OPINIÓN

La Biblia del presidente

Dr. Carlos Araya Guillén /

La Biblia Jerusalén (BJ) es una moderna traducción de la Biblia judeo-cristiana que destaca por su fidelidad a los textos originales hebreo y arameo (AT), griego (koiné) NT, y condensa el resultado de los últimos cien años de investigación bíblica.

Es una Biblia sumamente útil para los lectores y estudiosos de la Biblia. Contiene 73 libros divididos en el AT (39) y el NT (27) y coincide en el número de sus libros con las versiones de las iglesias evangélicas, como la conocida Reina Valera. Es así, por cuanto, los libros Deuterocanónicos aparecen adjuntos.

La Biblia Jerusalén es valorada por sus actualizadas anotaciones, su excelencia para la exégesis y la riqueza de sus paralelos en los márgenes, lo que facilita el estudio y las necesarias interconexiones entre versículos.

En 1966 se publicó su primera edición relacionada con la edición francesa preparada por la muy reconocida Escuela Bíblica y Arqueológica de Jerusalén fundada el 15 de noviembre de 1890 por el dominico Padre LaGrange.

Ha sido traducida a varios idiomas modernos. En español ha sido mejorada con revisiones en 1975,1998, 2009 y 2017(totalmente revisada). En el 2001 se realizó una traducción por expertos biblistas de Argentina, México y Colombia, la cual fue publicada, aprobada por el Celam, como Biblia de Jerusalén Latinoamericana.

El señor presidente de la República de Costa Rica, Dr. Rodrigo Chaves Robles, número 49 de nuestra vivencia historia democrática, utilizó la Biblia de Jerusalén en la toma de posesión el pasado domingo 8 de mayo del 2022.

Bien hizo el nuevo mandatario en mostrar apego a la Palabra de Dios y a sus hagiógrafos inspirados por el Espíritu Santo.

Un gesto valiente de fe que afirma la tradición costarricense de invocar la presencia de Dios durante el traspaso de poderes y en la gestión cotidiana como gobernante, en el contexto de una reconocida democracia porque no estamos ante la presencia bíblica de una teocracia antigua testamentaria.

Una actitud ética y espiritual de ruptura radical y decidida con la secularización propia de extrañas ideologías materialista, agnósticas, irreligiosas y escépticas.

 Es un juramento de fe. Un acto de confianza.

Un presidente que jura sobre la Biblia (costumbre protestante) valida que Dios esté a su lado para cumplir con idoneidad, transparencia, esfuerzo, moral y honestidad la gran tarea constitucional propia su cargo y del mandato del pueblo.

Si nuestro nuevo presidente cumple, Dios le ayude, y si no, El y la patria os lo demande.

(Los comentarios y artículos de opinión o de formación espiritual, son propios de las personas que los escriben y no necesariamente representan el pensamiento de este medio).

 

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