Doug Eccles: “Las campañas evangelísticas no están obsoletas”

Redacción y fotos: Adina Hernández / periodicomaranata.com/
Doug Eccles es un evangelista norteamericano que dirige el ministerio Holy Ghost Celebration Ministries, quien estuvo de paso en Costa Rica la semana pasada, predicando algunas campañas evangelísticas en varias iglesias del país afiliadas a Pacific Real District.
El fin de semana efectuó una cruzada de tres días coordinada por la Iglesia Pentecostal Ministerios Unidos Trono de Gloria, ubicada en San Antonio del Tejar de Alajuela, la cual es pastoreada por Manuel y Damaris Chinchilla.
Doug y Laurie, su esposa, tienen un llamado al evangelismo desde 1990 y a lo largo de estos años han realizado cruzadas en aproximadamente 30 países del mundo, sumando cerca del millón de personas que han ganado para el Señor y estableciendo nuevas iglesias, las cuales dejan a cargo de pastores locales.
A continuación, el extracto de una entrevista hecha por periodicomaranata.com, con la ayuda en la traducción de Vilma Castro.
¿Como resumiría su testimonio?
Nací con el paladar seco, un agujero en la parte superior de mi boca y a mi labio superior le faltaba una parte. Los médicos dieron un terrible diagnóstico, además de esto que le estoy contando, le dijeron a mis padres que no podría oír a menos que utilizara un aparato especial y que no iba a hablar hasta años después cuando recibiera una terapia particular del lenguaje, ellos se negaron a aceptar aquel dictamen médico.
A los 17 años fui a un campamento de verano, mas que por su contenido, porque sabía que irían unas lindas chicas, pero ahí Dios tocó mi corazón y le entregué mi vida a él. Después me sanó y me llamó al ministerio y desde entonces predico el evangelio con una visión de proyección social en forma paralela.
Doug Eccles, acompañado del pastor Manuel Garro.
¿Cuál es el motivo de su visita a Costa Rica?
Ya he venido a predicar otras veces, en estga ocasión me invitó el pastor Manuel Garro. La idea era realizar unas pequeñas cruzadas, porque para mi es lo mismo predicarles a 200 personas que a 2.000.
Pero además de presentar el evangelio al aire libre y en algunas congregaciones, estuvimos visitando algunas cárceles, eso también lo disfruto mucho.
¿Algunos piensan que las campañas evangelísticas están obsoletas. ¿Usted qué opina?
Seguramente para ellos ya no sirven, pero mientras la Escritura diga que hay que predicar el evangelio, podemos usar este método todavía. Si funciona y Dios lo respalda, lo seguiremos usando.
Los evangelistas en América Latina pareciera que están desapareciendo, en alguna manera la situación económica ha hecho que opten por el pastoreo. ¿ Ocurre igual en los Estados Unidos ?
Si, en muchos países ocurre el mismo fenómeno. No hay conciencia en el sostenimiento de ellos, pero eso no quiere decir que no existan, ni que Dios ya no haga llamamientos de este tipo. En los Estados Unidos pasa algo similar.
¿ Usted cree que el evangelista debe ser un ministerio de señales ?
No es un requisito, pero en la práctica es lo ideal. Uno debe clamar a Dios para que las señales lo sigan. El tema de la sanidad en una campaña evangelística es clave, es la manifestación del poder de Dios. Todos queremos ser sanados y el Señor usa esta forma como una estrategia para traer gente para su Reino.
¿ Qué papel tienen los ministerios latinos en los Estados Unidos actualmente ?
Los latinos llegaron a dar un gran aporte porque tienen una manera particular de ministrar el poder de Dios. Muchas iglesias allá han crecido mucho. Pero también el Señor ha levantado ministerios norteamericanos con gran poder y en algunos casos han fusionado las visiones de latinos y estadounidenses, dando un excelente resultado.
¿Cuál es su apreciación sobre el florecimiento de tanta mega iglesia en América Latina?
Es impresionante lo que Dios ha hecho en el Continente, son una bendición enorme. El tema aquí es como pastorear tanta gente y el otro elemento es que se pierde bastante la comunión entre sus miembros al ser tan grande la congregación.
El pastor Hilario Chacón, quien reside en EE. UU. estuvo en la cruzada.