría de género como «una forma de colonización ideológica» que busca eliminar diferencias fundamentales entre los seres humanos, criticando sus conceptos como propaganda occidental.

Subrogación

Además, el Papa ha condenado la práctica de la maternidad subrogada como «despreciable» y perjudicial para las mujeres, especialmente las que viven en la pobreza, y los representantes del Vaticano ante las Naciones Unidas han abogado por una prohibición mundial de esta práctica.

El 4 de abril, Francisco se reunió con algunos de los firmantes de la Declaración de Casablanca, un documento firmado en marzo de 2023 por más de 100 abogados, médicos, psicólogos, sociólogos, filósofos y otros expertos de 75 países, que piden la abolición de la práctica de subrogación.

Bendición de las parejas del mismo sexo

En cuanto a las personas LGBTQ, Francisco demostró aceptación de la práctica homosexual, dando la bienvenida a las personas trans al Vaticano y apoyando a los activistas católicos que trabajan por la inclusión.

El cardenal Víctor Manuel Fernández, recientemente nombrado por Francisco para dirigir la Congregación para la Doctrina de la Fe, llamó la atención en diciembre al aprobar la «Fiducia Supplicans», un documento que autoriza la bendición de parejas del mismo sexo y otras parejas en situaciones consideradas «irregular». Además, aclaró que las personas transgénero pueden ser bautizadas y actuar como padrinos.

Durante la rueda de prensa de presentación del documento sobre la dignidad humana el pasado 8 de abril, Fernández aclaró que la bendición de las parejas del mismo sexo «no pretende justificar nada».

Ante la reacción tras el documento sobre las bendiciones para los homosexuales, el representante de la doctrina de Francisco sintió la necesidad de defenderlo.

Afirmó que el Papa no tiene intención de promover cambios doctrinales o alterar oficialmente dogmas, subrayando que, en este contexto, «el hecho de que el Papa haya sido pontífice durante 11 años no tendrá significado alguno».

Fernández enfatizó que el documento sobre dignidad humana debe entenderse en su totalidad, teniendo en cuenta tanto su enérgica condena a la violencia contra las mujeres como su postura en temas como el aborto y la gestación subrogada.

También destacó la oposición a las leyes anti-LGBTQ y la discriminación, además de sus reflexiones sobre la teoría de género y las cirugías de cambio de sexo.

Explicó que la Iglesia no adopta esta postura porque sea «chauvinista o anticuada», respondiendo a las preguntas de los periodistas. «Estamos tratando de ser coherentes con la dignidad del ser humano, independientemente de las circunstancias», añadió Fernández.

Dijo que los niños nacidos mediante gestación subrogada son iguales en dignidad a cualquier otra persona y subrayó el apoyo de la Iglesia a la despenalización de la homosexualidad.

El cardenal enfatizó que puede haber opiniones divergentes sobre la aplicación de los documentos doctrinales y afirmó que Francisco ofrece un camino alternativo para los católicos que no ven «una minoría seleccionada que acepta todo lo que dice la Iglesia».

Explicó que la doctrina sigue siendo la misma, pero la comprensión de la Iglesia evoluciona, citando ejemplos como la esclavitud y la pena de muerte, cuestiones que la institución primero aceptó y luego condenó.

«Siempre es posible profundizar para comprender mejor este pozo inagotable que es el evangelio», afirmó Fernández, «y aun nos queda mucho por descubrir que todavía no entendemos».

La nueva declaración generó críticas de los católicos LGBTQ.