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Harán casting para coro de 100 voces

Róger Murillo / periodicomaranata.com

Con motivo de la celebración de los 500 años de la Reforma, en el mes de octubre, la Federación Alianza Evangélica Costarricense (FAEC) por medio de la Comisión de Proyectos Especiales, realizará un casting para reclutar gente que ayude a formar un coro de 100 voces.

Según indicó el presidente de dicha comisión, don Guyon Massey, la idea es que las personas con algún talento para este tipo de servicio, llamen para una cita a los teléfonos 6039-0032  y  6330-3575.

“La inscripción es abierta y gratuita, no necesariamente la persona tiene que tener experiencia en algún coro, si califica, luego se le ayudará un poco en el tema del canto”, aseveró Massey.

Dijo además, que el proyecto es que este coro cante el tradicional himno de Martín Lutero, “Castillo Fuerte es nuestro Dios” y lo haga en centros comerciales y quizá en algún mall, donde se den permisos para tal efecto.

Conociendo sobre este himno

Martín Lutero, el líder de la Reforma  Protestante, escribió la letra y la música del famoso himno “Castillo Fuerte es Nuestro Dios”, que se constituyó en el himno lema de la Reforma.

Lutero era músico desde la cuna.  Siendo niño tenía una voz esplendorosa para cantar. Su entretenimiento favorito era tomar su laúd (instrumento de cuerda) todos los días, después de haber comido y apartarse por media hora para tocar y cantar.

Mientras él estaba estudiando en una escuela del Monasterio Franciscano siendo muy joven, muchas veces usó su magnífica voz para cantar frente a las ventanas de los ricos de aquella época con el fin de obtener limosnas y poder dárselas a los pobres. Lutero exclamaba: “A quien no le guste la música, nunca podrá ser mi amigo.”

Él dijo que la música era un “don  de Dios  y esto podía hacer huir a Satanás y hacer que el hombre olvidara todo enojo”. Su deseo era componer himnos para que el mensaje de Dios fuese propagado por medio del canto. El deseaba que todos sus compatriotas tuviesen himnos y leyesen la Biblia en su propia lengua. Al leer la Biblia oirían la voz de Dios y al cantar himnos, ellos hablarían con Dios.

Antes de Martín Lutero, la música era usada solamente por los sacerdotes de las iglesias o coros selectos en latín. Pero el gran Reformador introdujo al mundo, la himnología congregacional.

El primer himnario evangélico o protestante fue publicado en Wittenberg, Alemania, en 1524. Este libro tenía tan solo ocho himnos, cuatro de ellos escritos por Martín Lutero.

 

 

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