Pinceladas sobre Tabernáculos 2022
Los temas fueron de gran edificación para los asistentes.
Róger Murillo-periodicomaranata.com/
Tabernáculos 2022 se realizó en Esparza, Costa Rica, del 8 al 11 de diciembre con la participación de delegaciones del país y del extranjero.
La primera conferencia se dio en la iglesia Lirio de Los Valles ubicada en Miramar de Puntarenas, donde el pastor peruano Marco Duffo disertó un tema especial para varones: Hombría al Máximo.
Durante su alocución el pastor Duffo, dijo que la hombría es sinónimo de madurez y eso no necesariamente va ligado con la edad, porque hay personas mayores que siguen siendo niños emocionales.
Habló de la hombría de Jesús, no solo para resistir la tentación, enfrentarse a la cultura religiosa de la época, sino también por su valentía de asumir la carga de la humanidad con aquella cruz a cuestas y el martirio de la humillación que le esperaba.
Posterior a esto, este pastor peruano hizo un desafío a comprender la dimensión de lo que significa ser un sacerdote en la casa “y para cumplir tal cometido debemos de ministrar nuestro hogar y entender a plenitud este concepto que está relacionado con el amor”, enfatizó Duffo.
Grupo de Damas de la Catedral del Espíritu Santo.
Dijo que hay que revisar bien la cadena generacional de nuestras familias, por cuanto en muchas ocasiones los pecados de nuestros padres los cometemos nosotros.
“Y si no hacemos una toma de conciencia de esto, nuestros hijos y nietos, repetirán la historia. Cada uno hará lo que vio en su casa. Hay que cortar esa maldición generacional”, aseveró este conferencista.
También se refirió al éxito, como el mundo lo entiende a diferencia de lo que dice la Sagrada Escritura.
Dijo que no hay mejor éxito que un hogar sano y no hay mayor fracaso, que uno destruido.
Se refirió además a la paz interior y a la felicidad interna del varón.
“Un hombre infeliz es un candidato al adulterio, pero Dios nos ha dado dominio propio. El que es fiel a Cristo lo será también a su esposa”, dijo don Marco.
Acotó que el error de Salomón no fue casarse con la hija de un faraón, sino no haberle podido mostrar la gloria del Dios de los cielos.
“Esta mujer quizá quería ver la espiritualidad del corazón de Salomón, pero no fue así. A lo mejor ella deseaba ver la gloria de Dios no afuera, sino dentro de él. Salomón le enseñó un templo grande, pero no le pudo mostrar un Dios glorioso”, señaló.
Al referirse a la identidad, mencionó tres aspectos de la misma. El hombre que nosotros queremos que los demás vean, el que creemos ser y el que realmente somos.
“No hay mejor forma de conocernos a nosotros mismos que durante una prueba, es ahí donde aprendemos a juzgarnos, nos conocemos más y sabemos si somos capaces de relacionarnos en forma íntima con Dios”, arguyó este pastor.
Gran cantidad de personas se hicieron presentes en el concierto.
Concierto con Juan Carlos Alvarado
El viernes 9 de diciembre, fue el tradicional concierto gratuito que ha caracterizado a Tabernáculos por más de tres décadas.
Por este altar han pasado cualquier cantidad de ministerios y salmistas de diversos continentes, quienes dejaron huella a los que asisten y les ha permitido disfrutar de tiempos prolongados de adoración y alabanza.
En esta ocasión le correspondió al cantante cristiano Juan Carlos Alvarado, quien se dio a conocer por su música de adoración en las décadas de los ochenta y noventa.
Juan Carlos Alvarado es un salmista muy conocido en América Latina.
Fue una noche más que maravillosa para los miembros de la Catedral del Espíritu Santo y para todas aquellas personas de otras provincias que lograron obtener una entrada (aunque la actividad era gratuita). El tema fue por un asunto de espacio, aunque el auditorio es muy grande.
Juan Carlos y su banda vinieron desde Guatemala exclusivamente para este concierto, donde ministraron canciones “viejitas”, mezcladas con algunas de sus nuevas producciones, las cuales el público disfrutó en demasía.
Al final, el apóstol Jorge Luis Soto le agradeció a Juan Carlos su deferencia al aceptar la invitación de venir a Costa Rica y le entregó un pequeño obsequio a cada uno de los miembros de la banda.
Jorge Luis Soto, con Juan Carlos Alvarado al terminar el concierto.
“Dios no te manda a batallas perdidas”
Quien presentó esta categórica afirmación fue el español Manuel Lauriño, primer conferencista del sábado.
El pastor Lauriño afirmó, que si Dios nos manda a una tarea ya tenemos un gran porcentaje de la batalla ganada, pero debemos de estar seguros de que fue el Señor el que nos envió.
“Si el mandato es del Cielo, lograrás el cometido donde otros no pudieron y aun donde tu mismo fracasaste. Un ejemplo de esto es Moisés quien estaba consciente de que no tenía el potencial para tan magna encomienda, pero Dios lo preparó, a sabiendas de su imposibilidad, aunque tuviera que ponerle a Aarón para que se animara a realizar la tarea», citó.
Grupo de la iglesia Lirio de los Valles, de Miramar.
Formuló que el Señor va a mandar a personas a quienes utilizará para que seamos mejores y los va a usar para destruir nuestro ego, el cual solo se derrumba con el trato de Dios.
Este predicador dijo que lo importante no es quienes somos, sino quien está con nosotros.
También trajo a colación el tema del éxito, que tiene que ver con encontrar la perfecta voluntad de Dios para nuestras vidas y ministerios.
Afirmó que cualquier tipo de éxito en nosotros debe ser usado para el servicio a Dios, cuidándonos de no enredarnos ministerialmente con las cosas del mundo, que al final obstaculizarán el servicio.
Pastor Manuel Lauriño, de España.
La importancia del carácter
La segunda conferencia de la mañana se relacionó con el carácter, tema que le correspondió a Marco Duffo.
Este expositor se refirió a la relación entre Esaú y Jacob, uno mimado por el padre y el otro por la madre, donde al engañador -más adelante- se le pagó con la misma moneda.
Dijo que de regreso a su tierra Jacob estaba lleno de temor por la reacción de su hermano, máxime cuando se dio cuenta que Esaú venía a recibirlo con 400 hombres.
Habló de tres cosas que hace Jacob, lo primero, hacer una oración para que Dios lo libre de la mano de su hermano, lo segundo identificar la razón de su temor y lo tercero recordarle al Señor sus promesas.
“Es probable que lo que más le preocupaba a Jacob era lo que le pasaría a su familia y quizá pensó en tomar alguna otra decisión. Algo parecido nos ocurre a nosotros, el temor nos lleva a veces a trasladar algunos asuntos pendientes y nos acostumbramos a andar con una piedra en el zapato, pero tenemos que tener claro que cuando se trata de saldar cuentas hay que hacerlo rápido, no lo podemos posponer porque perderemos las bendiciones de Dios”, aludió Duffo.
Recordó además el Peniel de Jacob, afirmando que toda prueba nos sirve para avanzar a una nueva dimensión espiritual.
“Durante una crisis nos ocurren varias cosas. Por ejemplo: aprendemos a conocernos a nosotros mismos, conocemos más al Señor y él nos conocerá mejor. De ahí que uno infiere que Jacob antes de enfrentarse con Saúl tuvo un encuentro con Dios, lo cual le ayudó a vencer el temor, porque lo que mueve a Dios es un corazón contrito y humillado. Por eso no le tengamos miedo a las pruebas, porque en ellas Dios sacará la mejor versión de nosotros”, advirtió.
Dijo además que en el camino Dios cambió el corazón de Esaú, porque él venía destinado a matar a su hermano, pero cuando lo vio, le dio un abrazo sincero, un beso y ambos lloraron. De manera que el yugo del rencor y la venganza se pudrió a causa del poder de Dios.
Un llamado al evangelismo
Por su parte el mexicano Martín Guerra, aprovechó la oportunidad que se le dio para hacer un llamado a volver al evangelismo.
“Tenemos una sociedad muy compleja, que ha sido permeada por la ideología de género, el aborto y el homosexualismo, hay que pensar qué le vamos a dejar a las nuevas generaciones. Si no hablamos de Jesús en la actualidad ellos nos van a demandar esto. Algo no estamos haciendo bien y la generación de nuestros nietos lo sufrirá. Si la Iglesia no toma su lugar, el lobby gay lo hará, sostuvo Martín Guerra.
Y expuso: “si la Iglesia decide levantarse, algo cambiará en nuestros países y comunidades. En mi caso que vivo en Mexicali, he hecho cálculos que me dicen que somos un millón trescientas personas en la ciudad y si sumamos toda la gente de las iglesias si acaso llegamos a 50.000, o sea quizá el 3 % de la población y esto sin considerar que dentro de las congregaciones hay algunos que no conocen a Jesucristo y nosotros ni cuenta nos damos, porque nunca hacemos un llamado”.
Expresó que cuando usamos algo bueno, lo recomendamos, sea zapatos, una marca o un restaurante, pero lo extraño es que los creyentes encontramos algo maravilloso llamado Jesús, pero no lo recomendamos a nadie.
Como testimonio contó que después de la pandemia la iglesia local le quedó diezmada, ya que pasaron de 1600 a solo 300 miembros.
Representación de la iglesia La Casa del Alfarero.
Señaló que después de ese lapso tan duro, la iglesia entró en una toma de conciencia sobre traer gente nueva y llevar el evangelio a otras regiones, así en tan solo tres años han levantado 20 congregaciones.
“Tenemos una ventana abierta al mundo para compartir el evangelio, usted sabrá que hace con eso”, concluyó Martín Guerra.
El tiempo Kairós
Por la noche de este sábado de Tabernáculos, ministró Ahiezer Zeledón de Nicaragua, quien habló de las diversas temporadas que pasamos los cristianos, en medio de los tiempos Kronos y Kairós.
Como sabemos el tiempo Kronos es el que pasa a través de los años. Pero Kairós, es el momento en el que algo importante sucede y los creyentes lo entendemos como el “tiempo de Dios”.
“El Kairós es una temporada especial que lo propicia el Señor, es un espacio divino donde él mostrará su gloria”, comenzó diciendo el pastor Zeledón.
Pero advirtió, que todo depende de la actitud que tomemos en cada momento y del estado del corazón, para que el Cielo se active a nuestro favor.
Trajo a colación el texto del profeta Habacuc que habla sobre la higuera, que aunque no florezca, ni las vides ni el olivo den frutos y las ovejas sean quitadas, con todo él se alegraría en el Señor.
Mencionó que cuando nos suceden cosas negativas -humanamente hablando- no hay razones para alabar a Dios, pero nuestra actitud cambia cuando comprendemos que no se trata de lo que nos hace falta, sino al contrario, de dar honra al Señor por lo que tenemos.
También hizo referencia a la oración de Jabes, quien fue dado a luz en medio del dolor y creció en un entorno de rechazo social al no ser un hijo cien por ciento hebreo.
Grupo de Tabernáculo de Adoración, de Matagalpa, Nicaragua.
Aseguró que Jabes fue el más ilustre de sus hermanos, sobre todo después de aquella oración poderosa donde pidió bendición y ensanchamiento de su territorio, rogando a Dios que estuviera con él, librándolo de todo mal.
“Dios le concedió todo lo que pidió. Él se enteró de que había una bendición para los judíos y aunque no calzaba del todo en aquella nacionalidad, se animó por fe a insertarse, seguramente por aquella fe inculcada por su propia madre. Eso nos ayuda a visualizar que aun cuando a veces las cosas no calcen, podemos ingresar al trono de Dios por medio de su misericordia y calificar para una bendición”, señaló este pastor.
Ahiezer habló además del concepto de ir a celebrar en el desierto, que fue la idea original de Dios cuando sacó el pueblo judío de Egipto.
Recordó que cuando estaban frente al mar, no solo clamaron a Dios, sino presionaron a Moisés, quien al tocar el mar no produjo necesariamente que este se abriera en dos como se presentan en las películas, sino que viniera un viento de oriente que es el que parte las aguas.
En tal momento Kairós -dijo el expositor- los hebreos solo veían al enemigo acercarse, pero Moisés tenía su mirada en lo que estaban haciendo los vientos. Ahí había una gran diferencia de perspectiva.
Hizo mención sobre la actitud de María al tomar un pandero y comenzar a animar a otras mujeres a alabar a Dios después de cruzar el mar, por cuanto ella se acordó de la idea original del Señor de sacarlos con ese propósito.
“No importa la temporada que estemos viviendo, el acto de adorar a Dios en medio del proceso y celebrarle en el desierto, va a ser más corto el tiempo de prueba”, afirmó.
Ahiezer Zeledón, de Nicaragua.
Proceso para el propósito
El segundo conferencista del sábado en la noche fue Jorge López, pastor de la iglesia Manantial de Vida de Boca Ratón, Florida.
Este conferencista tituló su exposición como “Proceso para el propósito”.
Durante la misma, el pastor López indicó que solo cuando permitimos que Dios nos conquiste en el proceso, nos podemos convertir en conquistadores de los propósitos divinos.
Acotó que el diablo nunca nos llevará al desierto, porque ahí el creyente se encuentra con Dios y verá milagros, pero el que sí nos lleva al desierto es el Espíritu Santo.
“Muchas veces rechazamos el proceso y las pruebas sin tomar en cuenta que son el comienzo para lograr el propósito donde Dios nos quiere llevar”, dijo.
Y recalcó, “si usted tiene un proceso en la Tierra, es porque porta algo en el espíritu y los que tienen esto, deben pasar procesos de preparación, porque el que porta algo en el espíritu es porque tiene un llamado”.
Grupo de Danza Mayor de la Catedral del Espíritu Santo.
Explicó que, durante el proceso de la creación en el Génesis, Dios le dio órdenes a las plantas, a la tierra para que diera fruto y a las aguas para que se separaran entre sí, pero cuando se dirigió al hombre, se habló a si mismo, por cuanto él nos hizo a su imagen y semejanza al ponernos su ADN.
Este conferencista definió el proceso como un grupo de acciones continuas, que producen cambios para llegar a un objetivo y a la vez, son parte de una serie de etapas en el crecimiento del cristiano.
Advirtió que no debemos hacer a un lado la prueba, sino someternos a ella, pero teniendo en cuenta que dependiendo del llamado así será la medida del proceso.
Manifestó que el propósito del proceso es desarrollar el carácter, formarnos y aprender a depender del Espíritu Santo.
“En el proceso, Dios nos va a decir que no, pero luego nos dirá que si. El no de Dios actual y nuestra obediencia, nos preparará para el si del mañana”, argumentó el pastor Jorge López.
Jorge López, de los Estados Unidos.
Otro llamado al evangelismo
Para el domingo en la mañana el pastor y evangelista Wilfried Klaseen, del Uruguay, hizo un nuevo llamado a evangelizar.
“Cuántas personas estarán en el cielo gracias a usted, pero cuántas irán al infierno porque nosotros no les hablamos de Dios”, dijo este evangelista, quien resaltó el amor de Jesús por los pecadores, algo que nos hace falta a nosotros.
El hermano Wilfried comentó que la Iglesia contemporánea debe de revisar lo que hicieron aquellos hombres del libro de los Hechos, quienes practicaban la oración, el partimiento del pan y la enseñanza de la Palabra.
Argumentó, que aquel evangelio trastornó al mundo entero en aquella época, pero nosotros no lo estamos haciendo actualmente.
“Y en cuanto al poder de Dios, no lo podemos limitar como lo hicieron Marta y María que creyeron que Jesús solo sanaba a los enfermos, pero no podía resucitar muertos”, sostuvo este pastor.
Y aseveró que los que están libres deben de rescatar a los que viven en esclavitud, porque el evangelio pone la vida eterna a la disposición de todos.
Testificó que en Uruguay, han estado realizando varias campañas evangelísticas al mes, en procura de volver a los tiempos pasados donde se rescataban las “almas”.
“Y una de las fuentes donde tomamos ánimo para seguir, es de Tabernáculos, que todos los años nos brinda una plataforma excelente para alimentarnos de la Palabra”, comentó don Wilfried.
Agradeció en forma pública la actitud de Jorge Luis Soto, quien estuvo pendiente de él cuando estaba enfermo en Canadá.
“Eso es un pastor que se preocupa de su discípulo y ese tipo de actitudes jamás se olvidan”, dijo.
Hemos sido trasladados
El otro expositor de la mañana del domingo, fue Ricardo Apablaza, de Chile.
El dio mucho énfasis al tema de que fuimos trasladados del reino de las tinieblas al de la luz, por lo tanto, hizo un llamado de confrontación para que actuemos como tales.
“Yo por 30 años estuve en la infantería de marina de mi país, allí entrenaba jóvenes para el combate, les enseñábamos a manejar armas, aprender a tirar al blanco y a conquistar territorios enemigos, pero al llegar a Cristo me di cuenta que en lo espiritual la situación no es muy diferente. Debemos de estar apercibidos para el ataque del mundo de las tinieblas, pero hay creyentes que no están preparados para la guerra, no saben usar las armas espirituales y menos conquistar el terreno enemigo”, enfatizó Apablaza.
Agregó que otra característica de las guerras es que hay muertos y heridos. Pero que a Satanás lo que le interesa es herir gente, porque de esta forma provoca un atraso en el proceso de la pelea, ya que hay que detenerse a sanarlos.
Manifestó que muchos cristianos caminan por la vida y vienen a la iglesia con muchas heridas emocionales y que hay que ayudarles a sanarse, pero en ese proceso ocurre un desgaste, porque se pierde energía que se podría usar en el evangelismo.
“Pero por otra parte el Señor quiere sanar a todos esos heridos, para que vuelvan a ser gente apta para seguir en el combate y en la batalla de la fe”, manifestó.