Hoy se volvió a lucir el periódico La Nación
Rigoberto Vega Alvarado/
Evangelista IINDEF
Como ya sabemos, los medios de comunicación tienen una gran influencia en el modo de actuar y pensar de las personas, algunos confían en ellos ciegamente pues los consideran una fuente confiable y objetiva al momento de entregar información. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando estos faltan a la ética?
De hecho a la prensa se le conoce como “El cuarto poder”, que es el término usado para referirse a la influencia que tienen los medios de comunicación sobre las personas.
Y es que uno de los elementos que utilizan los medios es la desinformación, que consiste en privarnos de ciertos aspectos como datos, argumentos, noticias o información, para hacernos ver solo los elementos que responden a la ideología e intereses de los dueños, que a la postre son personas que tienen su propio pensamiento , gustos y preferencias políticas, algunas de las cuales están ligadas al poder económico, por lo que no tendrán reparos en utilizar la maquinaria informativa a su favor, aun cuando tengan que usar la herramienta de la desinformación, cargada por supuesto de subjetividad.
¿Es posible la objetividad informativa?
La sociedad entonces delega en el profesional de la información, el superar todos aquellos obstáculos que impiden a la ciudadanía un acceso directo a ciertos acontecimientos, para así proceder a transmitir a la opinión pública una información con la mayor fidelidad y “objetividad” posible. Pero pareciera que eso, solo es en la teoría.
Y es que la comunicación social tiene la responsabilidad de ser objetiva. Para el comunicador, la ética consiste en la elección de una verdad y ser consecuente con ella.
Este profesional debe tener como base la moral más desinteresada, un amor inquebrantable a la verdad, una pasión heroica a la justicia y una devoción ilimitada al bien común. Por lo menos eso se supone.
Entonces para que un medio informativo sea un verdadero vocero de la opinión pública y no de intereses propios, ni de unos pocos, debe gozar de independencia total y absoluta objetividad.
Pero el periódico La Nación, de Costa Rica, ha faltado a todo eso en esta campaña política y hoy domingo 18 de marzo, una vez más se vuelve a lucir con un reportaje POLÍTICO, que de político NO TIENE NADA, sino mas bien continúa con el BULLYING PERIODÍSTICO .
Este medio sigue faltando a la ÉTICA periodística y para eso, recurre a métodos poco morales para apoyar a su candidato de turno, un partido plagado de corrupción . «VIVA EL PAC «, fue lo único que les faltó incluir en el reportaje de hoy domingo.