São Paulo aplicará en enero la vacuna china contra la covid-19 sin el aval político de Bolsonaro
Gil Alessi / El País /
El Estado más grande de Brasil pone fecha a un plan de inmunización colectiva que alcanzará a nueve millones de personas.
São Paulo, el Estado más rico y poblado de Brasil, iniciará su programa de vacunación contra el coronavirus el 25 de enero de 2021.
El tortuoso camino hacia la aplicación es un campo político minado por varias razones. La primera es que el gobernador del Estado, João Doria, enemigo del presidente Jair Bolsonaro, hizo el anuncio este lunes a pesar de que la vacuna que planea usar, desarrollada por el laboratorio chino Sinovac, todavía no tiene la autorización de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria local (Anvisa).
Tener el aval de Anvisa, bajo la influencia del presidente brasileño, es un requisito previo para la aplicación de cualquier agente inmunizante en Brasil.
Si finalmente logra la autorización, la vacuna se aplicará de forma gratuita inicialmente a los profesionales de la salud, a las personas mayores de 60 años, a los indígenas y a los quilombolas (familias descendientes de esclavos rebeldes), que suman más de nueve millones de personas (de los 46 millones de habitantes que tiene el Estado).
Cada uno deberán recibir dos dosis. El anuncio del gobernador genera una presión sobre Anvisa, que ni siquiera ha recibido los datos de seguridad y eficacia de la fase 3 de la investigación de la vacuna china, la última etapa del estudio. Esos datos deben llegar antes del 15 de diciembre.
Horas después del anuncio de Doria, Anvisa publicó una nota en la que afirma que no había recibido información de la fase 3 y detalla el proceso de registro de la vacuna: hasta el momento solo han analizado completamente los datos de la fase 1. La fase 2, cuyos informes fueron enviados a la agencia el 20 de noviembre, todavía están siendo estudiados.
Lo que indica que el cronograma puede no dar tiempo a los procedimientos internos de la agencia. Bolsonaro también se manifestó en las redes sociales, y ha dicho que únicamente con “la certificación, el Gobierno brasileño ofrecerá la vacuna a toda la población de forma gratuita y no obligatoria”.
El Ejecutivo de Bolsonaro ha anunciado que el programa nacional de vacunación, sin fecha determinada, empezará a mediados de marzo. “Brasil tiene prisa (…) la gente muere todos los días”, ha respondido el gobernador.
Los próximos días serán definitivos para el futuro de la vacuna china en Brasil. “Si los datos que presenten al órgano regulador el 15 de diciembre son robustos y sólidos, es decir, garantizan una buena eficacia demostrada, será posible mantener ese calendario e iniciar la campaña en enero”, explicó Mellanie Fontes-Dutra, coordinadora de la Red de Análisis Covid-19.
Si los resultados no son satisfactorios y el órgano regulador niega la autorización, los planes de Doria pueden hundirse , y no restará más que acudir a los tribunales. Fontes-Dutra insiste en que “no hay inmunización sin el respaldo de Anvisa”.
“Es importante que este tema sea siempre analizado desde un punto de vista técnico y científico”, recalcó.
Militares contra la pandemia
Datos preliminares presentados por Doria — citando la revista médica The Lancet— demuestran una respuesta inmune en el 97% de las personas (que no es lo mismo que la protección contra el virus).
Según la legislación relativa a la pandemia del coronavirus, una droga no registrada puede utilizarse con carácter experimental para inmunizar a la población si recibe la aprobación de los órganos reguladores de los Estados Unidos, la Unión Europea o Asia. Siendo así, Anvisa podría conceder una autorización de emergencia, sin la aprobación final.
En cualquier caso, hasta ahora no hay en Brasil ningún camino legal para aplicar una vacuna sin la luz verde de la agencia.
Los recientes movimientos de Bolsonaro ponen en duda la transparencia de las decisiones de Anvisa. El presidente recomendó al teniente coronel retirado del Ejército Jorge Luiz Kormann para una de las juntas de la entidad, sin embargo, su nombre necesita ser aprobado por el Senado.
El objetivo es tener más control sobre la política de vacunas del órgano poniendo más gente “de confianza” en la agencia.
Según un reportaje de la agencia Reuters, en el mes de junio, cuando el ministerio de Salud dejó de publicar los datos completos sobre la pandemia, el militar (que trabaja en la cartera) ocultó esas estadísticas.
No es la primera vez que se cuestiona la transparencia de los procedimientos de Anvisa.
A principios de noviembre, la agencia incluso suspendió las pruebas de la CoronaVac después de un “evento adverso” no relacionado con ellas, y sin consultar al Instituto Butatan sobre el evento, lo que también provocó críticas sobre una posible politización de la agencia.
En ese momento, el presidente celebró como un triunfo de su gestión la suspensión de los ensayos.
Cuando se le preguntó sobre la participación de las clínicas privadas en el calendario de vacunación, Doria dijo que pueden participar, pero de forma gratuita y con atención universal.
“No hay posibilidad de usar esta vacuna de forma privada o con coste”, afirmó João Gabbardo, coordinador ejecutivo del centro de contingencia contra la covid-19.
Turismo de vacunas
Doria también dijo que “todo brasileño que esté en São Paulo podrá vacunarse, no tendrá que demostrar su residencia”. “São Paulo es parte de Brasil, no puede darle la espalda a ningún brasileño”, afirmó.
Esto hace temer que se produzca un desplazamiento de personas desde otros Estados para recibir la vacuna aquí, el llamado “turismo de vacunas”.
Según el gobernador, “ocho Estados y varios Ayuntamientos [entre ellos Rio de Janeiro y Curitiba] ya han pedido al Butantan la CoronaVac y esperan recibir 4 millones de dosis.
No es un camino sencillo. Hay reglas específicas para que las vacunas entren en la red nacional del SUS (Sistema Único de Salud). La apuesta de Doria, si se concreta, servirá de plataforma al socialdemócrata para vuelos más altos en 2022, cuando deberá tiene pensado presentar su candidatura presidencial.
Este es el escenario de la disputa política de Doria con Jair Bolsonaro por la vacuna. El presidente ha criticado varias veces lo que ha llamado sesgadamente de “la vacuna china”; Doria, en cambio, se refiere a ella como “la vacuna de Brasil”.
De hecho, hasta ahora no hay perspectivas de incluir la CoronaVac en el calendario nacional de vacunación, sino más bien una creciente presión de los secretarios de salud de los Estados para que eso suceda.
El lunes, 7 de diciembre, el Gobierno nacional anunció que está negociando la compra de vacunas de Pfizer, una opción que al principio había descartada debido a la dificultad de las condiciones de enfriamiento requeridas.