Monsanto, condenado en EE UU por no advertir de que su herbicida podía ser cancerígeno
Antonio Laborde / Washington / El País/
La mal reputada Monsanto, recibió un golpe duro este viernes tras perder el primer juicio por herbicida de glifosato en Estados Unidos. Un jurado de San Francisco ordenó al gigante agroindustrial pagar casi 290 millones de dólares en daños a Dewayne Johnson por no advertir de que el glifosato que contenía su herbicida era cancerígeno. Johnson desarrolló un linfoma no Hodgkin incurable que, según él, apareció tras utilizar los productos de la compañía en los terrenos escolares de la ciudad de Benicia, en California, razón por la que demandó a la multinacional.
El juez encontró que la compañía actuó con «malicia» y que su herbicida Roundup, y su versión profesional RagenrPro, contribuyó «sustancialmente» a la enfermedad terminal de Johnson. La respuesta de la compañía, casi inmediata, fue que apelará el veredicto. «La decisión de hoy no cambia el hecho de que más de 800 estudios y revisiones científicas, y conclusiones de la Agencia de Protección Ambiental de EE UU, los Institutos Nacionales de Salud de los EE UU y las autoridades reguladoras de todo el mundo, respaldan el hecho de que el glifosato no causa cáncer, y no causa el cáncer del Sr. Johnson», sostuvo Scott Partridge, vicepresidente de Monsanto.
Johnson, de 46 años, sufre de un linfoma incurable no hodgkiniano, que atribuye al hecho de haber rociado los terrenos de la escuela para la que trabajaba entre 2012 y 2014 con RoundUp y RangerPro. El caso se basó en las conclusiones del Centro Internacional de Investigación del Cáncer, un organismo de la OMS, que desde 2015 catalogó al glifosato como «probablemente cancerígeno».
Es la primera vez que Monsanto, adquirido por la alemana Bayer en junio por 66.000 millones de dólares (53.373 millones de euros), se encuentra sobre el banquillo de los acusados por los potenciales efectos cancerígenos de estos productos que contienen glifosato, una controvertida sustancia. Los expertos coinciden que el veredicto puede abrir la puerta a centenares de nuevas demandas. El mayor productor de semillas transgénicas padece de una mala reputación y es una de las compañías más controvertidas en el universo corporativo global. No parece estar cerca de alejarse de esa fama.