Y llegamos al año…
Lic. Fernando Berrocal /
Este 1 de mayo el presidente Carlos Alvarado rindió cuentas, ante la Asamblea Legislativa y el pueblo, de su primer año en la Jefatura del Estado.
Sin duda, esta administración PAC-PUSC es bastante mejor que el pésimo primer gobierno PAC de Luis Guillermo Solís, el hueco fiscal y el cementazo.
Pero, en verdad, todavía son mucho más los grandes faltantes que lo realizado.
Al juzgar por lo que anuncia el presidente Alvarado, pudiera ser que los faltantes se equilibren en los próximos tres años, pero igualmente puede suceder todo lo contrario y que el país, peligrosamente, antes que avanzar comience a caminar más hacia atrás, como los cangrejos.
Todo eso está por verse. El fantasma de la crisis y los errores de los últimos 20 años no nos abandonan y el país se nos puede ir para uno o para otro lado. Estamos en ese punto.
El gobierno defiende la llamada Reforma Fiscal, pero hoy a nadie le cabe la menor duda, como muchos lo dijimos hasta la saciedad, que ese esfuerzo era insuficiente y que no se le estaba entrando a fondo al problema fiscal y del gasto público innecesario. Mucho menos a las reformas estructurales necesarias del Estado Costarricense, a pesar de que, después de aprobada la ley, el escándalo sobre los verdaderos evasores puso en evidencia la realidad objetiva de las cosas y las dimensiones exactas de la evasión y el fraude fiscal.
Aunque algo, según dice doña Rocío Aguilar, se ha recuperado con la amnistía.
La verdad es que se perdió una oportunidad extraordinaria de hacer una reforma fiscal consensuada, moderna y progresiva, como la que requiere el país, sin afectar directamente a los sectores de menores e ingresos medios.
Todo sigue en veremos, esperando que los Diputados autoricen los eurobonos y se logre así refinanciar y reprogramar la deuda interna. En lo inmediato y fiscal, quitarle presión al Ministerio de Hacienda es lo más urgente, porque más impuestos, como sugiere el FMI, generarían una legítima y total oposición.
La propuesta sobre empleo público es para dentro de 18 años y aunque pensar a largo plazo es importante, el país exige decisiones y acciones inmediatas.
De eso se trata gobernar y no de otra cosa. Y en ese ámbito esencial, la reactivación económica no se ve por ninguna parte. Hay muchos pequeños y medianos negocios cerrando sus puertas. Eso sí es muy preocupante.
Algo positivo, es que hasta ahora no hay graves escándalos de corrupción. Ahí hay un verdadero punto y aparte con los últimos 20 años y cinco gobiernos.
Peladas, como dice nuestro pueblo, sí hay y muchas. Dos son de antología: la de RECOPE con el etanol y la gasolina, en que la improvisación se hizo caricatura y, lo máximo, el enorme huracán que casi acaba con la Cancillería.
Mi balance es regular, pero concedo la nota dejando los pelos en el alambre.
Igual de regular es el balance de la oposición, en la Asamblea Legislativa, por la falta de una oposición combativa y patriótica, con las excepciones de rigor.