Su actitud determina su altitud
La gratitud es la actitud que elevará su altitud a un nuevo nivel.
Pastor David Cooper / Articulista /
Nosotros nunca nos elevamos más allá de nuestra actitud hacia Dios, los demás, la vida e incluso hacia nosotros mismos.
La gratitud es la actitud que elevará su altitud a un nuevo nivel. Como dice el apóstol Pablo: «Dad gracias en todo». (1 Tes 5:18)
¿Cuál es la recompensa de ser agradecido en todas las circunstancias?
Primero, las personas agradecidas son personas felices. El problema es que buscamos la felicidad en el lugar equivocado.
La felicidad proviene de dar, no de recibir. A medida que expresamos gratitud, damos el regalo de aliento, mantenemos una postura positiva en la vida, la felicidad llegará a nuestro camino.
En segundo lugar, las personas agradecidas también son personas sanas.
Es sorprendente considerar que entre el 50 y el 70 por ciento de todas las camas de los hospitales están ocupadas por personas que sufren daños emocionales y psicológicos.
No hay manera de estar físicamente sanos si nuestras actitudes son enfermas. Actitudes de ingratitud, crítica, cinismo, negativismo y duda perjudican la salud.
La vida sana comienza en el interior con un corazón agradecido.
En tercer lugar, las personas agradecidas son personas útiles. Cuando nos encerramos en un caparazón de aislamiento, nos deprimimos.
Cuando vemos el mundo que nos rodea de manera negativa nos volvemos cínicos y críticos.
Presentamos una larga lista de quejas y agravios contra los demás y ponemos excusas para nuestro aislamiento. Un espíritu agradecido nos saca de nosotros mismos.
La única manera de mantener afuera las actitudes negativas, es tener adentro las actitudes positivas.
La gratitud quita la vista de nosotros mismos y la pone en las necesidades de los demás.
Puedes desarrollar la actitud de gratitud mediante un simple acto de obediencia. «Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús«. (1 Tes 5:18).
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