La marihuana escasea en Canadá
Jaime Porras Ferreyra / El País / España /
El pasado 17 de octubre, día en que la legalización de la marihuana recreativa entró en vigor en Canadá, las imágenes de cientos de personas haciendo cola para adquirir la hierba dieron la vuelta al mundo. Las filas ya son más cortas, aunque la postal que mejor describe la situación actual es la de los estantes en las tiendas autorizadas: la mayoría de ellos están vacíos.
Renaud tiene 28 años y está a pocos metros de entrar a una sucursal que la Sociedad Quebequesa del Cannabis (SQDC) tiene en la calle Saint-Hubert de Montreal. “Espero tener mejor suerte aquí. Se agotó toda la mercancía en la tienda de la calle Sainte-Catherine. Me decepciona esta falta de previsión”, cuenta. Diez minutos después, Renaud solo puede escoger entre tres tipos de producto (de los 68 en catálogo): un atomizador oral, un frasco de marihuana sativa de la marca Atlantic Power y otro recipiente más de índica cultivada de la compañía Hexo. Un 70% de la amplia variedad cannábica en la tienda web de la SQDC lleva un mensaje: “producto agotado”.
Los problemas de abastecimiento de marihuana legal no solo se han registrado en la provincia de Quebec. En Manitoba, apenas un día después de la entrada en vigor de la legalización, la Sociedad de Alcoholes y Lotería –el organismo que controla la venta de la hierba- anunció que una de sus sucursales se había quedado ya sin productos y, de igual forma, subrayó que podrían darse situaciones similares durante los próximos seis meses. En Nuevo Brunswick, otra tienda debió parar sus operaciones el pasado sábado. En esa provincia se agotaron en dos días la mayoría de aceites, pastillas y cigarrillos liados, algo que también ha sucedido en casi todo el país.
Ontario, la provincia más poblada, cuenta solo con servicio de venta online, pero una buena parte de la clientela se ha quejado por la falta de abastecimiento de productos. Lo mismo ha ocurrido en Columbia Británica.
Varios factores explican los problemas en el suministro. La mayoría de empresas que recibieron una licencia gubernamental para cultivar marihuana recreativa ya producían la de uso terapéutico. Sin embargo, solo el 10% de los canadienses consume cannabis con fines medicinales. Los ciclos de cultivo no pueden acelerarse y, a su vez, las firmas debieron cumplir con una serie de medidas de una ley que fue propuesta, aprobada y puesta en marcha en solo año y medio.
Vic Neufeld, consejero delegado de la compañía Aphria, aseguró que habría escasez de varios productos durante «cierto tiempo». La ley estipula que solo se puede vender hierba cultivada en Canadá y por firmas autorizadas. “Tenemos la obligación de tratar únicamente con empresas que hayan obtenido el visto bueno del Ministerio de Salud de Canadá y de los organismos financieros”, afirma a este diario Mathieu Gaudreault, portavoz de la SQDC.
Algunas compañías productoras y sociedades de venta han reconocido que la demanda inicial sobrepasó sus cálculos, pero aseguran que la situación estará bajo control con el paso del tiempo. “El éxito fue mayor del que anticipamos. No es algo que podamos cambiar de la noche a la mañana, pero confío en que en un futuro no muy lejano las cosas se normalicen”, dijo a la cadena CBC Kaleigh Miller, portavoz de la Comisión de juegos, licores y cannabis de Alberta.
Isabelle Robillard, directora de comunicaciones de la empresa productora Hexo, declaró al diario La Presse que la demanda fue tres veces mayor a la esperada durante los primeros días de la legalización. Sin embargo, manifestó que su firma continúa reabasteciendo a los establecimientos. En julio de 2017, el estado de Nevada vivió una situación parecida, a raíz de que las autoridades subestimaron las adquisiciones en las tiendas autorizadas cuando comenzó la venta y consumo de cannabis de forma legal.
“Hay que tener en cuenta que hubo un efecto de curiosidad y novedad entre un sector de la población. Con el paso de los días, veremos que el número de personas en los establecimientos seguirá disminuyendo”, apunta Mathieu Gaudreault, de la SQDC. El pasado miércoles la sociedad estatal quebequesa publicó en un comunicado los resultados de su primera semana de operaciones: realizó 138.150 transacciones (tanto online como en establecimientos). En el documento, la SQDC aprovechó para subrayar que las carencias eran por causas ajenas: “La oferta de los proveedores y los límites del ciclo de producción causan, como se esperaba, una escasez de nuestros productos”.
Mientras tanto, el Gobierno federal espera que los problemas con el suministro se resuelvan gradualmente. Bill Blair, ministro de seguridad fronteriza y reducción del crimen organizado, declaró a CBC que confía en el sistema actual de producción por sus infraestructuras y proyectos. Muchas de las firmas que cultivan la hierba recibieron una considerable inyección de capital en los últimos meses. De cualquier modo, el ministerio de salud de Canadá estudia decenas de solicitudes para otorgar nuevos permisos de cultivo. El tiempo avanza y los consumidores pueden impacientarse. Además, las arcas gubernamentales corren el riesgo de dejar escapar cientos de millones de dólares en impuestos. Asimismo, las dificultades en el suministro son una buena noticia para los grupos criminales, asunto ya constatado por los uruguayos.
A la salida de la sucursal de la SQDC de la calle Saint-Hubert, Christopher, un empleado de una firma informática muestra la marihuana que adquirió. “Me parece que hay que ser pacientes. La legalización lleva apenas unos días, así que es normal que existan estos problemas de suministro”, comenta. Christopher consiguió la hierba durante 10 años a través de una persona de su barrio, pero dice que ya no será así. “Prefiero comprarla en tiendas legales para que las ganancias se inviertan en servicios”, añade.