Formación

Lo que nunca deberíamos hacer en tiempos de crisis

Apóstol Róny Chaves /

“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.” ( 2da. Corintios 9: 6-11)

LA TENDENCIA DE MUCHOS

Una de las mayores presiones que sufren hoy los ministros y las congregaciones en Costa Rica y en las naciones, es la presión económica.

Ante tal presión, la gente toma diversas decisiones con respecto al uso de sus finanzas; decisiones que según nos reportan los pastores no han sido positivas en un alto porcentaje para el avance económico de sus iglesias, de las familias y de los Ministerios. Lamentablemente, son miles de miles, los hijos de Dios que no deciden correctamente en las crisis que enfrentan, y sobre todo, en el campo financiero.

Las decisiones tomadas no son las mejores, y por lo tanto, son erráticas y sólo provocan descensos sustanciales de sus recursos económicos.

En este campo específico, debemos actuar con apego absoluto y total a las Sagradas Escrituras y a sus principios de administración y de crecimiento financiero.

Recordemos que la Biblia es un Manual extraordinario de prosperidad y de desarrollo económico para personas individuales, para familias, para congregaciones e inclusive para ciudades y naciones también.

Este tema lo estoy incluyendo en un libro como éste, porque lo considero vital para la salud económica de personas, líderes e iglesias. Vital en el sentido de que muchos ministros de Dios están viviendo situaciones muy críticas por el descenso del contenido financiero de sus ofrendas, diezmos y ayudas misioneras o de construcción.

Esto definitivamente está trayendo un golpe impresionante a muchos Ministerios para seguir trabajando para el Señor.

El presupuesto mensual ya no está siendo alcanzado para pagos de local (sea propio o alquilado), agua, luz eléctrica, salarios del personal administrativo y ministerial, mantenimiento, proyectos misioneros y evangelísticos, y otras cosas más. Personalmente creo yo que, en este campo específico, ministros y pueblo de Dios en general debemos estar en una constante y diaria Renovación Espiritual.

Considero oportuno en este espacio, anotar para mis lectores, aquellas cosas que nunca deberíamos hacer en ningún tiempo, menos en los tiempos de crisis. Ignorar la práctica de tales cosas constantemente sumirá en problemas a cualquier persona, familia, Mmnistro o congregación.

Si quieres mantener siempre la bendición y prosperidad de Dios en todo tiempo, época y circunstancias, esto es lo que nunca deberías hacer:

1- PERDER LA GENEROSIDAD

Proverbios 11:25

“El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado”.

La Generosidad es un valor o rasgo de la personalidad caracterizado por ayudar a los demás de una manera honesta y sin esperar recibir algo a cambio, ésta nunca debería perderse.

La generosidad está ligada a la solidaridad y es contraria a la codicia, a la tacañería y a la avaricia; en tiempos de crisis esta actitud que es a la vez un gran valor y una excelente cualidad en las personas, no debe mermar, por el contrario, debería aumentar para ayudar a quienes necesiten nuestro apoyo y nuevas fuerzas.

En los tiempos más difíciles del ser humano y de sus familias, la Generosidad de algunos viene a ser un gran alivio para ellos.

La generosidad es un concepto que proviene del término latín “generositas” que se refiere en forma específica a la inclinación o actitud de dar y compartir por encima del interés propio o de algún tipo de utilidad.

Dios es claro en las Escrituras cuando Él nos afirma que dar generosamente nos hace bienaventurados.

Bajo ningún punto de vista, menos en tiempo de crisis, podemos dejar de ser generosos.

¡GENEROSIDAD ES UNA LLAVE QUE ACTIVA LA BENDICIÓN DEL ALTÍSIMO DIOS PARA NOSOTROS Y NUESTRAS FAMILIAS! ¡AMÉN!

2- NO DIEZMAR

Malaquías 3:10-12

“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos”

El profeta Malaquías, en su libro del mismo nombre, nos da una cátedra sobre por qué debemos darle a Dios “nuestros diezmos y nuestras ofrendas” con la mejor actitud y con el mayor apego a los principios de honra y respeto para Él.

Mas también el siervo de Dios nos dice mucho con respecto a nuestros beneficios por hacerlo bien, con gozo, con honra y puntualmente.

Malaquías afirma que, si nosotros le obedecemos al Dios Altísimo y le traemos con alegría nuestros diezmos y ofrendas, los cielos se nos abrirán, activándose para nosotros y nuestras familias las bendiciones del Señor en todos

los planos, y específicamente en el área financiera. Y aún tenemos más, cuando desarrollamos la cultura del ofrendar y diezmar a Dios constantemente, Él mismo se encargará de reprender y alejar de nosotros al devorador de nuestra economía.

Cuando diezmamos y ofrendamos, podemos ver claramente a Dios honrar Su Palabra al darnos lo que necesitamos económicamente en sobreabundancia.

Mas el problema se nos viene encima si retenemos la mano y no diezmamos ni ofrendamos en las crisis por temor a la escasez y al no llegar a tener lo que ocupamos. Esta es la gran trampa de satanás para los hijos de Dios; el hacernos caer en temor y en la desconfianza sobre el Poder de Dios, a tal grado que dejemos de honrarlo como Él merece.

Si satanás logra su objetivo y nos hace retener nuestros diezmos y ofrendas por temor a la crisis, mañana, cuando realmente necesitemos la ayuda financiera del Cielo, ésta no vendrá, porque nosotros mismos desactivamos la llave de las bendiciones al no dar para Dios y para Su Obra.

¡EN TIEMPO DE CRISIS NUNCA DEBERÍAMOS DEJAR DE DIEZMAR, ESTO SERÍA PONER SOGA A NUESTRO PROPIO CUELLO!

3- NO SEMBRAR LA SEMILLA

2 Corintios 9:6-7

“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”.

Una de las mayores tendencias y tentaciones de la gente de Dios en tiempos de crisis es no ofrendar, no dar con liberalidad; esto es, “no sembrar la semilla”.

Debo reiterarles a mis queridos lectores que Dios es un Dios de principios de acción, y para activar sus bendiciones, Él requiere que Su Pueblo actúe en función de Sus principios revelados en Las Sagradas Escrituras.

Si nosotros actuamos conforme a Su Palabra, Dios moverá Su Mano y cumplirá Sus promesas; si no ponemos por obra Sus palabras, entonces, Dios cerrará Su Mano y no nos dará Sus bendiciones. Así de simple y práctico debe ser el caminar de fe del cristiano.

Si caemos en la sutil provocación de satanás de no ser dadivosos porque en nuestro entorno la gente no tiene o le escasean sus finanzas, perderemos el extraordinario beneficio de ser la gente que Dios tiene en el mundo para demostrar que siguiéndole a Él y practicando sus normas y principios de fe, siempre tendremos lo que necesitamos y mucho más en todo tiempo, aun cuando el mundo esté viviendo su crisis más seria en asuntos políticos, económicos y sociales.

¡LA GARANTÍA PARA LA COSECHA ES SEMBRAR LA SEMILLA! ¡LA GARANTÍA PARA UNA COSECHA ABUNDANTE ES EL SEMBRAR LA SEMILLA ABUNDANTEMENTE!

¡AMÉN!

4- DEJAR PASAR LAS OPORTUNIDADES SIN REACCIONAR

2 Corintios 6:2

“Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación”.

Escribí en este mismo libro un capítulo dedicado a las crisis. Este capítulo lo titulé “Las Crisis: Tierra de oportunidades”.

Y es que cuando estudias la Palabra desde la perspectiva de un israelita, encontrarás que para ellos las crisis no son sinónimo de fracaso o destrucción, sino que más bien, las crisis le brindarán al Pueblo de Dios un gran cúmulo de oportunidades para crecer, para innovar y para crear y hasta para progresar.

Crisis para un judío normal es sinónimo de nuevas y grandes oportunidades del Señor para iniciar nuevos emprendimientos o negocios novedosos, serios y muy productivos e interesantes. Por lo tanto, en ese pueblo de fe, las crisis sólo traen nuevas y mayores expectativas de lo que Dios quiere y puede hacer para los que pueden confiar en Él.

En las crisis siempre aparecerán nuevas oportunidades del Eterno que no puedes dejar pasar por temor a las circunstancias económicas o sociales imperantes.

Dejar pasar las oportunidades que el Espíritu prepara para nosotros, puede ser fatal, pues estas pueden ser las plataformas de bendición para nosotros y de nuestras familias y naciones que estábamos esperando por años.

Muchas congregaciones y Ministerios están teniendo múltiples problemas económicos que les están limitando y frustrando su Visión y el alcanzar o levantar los proyectos de crecimiento y de expansión que han tenido programados.

Un Milagro de Dios nos debe ocurrir para abrir nuestros ojos ampliamente ante las nuevas posibilidades que el Altísimo tiene preparadas para nosotros en la época actual; no podemos seguir permitiéndole al Pueblo de Dios fallar en asumir los desafíos que debe asumir para poder acceder a las poderosas oportunidades que el Eterno le está entregando para bendecirle.

¡NO PODEMOS DEJAR PASAR MÁS LAS OPORTUNIDADES QUE DIOS NOS DA PARA PROMOVERNOS Y PARA LLEVARNOS A UNA PROSPERIDAD INUSUAL SIN REACCIONAR COMO DEBEMOS PARA TOMARLAS Y

HACERLAS NUESTRAS!

¡IGLESIA, ESTE ES EL DÍA DE TU OPORTUNIDAD, ¡LEVÁNTATE Y APRÓPIATE DE ELLA!

5- ENDEUDARSE INNECESARIAMENTE

Romanos 13:8

“No debáis á nadie nada, sino amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, cumplió la ley”.

A lo largo de mis muchos años en el ministerio, he observado que las deudas innecesarias en las que incurre la gente de Dios, terminan ahogándolos y hasta destruyéndoles económicamente.

La administración de los recursos que Dios nos da debe hacerse bien, debe servirnos para honrarlo a Él con nuestros diezmos y ofrendas, cubrir el presupuesto familiar e invertir en el Reino de Dios con generosidad.

Los recursos financieros que Dios nos provee siempre serán suficientes para lo que necesitamos tener, pero la administración incorrecta puede bloquear o limitar las posibilidades de aquellos a quienes Dios les da Su provisión, inclusive cuando lo que les da sea muy abundante.

Considero vital que en las iglesias los pastores enseñen bien y tan constantemente como puedan sobre la sana, la correcta y la bíblica manera de administrar las finanzas que el Altísimo nos da.

Si queremos ver a la gente de Dios caminar libre y próspera en la vida y por ende, traer consigo la bendición y prosperidad a la Casa del Señor, debemos atrevernos como Pastores a enseñar lo que dice la Biblia sobre la libertad financiera y sobre las diversas estrategias y principios para doblegar a las deudas.

¡PASTORES DEBEMOS SACAR A NUESTRA GENTE DE SUS DEUDAS!

¡PASTORES Y PUEBLO DE DIOS, DEBEMOS REINVENTARNOS CADA DÍA EN EL CAMPO FINANCIERO PARA ACABAR CON LAS DEUDAS E IR EN POS DE LA PROSPERIDAD DE DIOS!

6- ALABAR Y ADORAR A DIOS

Salmos 34

“Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca. En Jehová se gloriará mi alma; lo oirán los mansos, y se alegrarán. Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre. Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores. Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende. Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en él. Temed a Jehová, vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen. Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien”.

No existe ningún motivo o circunstancia que deba y pueda quitar de nuestra boca la Alabanza y la Adoración a Jehová.

Alabanza es la Vía o Avenida que te lleva a tu destino profético en Dios. La Adoración constante activa la visitación y la bendición del Señor.

Una de las corrientes teológicas apóstatas del presente, trata de influir negativamente en los creyentes para que ya no oren, para que ya no adoren ni alaben al Señor.Los efectos son tan tristes y negativos hoy en congregaciones y ministros que se dejaron atrapar por estas mentiras y engaños doctrinales.

En este campo; ALABANZA Y ADORACIÓN, también necesitamos una profunda REINVENCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO si queremos ver cambios sustanciales y positivos en la Visión y Expansión de la Iglesia.

LO QUE DEBEMOS HACER EN TODO TIEMPO

Después de conocer en detalle, las cosas que nosotros ni nadie debería dejar de hacer en tiempos de crisis; veamos en forma resumida las cosas que SÍ deberíamos hacer constantemente; es decir, en todo tiempo:

1- Ser generosos

2- Diezmar fielmente al Señor para Su Casa

3- Sembrar la “semilla económica “abundantemente y en todo tiempo, en la buena tierra en la que Dios me indique sembrar.

4- Aprovechar todas las buenas oportunidades que Dios me conceda para dar para el avance de la Obra de Dios, para bendecir a otros y para ofrendar como un inversionista visionario y gozoso para los diversos proyectos del Reino en los que sea invitado a colaborar financieramente.

5- No asumir deudas innecesarias que puedan limitar mi capacidad financiera para dar a Dios y a Su Obra en todo tiempo.

6- Mantenerse en una alabanza continua, dando gracias a Dios por todo y en todo. Mantener una actitud constante de adorador y darle al Señor en todo tiempo la mejor exaltación posible.

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