En Costa Rica: Milagro en el Hospital Calderón Guardia
Róger Murillo-periodicomaranata.com/
Ese miércoles de setiembre, al igual que todas las semanas el grupo de oración se preparó poniendo a todos los pacientes en manos del Señor.
Después de ese lapso de clamor, los miembros del grupo de apoyo se fraccionaron para ir a cada piso a invitar a los pacientes para que vinieran al culto regular.
Le correspondía predicar al pastor Claudio Garro y en medio de su disertación volvió a ver a una jovencita que estaba en silla de ruedas.
En la foto se aprecia la niña en silla de ruedas, participando de la oración inicial.
-Quieres caminar hija?, le preguntó a la niña y ella le dijo que si.
-Pues, levántate y anda, le dijo don Claudio.
Y aquella niña ipso facto tomó el desafío de la Palabra de fe que se estaba predicando y se levantó, dando pasos con gran nerviosismo, pero a la vez cada momento se iba sintiendo más segura.
Todos en aquella sala comenzaron a llorar, su madre estaba demasiado emocionada y con lágrimas, al igual que todos, alababan a Dios por aquel milagro.
La jovencita es abrazada por una persona del equipo de apoyo. El desenfoque es a propósito, ya que el Código de la Niñez y Adolescencia, imposibilita la exposición de menores.
Esta niña de aproximadamente 15 años, había recibido un proceso de radioterapia en otro centro hospitalario, el cual le había afectado las piernas, dejándola en un estado de invalidez.
Por otra razón, ella fue internada en el Calderón Guardia, pero por su inmovilidad en las piernas, tenía que estar en silla de ruedas.
Cuando el grupo de oración llegó al cuarto piso donde ella estaba, su madre aceptó llevarla al culto, sin imaginarse el milagro que el Espíritu Santo haría.
Ese mismo día, un paciente que estaba en la misma reunión y a quien le tenían que amputar una pierna, al ver lo que Dios había hecho en aquella muchachita, se animó en fe y comenzó a confesar que también recibiría un milagro.
La sorpresa, fue que el Señor hizo un milagro en él y luego los médicos decidieron no hacer la amputación que le tenían programada. Esto lo supo el grupo de oración hasta la semana siguiente.
De verdad como dice la Palabra; ” es pues la fe la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve”.
La persona que aparece en la silla de ruedas, también se animó en fe pidiéndole a Dios que su pierna no fuera amputada y Dios le hizo el milagro.