Nacionales

Universidad Católica presentó excelentes ponencias sobre norma técnica del aborto

Róger Murillo/periodicomaranata.com / Fotos: Adina Hernández /

La Universidad Católica de Costa Rica (UCAT) ofreció el pasado martes 26 de febrero en el auditorio de dicha institución, tres excelentes ponencias sobre el tema de la norma técnica del aborto.

Las mismas fueron impartidas por el Dr. Alejandro Leal Esquivel, especialista en genética humana, el Dr. Manrique Jiménez Meza, exmagistrado suplente de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica y la Dra. Sadie Morgan Asch, presidenta de la Asociación de Médicos por la Vida.

Al concluir tales exposiciones, el doctor Fernando Felipe Sánchez, rector de este centro educativo, hizo un pequeño resumen de lo más relevante de las ponencias.

También se contó con la participación de Monseñor Mario Enrique Quirós, Obispo de Cartago y Gran Canciller de la UCAT, quién abrió en forma oficial la actividad con una oración.

Dr. Alejandro Leal Esquivel, especialista en genética humana.

La norma no es de origen médico

Para el doctor Alejandro Leal, la información que han suministrado los medios de comunicación sobre el tema de la norma que pretende firmar el presidente de la República, no es completa, ni profunda, por lo que se hace necesario revisar la historia y el contexto en el cual se da.

“Costa Rica -comenzando por la Constitución Política- ha sido un país tradicionalmente a favor de la vida  y aun en la Asamblea Legislativa cuando se ha querido pasar el tema del aborto, no se ha logrado, por eso fue que los grupos abortistas se dieron cuenta que había que buscar otras alternativas” enfatizó el doctor Leal.

Don Alejandro explicó a la audiencia, que la norma se dio después de que dos mujeres hace varios años, solicitaron el aborto y como la respuesta técnica de los médicos fue que no procedía por cuanto ninguna de las vidas de ellas estaba en peligro, elevaron la causa a la Sala Constitucional, que tampoco les dio el aval. Entonces ellas decidieron recurrir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), instancia que recomendó al Estado costarricense que debía legalizar el aborto en caso de violación, incesto, o mal formación fetal y despenalizar cualquier otra razón.

El doctor Leal expresó que el país decidió entrar en una negociación con las querellantes indemnizándolas, pero las mujeres argumentaron que para no continuar con la demanda, se incluyera una forma de interpretación del artículo 121 del Código Penal, algo que el gobierno de turno aceptó.

“Es necesario aclarar que la norma no es una recomendación de los  médicos, no es ese su origen, estos profesionales siempre han sabido que hacer cuando están al frente de un aborto en crisis, ellos no ocupan una norma para tratar a una mujer en caso de peligro, tampoco para cuidar la vida del bebé.  Si se descubre que la mujer tiene un cáncer, se va a tratar de salvarla y en algunos casos de adelantar el parto. El médico velará por la vida de ambos hasta donde sea posible. Son dos pacientes distintos desde el punto de vista genético. Estamos hablando de un nuevo ser humano, no es un óvulo fecundado como dicen algunos, es un cigoto que tiene un programa propio, que posee  características particulares. La madre y el bebé tienen derecho a vivir (de acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico), la criatura está dentro de la madre que es la que le da el sustento y el oxígeno para que sea viable, pero el bebé no es parte del cuerpo de la mujer, solo estará dentro de ella por unos meses. Así que el médico intentará salvar a los dos y siempre lo han hecho así, sin necesidad de una norma”, enfatizó este profesional.

Leal indicó que el país está viviendo un momento histórico muy relevante donde se quiere manipular el Código Penal, el cual no habla en su artículo 121 de aborto terapéutico, sino de impune y en el fondo lo que se desea es abrir el tema del aborto en forma libre, vía decreto, en virtud de que la Asamblea Legislativa ha dicho que no.

Dijo que, en aquellos casos específicos en que el embarazo puede complicar la salud de la mujer, los profesionales médicos la atienden con todo esmero, pero si como consecuencia estuviese el embrión con problemas, se aplicaría el principio ético del doble efecto, que consiste en que cuando se hace algo buscando un bien, se puede producir simultáneamente también un mal, pero el bien que se estaba buscando justifica la acción. Por ejemplo, en caso de peligro de ambas vidas y hay que optar por salvar alguna, se intentará salvaguardar la vida de la madre, aunque se pierda la del bebé, lo cual es una consecuencia indeseable, pero necesaria.

“Nuestro país no necesita una norma, lo que requerimos es una guía de embarazo integral para casos de crisis, dando ayuda médica en forma integral, procurando siempre proteger ambas vidas, pero que no se nos intente manipular en términos de salud. No debemos permitir una legislación que mancille el don de la vida”, acotó este científico.

Dr. Manrique Jiménez Meza, exmagistrado suplente de la Corte Suprema de Justicia.

“Si se aprueba la norma, impondré una acción de inconstitucionalidad”

Por su parte el doctor Manrique Jiménez, quien aclaró que la norma sobre el artículo 121 del Código Penal todavía está en borrador, comenzó explicando la importancia de la reserva de ley como principio básico del estado de derecho y luego aclaró que, aunque de acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico hay distintos grados de lo que significa un reglamento, la Ley General de Administración Pública la define como un decreto con alcance normativo y como tal puede tener vicios de nulidad.

Señaló que esta norma respecto al aborto es un reglamento que es ejecutivo y que debe ser firmado por el presidente y el ministro respectivo.

Según su opinión, en este tema se refleja un problema práctico por lo que dice el artículo 19  de la Ley de Administración Pública, que afirma que el régimen jurídico de derechos fundamentales se rige por el principio de reserva de ley, o sea nunca puede ser sustituida una ley por un reglamento y un acto o conducta administrativa por un rango inferior a la ley para regular una materia que está relacionada con los derechos fundamentales; “y que más derechos fundamentales que el derecho a la vida, incluso a la salud”, explicó este jurista.

Y agregó “de la lectura de este borrador que no se si llegará a publicarse, tenemos un conjunto de disposiciones eminentemente técnicas, que le dicen a los profesionales en ciencias médicas, como aplicar de manera científica la actividad del aborto impune. Entonces estamos frente a una disposición técnica, pero el problema es que este borrador reglamentario va más allá de algo estrictamente técnico, por lo que se entra en problemas complementarios en relación a los derechos humanos. Voy a darles un ejemplo, aquí se intenta regular la objeción de conciencia, donde un médico en un hospital o en una clínica privada, lo pueden obligar a realizar un aborto, quizá porque está en riesgo  la mujer y  él dice ‘yo no voy a hacerlo porque va en contra de mi conciencia’, en tal situación este doctor puede estar en conflictos por cuanto ya hay un reglamento que afirma que él como profesional debe hacerlo, o sea entramos en materia penal, aquí está un caso de objeción de conciencia”, explicó.

Don Manrique dijo que esta norma está llena de conceptos jurídicos indeterminados, donde por ejemplo, se habla de una comisión de tres médicos ad hoc, encargada de revisar el aborto terapéutico, pero si la persona tuviera problemas siquiátricos agregan al grupo un profesional en este campo ¿pero si son cuatro, quien desempata?, ¿quién tiene el voto de calificación?, se preguntó este abogado.

“Yo me comprometo que, si este reglamento pasa, voy a presentar una acción de inconstitucionalidad por intereses colectivos y que sea la Sala Constitucional la que decida si una disposición de este tipo en un proceso de legalización de nuestro sistema, es viable en nuestro Estado constitucional de derecho”, afirmó el doctor Jiménez.

Dra. Sadie Morgan Asch, presidenta de la Asociación de Médicos por la Vida.

“No se puede reglamentar un delito”

 Según la doctora Sadie Morgan Asch, con una sola frase se podría decir todo respecto a esta norma terapéutica “no se puede reglamentar un delito”.

Así comenzó esta profesional médica su alocución, aclarando de antemano que en Costa Rica el aborto es ilegal, aunque algunos digan lo contrario.

“Es relevante destacar varios aspectos. En primer lugar, que cuando se menciona el aborto, se está hablando de matar al ser humano. En segunda instancia hay que insistir, en que esta norma proviene de una perspectiva social no médica, como ya se dijo aquí. Nosotros como profesionales médicos sabemos lo que tenemos que hacer en cada caso, defendiendo el binomio madre e hijo. Esto no es un discurso, es una realidad práctica”, dijo la doctora Morgan.

Ella enfatizó que la norma se origina por las denuncias de las dos mujeres ya mencionadas, a quienes se les dio diagnósticos reservados y eso fue un fuerte impacto emocional para ellas.

 Pero agregó que además de esa dura noticia para ambas respecto a sus  embarazos en crisis, hay que agregar que se les dio un mal acompañamiento, aconsejándoles realizarse sendos abortos, sin que los asesores les aclararan la realidad de ese tipo de procesos.

“En las edades que tenían cada uno de esos bebés, el aborto equivale a los conceptos de dilatación  evacuación y eso no es otra cosa que sacar la criatura en pedazos,  algo que a ellas no les explicaron», dijo la doctora.

Insistió, en que la norma en discusión dice que debe existir un criterio técnico en cada situación, pero en el caso de estas mujeres que dieron origen a la resolución de la CIDH, ellas si tuvieron el criterio técnico, el cual fue que el aborto no debía realizarse porque sus casos no calificaban para tales fines.

De lo que se desprende que, con norma o sin ella, el criterio técnico siempre ha existido en cada caso, por lo cual esta acción que se quiere impone es innecesaria, según expresó esta panelista.

Otro aspecto interesante que la señora Morgan expuso, es  que el gremio médico como tal, posee un derecho especial que no lo tienen otros profesionales.

“La medicina tiene un derecho natural, nosotros como médicos estamos autorizados a hacer daño cuando estamos buscando un bien mayor. Por ejemplo, en un cuadro de apendicitis podemos hacer una incisión en la piel y luego sacar el órgano dañado, pero aunque afectar la piel es un daño, lo hacemos buscando resolver una situación superior que es el problema de apéndice, donde el beneficio sobrepasa el riesgo”, acotó.

Agregando que;  “esa es una condición muy interesante, porque el médico tiene el conocimiento, la expertise, los valores éticos y morales, para decir si o no. Todo eso lo hacemos con el apoyo de las juntas médicas que existen en todos los hospitales para casos delicados, las cuales pueden estar formadas desde tres o más médicos, hasta una participación inter hospitalaria, según sea lo complejo de la situación”.

La doctora Morgan también recordó, que la norma menciona componentes biológicos, sicológicos y sociales, algunos de los cuales son muy discutibles.

Dijo que dentro de las razones sociales por ejemplo, está el hecho de que una mujer bajo estado de embarazo argumente que ve obstaculizada su carrera profesional, que se queje de tener una precaria situación económica, la incapacidad de mantener otro hijo, el tener problemas con su pareja y otros puntos más.

Según esta doctora, los argumentos en el campo de la salud, son muchos, pero con la propuesta de esta norma no se necesita aprobar el aborto eugenésico, que es el realizado en el caso de sospecha o certeza de una enfermedad seria del niño.  

Este es el caso donde se suele realizar el aborto, argumentando que no es recomendable que viva el bebé, por diversas razones o marcadas deficiencias físicas.

“Este tipo de aborto está siendo muy usado en los países donde se ha aprobado el aborto legal o el terapéutico, de hecho en España un 95% de los bebés a los que se les diagnostica un Síndrome de Down, son eliminados. Y en Estados Unidos se están haciendo abortos porque un niño viene con labio leporino (hendidura en el labio), esto no es una falacia, no es un invento, es una realidad, la gente se vuelve inhumana en este tema,  por cuanto  los países que ya aprobaron el aborto han deshumanizado a la persona que está por nacer …y es más, actualmente se habla de aborto post nacimiento, todo eso a mi me asusta”, concluyó.

Al Dr. Fernando Felipe Sánchez, rector de la UCAT, le correspondió recapitular lo más relevante de las ponencias.

 

 

 

 

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba