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Yo les decía ‘soy periodista’, pero me decían que yo andaba armas”: el relato del periodista agredido en Granada

Fuente:  Ivette Munguía Argeñal / La Prensa / Nicaragua /

Una cirugía en el dedo meñique de la mano derecha requerirá el periodista Roberto Collado Urbina tras haber sido secuestrado y agredido por sujetos encapuchadosel pasado domingo en Granada. El reportero además tiene tres heridas en la cabeza e incontables golpes en todo su cuerpo producto de la agresión.

El secuestro de Collado Urbina, corresponsal de Acción 10 en Granada, se suma a los constantes ataques de los simpatizantes del Gobierno a los periodistas independientes, con la particularidad de que Collado Urbina no recibió amenazas directas pero sí supo que algunas personas anduvieron indagando sobre él.

“Daba cobertura a una marcha por el sector de Foglia, de norte a sur, cuando escuchamos un impacto de dos vehículos que venían a exceso de velocidad en el carril contrario y corrí a ver para grabar el suceso”, dijo el periodista.

Cuando el reportero se acercó al lugar del choque, de los vehículos bajaron varios encapuchados disparando hacia arriba. Al ver a los sujetos armados el reportero corrió unos metros pero dos encapuchados lo alcanzaron y  comenzaron a golpearlo.

“Uno de ellos me dio con la cacha del arma en la cabeza y me caí, ya en el suelo, otro de ellos me dio otro golpe con la cacha de otra arma en la cabeza y se me hizo otra herida. Yo les decía ‘soy periodista’, pero ellos me decían que yo andaba armas y que se las diera. Uno de ellos me apuntaba con el arma y me decía que me iba a matar”, relató Collado Urbina.

Corresponsales son más vulnerables

Días antes del secuestro de Collado Urbina, su compañero de labores Paco Espinoza, corresponsal en Jinotega también de Acción 10, fue perseguido y detenido por la Policía Nacional. A Espinoza se le acusa de secuestro, asalto, tortura, asesinato frustrado y lesiones; y desde el día que fue detenido nadie ha podido comunicarse con él.

Mientras tanto en los medios de comunicación oficialista persiste una campaña de desprestigio en contra de ese canal de televisión por la cobertura que ha dado a la actual crisis en Nicaragua.

También los corresponsales de LA PRENSA son víctimas de acoso y amenazas por parte de los simpatizantes del Gobierno. El pasado 19 de julio sujetos encapuchados a bordo de motocicletas realizaron tres disparos contra la casa de William Aragón, corresponsal de LA PRENSA en Madriz, ubicada en el sector 23 de la ciudad de Somoto.

 “Recordá que los corresponsales estamos solos en el terreno, no es igual que en Managua que siempre andan acompañados, nosotros caminamos solos… Estamos más expuestos porque no hay nadie que te pueda socorrer, solamente la población, que es la que en mi caso abogó con estos encapuchados para que me dejaran libre pero no fue posible”, expresó Collado Urbina.

Otros corresponsales de LA PRENSA que han sido atacados por los simpatizantes del Gobierno son Mynor García, en Carazo; Roberto Mora, en Estelí y Sara Ruiz, en Jinotega.

 

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