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Paramilitares no paran de secuestrar ciudadanos en pleno día

Daniel Ortega continúa haciendo caso omiso al llamado internacional de parar la persecución y las desapariciones de civiles en Nicaragua. En las últimas horas, se han conocido varios casos de personas que fueron secuestradas por paramilitares, que operan a plena luz del día y acompañados de la Policía.

Uno de esos casos fue el secuestro del mayor en retiro del Ejército de Nicaragua, Tomás Ramón Maldonado Pérez, denunciaron sus familiares en el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y también puesto en conocimiento a un representante de la CIDH.

El secuestro del cual fue objeto Maldonado este jueves, a eso de la 1:00 p.m., fue perpetrado por paramilitares que se movilizaban en vehículos con placas de Carazo. Los encapuchados armados llegaron a la casa de un familiar de este en Managua.

Julia Balvina Gutiérrez, esposa de Maldonado, de 63 años, destacó que este fue secretario político departamental en Carazo y diputado suplente al Parlamento Centroamericano (Parlacen) por el Frente Sandinista. Pero ahora estaba retirado de la política y se había dedicado a la religión, como pastor evangélico a cargo de una iglesia en Diriamba.

Según su familia, está enfermo y su salud desmejoró tras el constante acoso e intimidación contra su familia.

“Lo vinculaban a que él apoyaba la protesta y que andaba allí dirigiendo, pero es una cosa totalmente falsa. Sí es cierto que él iba a las barricadas, pero él iba a orar por los muchachos e iba a decirles que se pusieran en manos del Señor, que solo el Señor los podía sacar de esto”, dijo Gutiérrez.

La denunciante indicó que la persecución que sufrían aumentó después que fueron levantados los tranques en Carazo, debido a que su hijo Joao Maldonado “andaba apoyando las marchas de autoconvocados (…) y a raíz de eso nos vinieron hostigando fuertemente nuestra casa”, al extremo que se vieron obligados a abandonarla.

La casa fue manchada con pintas tales como “plomo”, “terrorista asesino”. Y a esto siguieron las amenazas en las que les decían que les llegarían a quemar la vivienda por “traidor”.

La esposa de Maldonado denunció que la noche del jueves, después que se lo llevaron los paramilitares en Managua, también incursionaron a su casa en Jinotepe, donde botaron las puertas y la saquearon.

 “Nosotros lo que queremos es que así como se lo llevaron vivo, así lo regresen, la salud de él está un poco delicada por la diabetes”, reveló Gutiérrez, tras resaltar que ellos conocían de personas que tenían interés en hacerle daño a su cónyuge. “Incluso personas que sabemos, familiares, que están como paramilitares también hostigaban, y nosotros responsabilizamos a esas personas de todo lo que le pueda ocurrir… y a este sistema que no tolera que otros piensen diferente”, acotó.

Este caso “grafica de manera elocuente la continuación de toda una operación de persecución ilimitada” tanto de la Policía como por paramilitares, aseguró el bogado del Cenidh, Gonzalo Carrión. Esto demuestra que aún no hay normalidad, como Ortega pretende vender al mundo.

El Cenidh ha recibido denuncias de capturas de familias enteras que han sido sacadas de sus casas, señaló Carrión, quien considera que en este caso es para llegar hasta el hijo de Maldonado.

Otros hechos

Uno de los últimos secuestros reportados a través de las redes sociales fue el de Ivonne Morales, estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua). No se sabe nada de su paradero desde el mediodía del jueves, luego que asistiera y bailara en el plantón que se desarrolló en la entrada de la Universidad Centroamericana (UCA), para demandar al Gobierno que no retuviera los fondos estatales del 6 por ciento a la universidad jesuita.

La información que se conoce es que supuestamente sujetos encapuchados la subieron a una camioneta.

Además en horas de la tarde del viernes, en las redes se denunció que encapuchados llegaron a Galerías Santo Domingo a requisar vehículos y se llevaron con rumbo desconocido a dos jóvenes, que fueron trasladados en una

Asimismo, durante esta semana también hubo secuestros en la ciudad natal del general Augusto C. Sandino, Niquinohomo, una de las víctimas fue René García Duarte, de 54 años, quien fue sacado de su casa por encapuchados la mañana de este jueves. Mientras Olesia Muñoz con sus dos hermanos fueron capturados el pasado 31 de julio.

Cerca de las 7:00 a.m. García hacía el café en su casa, mientras su hija Dayremi García estaba en su cuarto, y su esposa con su hijo menor compraban el pan. De repente, Dayremi escuchó que le dijeron a su progenitor: “No te impongás hijueputa”. Y cuando llegó a la sala de su vivienda vio a su padre tirado bocabajo contra el piso, y al grupo de encapuchados y armados, a quienes les rogó que no les hicieran daño.

Uno de los hombres, a quienes describe que usaban ropa estilo camufle y encapuchados, la amenazó con el arma en la cabeza, y posteriormente, empezó a revisar su cuarto en el que encontraron una bandera azul y blanco. “El hombre me la tira en los pies y me dice ‘sí, estos hijueputas son del azul y blanco’”, contó Dayremi, mientras lloraba y suplicaba porque no se llevaran a su padre.

Una mujer, a quien identificó que vestía con un pantalón similar a los que usan los oficiales de la Policía Nacional, le dijo que se calmara, que no le harían nada.

Pese a las súplicas de Dayremi, los encapuchados se llevaron a su padre sin explicar el motivo de su captura. Su hija explicó que García Duarte no tuvo vinculación con tranques, y mucho menos ha cometido algún delito. Lo único que hizo su padre, al igual que miles de nicaragüenses, fue participar en las protestas azul y blanco.

“Nosotros no hemos cometido ningún delito. Somos nicaragüenses y andamos en la misma situación que queremos la paz de Nicaragua, y justicia sobre todo”, expresó la joven de 18 años.

En el caso de Olesia Muñoz, se conoce que ella participó en las marchas cívicas que se realizaron en el municipio y en los tranques, estos últimos, fueron duramente atacados por grupos paramilitares junto con la Policía Nacional el 15 de julio.

Constatado por la CIDH

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informó el jueves que hasta el 19 de julio, el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni) “constató y documentó en terreno la intensificación de la represión y los operativos desplegados por agentes de la Policía Nacional y grupos parapoliciales en el contexto de la llamada ‘operación por la paz’, acción que habría cumplido con el objetivo de desmantelar los tranques ubicados en diferentes ciudades del país”.

 

 

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