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Un voto razonado

Fernando Berrocal /Abogado y periodista //

En mi columna anteriordije que votaría por Fabricio Alvarado el próximo domingo. Voy a razonar mi voto y a contestar algunos comentarios:

1.-  En mi círculo íntimo familiar hemos alcanzado, mediante el diálogo y el amor, esenciales coincidencias entre católicos y evangélicos. Todos somos creyentes en un Ser Superior, pero respetamos nuestros puntos de vista y construimos sobre lo que nos une espiritualmente y no sobre lo que nos separa por un culto religioso. Como ciudadanos, tenemos una visión libre pensadora en que no existen criterios homofóbicos, ni machistas, ni discriminatorios hacia ninguna minoría y enfrentamos la vida y el mundo con serenidad y paz.

Es desde esa perspectiva familiar que vamos a votar por Fabricio Alvarado.

2.-  Este país lleva 20 años y cinco gobiernos de no hacer las cosas como se deben hacer y de no implementar las reformas que se necesitan. Sin disculpar en absoluto a los anteriores, este gobierno del PAC es el peor de todos y no solo en el ámbito económico y social. Lo más censurable es la distancia abismal y crítica, entre el cambio ético y político que se prometió y el grave retroceso que ha habido, especialmente en el tema de la corrupción y en la manipulación de los hechos y de la verdad, desde la misma Casa Presidencial. Este gobierno ha hecho de la mentira y el engaño, al más alto nivel, un arma cotidiana de acción política. Mi voto es por el cambio y para no seguir en más de lo mismo.

3.- Es cierto que hay loquitos fundamentalistas en el lado de Fabricio Alvarado. Pero no es mucha la distancia que los separa de otros fundamentalistas laicos en los grupos LGTBI y en sectores no democráticos del FA que apoyan al PAC. Además, y lo digo con pena y sinceridad de periodista, me molesta ética y profesionalmente la manipulación de un medio escrito que todavía cree, en la época de la revolución informática, que puede nombrar y quitar presidentes de la República, exacerbando junto a los loquitos de ambos lados, un debate religioso falso y artificial que no representa los valores más profundos del ser costarricense. Mi voto es también una protesta contra esa manipulación.

4.-  No conozco personalmente a Fabricio Alvarado, pero por su actitud y su palabra en los debates, en el diálogo duro de la controversia pública, me he convencido que es un hombre sincero, transparente, inteligente y de buenas intenciones. Sencillamente no han podido contra él y ha salido bien librado y triunfante, sin sacrificar sus creencias personales. Pero la razón principal de mi voto por Fabricio Alvarado, es a favor de un gobierno de manos limpias, sin corrupción ni impunidad y en que todos podamos vivir, trabajar y progresar, sin ninguna discriminación inaceptable e improcedente, en un país libre y democrático, dentro de un Estado Social de Derecho. Este país debe dejar atrás la política de las mentiras, los engaños y las manipulaciones. Se debe gobernar con la verdad.  Por sus convicciones, Fabricio Alvarado le puede dar desde la Casa Presidencial eso al país y solo eso es muchísimo. Lo demás es solucionable si hay liderazgo, buena fe, propuestas serias y capacidad de negociación, como la tiene el equipo de gobierno que ha ido aglutinando Fabricio Alvarado.

5.-  Finalmente una razón de pura gobernabilidad. Fabricio Alvarado está en mucho mejores condiciones que el candidato del PAC, de lograr una mayoría en la Asamblea Legislativa, sumando los votos de Restauración Nacional dirigidos por Carlos Avendaño, que ya fue Diputado y tiene experiencia, con los del PLN, el PUSC y el PIN. Hace muchos años que no hay consenso de unos 40 Diputados en el primer Poder de la República. Me parece, objetivamente, que Mario Redondo desde el Ministerio de la Presidencia, por su reciente experiencia en la Asamblea Legislativa, es la persona para sumar y desbloquear la parálisis legislativa de los últimos gobiernos. Si seguimos en esta parálisis de ingobernabilidad, el país no va para ningún lado y nos hundiríamos en más de lo mismo. Un gobierno de Restauración Nacional puede sumar a otras fuerzas políticas y generar respaldos necesarios, en sectores de la sociedad civil y en la prensa, para hacer un gobierno de consenso y unidad nacional en Costa Rica.

Mi voto por Fabricio Alvarado es por la esperanza y por ese cambio necesario.

 

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