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Hay un «gran odio contra los valores cristianos» en occidente, dice la diputada finlandesa perseguida por sus creencias

Como esposa de un pastor luterano y ex presidenta de los Demócratas Cristianos finlandeses, Räsänen cree que los valores cristianos son un «blanco» a derribar en los tribunales penales.

La exministra finlandesa, Päivi Räsänen (ADF Internacional) Foto: Heikki Saukkomaa/Lk/

Redacción Infovaticana/ Christian Today / Ryan Foley /

La diputada finlandesa Päivi Räsänen, procesada por expresar sus creencias cristianas sobre el matrimonio y la sexualidad, cree que un «fuerte odio a los valores cristianos» en la sociedad occidental hará que muchos cristianos se autocensuren para ser aceptados socialmente.

La ex ministra del Interior, que ha servido en el Parlamento finlandés durante casi tres décadas, fue una de las varias figuras políticas mundiales que hablaron en la Cumbre Internacional de Libertad Religiosa que se celebra anualmente en Washington, D.C.

El evento tiene como objetivo aumentar «la conciencia pública y la fuerza política del movimiento internacional de la libertad religiosa». La cumbre está dirigida por el ex embajador en misión para la libertad religiosa internacional Sam Brownback, que dirigió eventos similares en la sede del Departamento de Estado durante la administración Trump.

En marzo, Räsänen fue absuelta de los cargos de incitación al odio por afirmar repetidamente su creencia de que el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer. Pero su batalla legal continúa, ya que la fiscalía ha apelado el fallo ante un tribunal superior.

Ante la posibilidad de ser condenada a seis años de prisión, la política de 62 años atribuyó su procesamiento a que Finlandia se está convirtiendo en un «mundo post-cristiano» donde «los valores cristianos son, de hecho, una minoritarios».

«El cambio ha sido tan rápido que es difícil entender lo que está pasando», afirmó.

Como esposa de un pastor luterano y ex presidenta de los Demócratas Cristianos finlandeses, Räsänen cree que los valores cristianos son un «blanco» a derribar en los tribunales penales como parte de la «ruptura de la virtud y el desafío a los valores cristianos» que es ahora «muy visible en nuestras sociedades».

En el caso de Räsänen, tuvo que enfrentarse a cargos de incitación al odio por un libro que escribió hace 18 años titulado Male and Female He Created Them: Homosexual relationships challenge the Christian concept of humanity (Hombre y mujer Él los creó: las relaciones homosexuales desafían el concepto cristiano de humanidad) y por un tuit de 2019 en el que criticaba la promoción del «mes del orgullo» LGBT por parte de la Iglesia Luterana Finlandesa. Se enfrentó también a una tercera acusación por los comentarios que hizo en un programa de radio sobre la homosexualidad.

El obispo Juhana Pohjola, de la Diócesis de la Misión Evangélica Luterana de Finlandia, fue asimismo acusado de incitación al odio por publicar el libro de Räsänen.

Räsänen insiste en que no tiene ninguna animadversión hacia los homosexuales y sugiere que quienes la acusan de practicar la incitación al odio son los que en realidad lo están incitando.

Todos somos pecadores y necesitamos a Jesús. Pero ahora, creo que hay un fuerte odio contra los valores cristianos en nuestra sociedad», dijo Räsänen. «Si hablas de cuestiones de género -que hay dos sexos o que el matrimonio es entre una mujer y un hombre- se despierta el odio contra ti en nuestra sociedad».

Räsänen explicó que «nunca pensó» que se enfrentaría a un juicio por expresar su apoyo a las «doctrinas cristianas clásicas sobre el matrimonio y la sexualidad», ya que durante todo el tiempo pasado en el Parlamento habló abiertamente de sus «valores cristianos» y sus creencias sobre «el matrimonio y la santidad de la vida humana».

«Nada ha cambiado en mi fe y en mis convicciones, pero de repente me convertí en una criminal por este odio», dijo.

«El mundo ha cambiado», concluyó. «Creo que mis convicciones no han cambiado, pero el mundo ha cambiado muy [rápidamente] en Finlandia y creo que también en otros países occidentales, países post-cristianos».

Describiendo el cambio cultural como «muy alarmante», Räsänen cree que los cristianos deben «despertar para ver lo que está pasando», porque su experiencia demuestra que «cada vez es más difícil» para los cristianos expresar su fe públicamente.

«Me temo que esto lleva a una especie de autocensura. Si te etiquetan como cristiano conservador, eso dificulta tu carrera o tu aceptación social», afirmó. «Así que este tipo de problemas son muy actuales en la sociedad finlandesa».

Aunque «esperaba que el fiscal se diera por satisfecho con la absolución», considera que el traslado de su caso a un tribunal superior es una oportunidad «para sentar un precedente y obtener una sentencia con mayor peso de cara a otros posibles casos similares en Finlandia y también en Europa».

Elogió su absolución de los cargos de delito de odio por parte de un Tribunal de Distrito de Helsinki como «una gran victoria». Aún así, dijo que una «posible victoria en el Tribunal de Apelación y especialmente en el Tribunal Supremo» sería una «victoria aún mayor para la libertad de expresión… y la libertad de religión» porque crearía «una guía legal para otros casos».

«Creo que todo esto está en manos de Dios, y creo que me guía y que tiene algún sentido que este proceso continúe», añadió.

Räsänen dijo que el proceso y su presencia en los medios de comunicación finlandeses le dieron la oportunidad de «sostener los valores bíblicos en público y también dar testimonio de Jesús» y dar a la gente «la respuesta al problema del pecado: Jesús ha muerto por todas las personas y éste es el camino de la salvación».

Aunque Finlandia tiene una Constitución que «garantiza la libertad de expresión y la libertad de religión», a Räsänen le preocupa que «la influencia de la ideología LGBT es muy fuerte en la sociedad finlandesa y una especie de cultura woke está creando una cultura de la cancelación en nuestra sociedad y está reduciendo esas libertades».

Räsänen lamentó que «ahora tenemos una especie de totalitarismo ideológico». Citó los esfuerzos por convencer a las empresas de redes sociales de que censuren el «discurso del odio» en el Parlamento finlandés y en la Unión Europea como ejemplos de la aparición de esta ideología.

Räsänen espera que sus comentarios en la Cumbre de la IRF «animen a la gente a usar sus derechos y a hablar abiertamente».

«Al principio, cuando empezó el juicio en enero, [el] fiscal dijo que éste no trataría sobre [la] Biblia», recordó Räsänen. «Pero empezó a hacer preguntas sobre [la] Biblia, sobre cuestiones teológicas, incluso citó algunos versículos del Antiguo Testamento, y quiso demostrar que hay mucho discurso de odio en [la] Biblia».

Räsänen sostuvo que la fiscalía calificó la doctrina cristiana de «amar al pecador, odiar el pecado» como «insultante y difamatoria» porque «según la fiscalía, no se puede hacer una distinción entre la identidad de la persona y sus acciones, así que si se condena el acto, también se condena al ser humano y se le considera inferior».

Ella rechazó este análisis, clasificando la idea de «amar al pecador» y «odiar el pecado» como «el núcleo del cristianismo y el mensaje de la Biblia».

«Si se niega esto, si se niega este tipo de discurso y enseñanza, entonces también el núcleo del cristianismo está muerto», dijo.

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