OPINIÓN

Los cristianos también combaten la depresión

La Gaceta cristiana/

Los niveles de depresión en el mundo están en continúo crecimiento y los cristianos no están inmunes a este mal. A través de los años, muchos cristianos populares han tomado drásticas decisiones dentro de sus batallas de depresión y ansiedad.

Justamente el año pasado, el suicido del Pastor de Inland Hills, Andrew Stoecklein conmovió a América, después de que el ministro admitió luchar contra la depresión. Un alarmante número de pastores y cristianos líderes han tomado esta terrible decisión en los últimos cinco años.

Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión es la principal causa de suicidio y afecta a 300 millones de personas en el mundo. Se estima que el 15% de las personas sufren algún grado de depresión durante sus vidas.

Entre los jóvenes adultos, la tasa de suicidio es del 56%. Entre personas de 20 o 21 años se ha duplicado el porcentaje. La ansiedad y la depresión entre personas de más de 25 años presenta cifras altísimas desde 2017.

Músicos y líderes cristianos comparten sus historias acerca de cómo luchan contra estas enfermedades y males.

¿Qué puede hacer la Iglesia para ayudar?

Chapman considera que la gente de fe debe desechar la idea de que la depresión es una ‘fase de la vida que se debe superar’.

“Ese tipo de lenguaje lleva a los cristianos a pensar que no deben hablar hasta haber llegado a una solución”.

El popular cantautor y poeta William Cowper, quien escribió “Dios se mueve de maneras misteriosas”, sufría terriblemente.

“Tanta gente maravillosa en la fe ha luchado tenazmente contra la depresión. Cowper intentó quitarse la vida en varias ocasiones, pero no se supo de esas situaciones, ya que sólo se acostumbra a destacar los triunfos de las personas”, remarcó Chapman. “Esto nos coloca en una posición, especialmente dentro de la Iglesia, donde no podemos abordar estas enfermedades de manera integral”.

Chapma recordó el suicidio del hijo del reconocido Pastor Rick Warren en 2013. “Es una realidad en la Iglesia, una realidad que requiere que seamos honestos y reconozcamos que se debe orar a Dios y también tomar medidas prácticas. Las enfermedades mentales impactan con fuerza y se deben tomar medidas para abordarlas. Debemos hablar al respecto y no estigmatizar a quienes sufren en la Iglesia, especialmente”, insistió Chapman.

Aquellos que se han sentido abandonados en las congregaciones, necesitan saber que existe una salida.

Cuando las iglesias fallan en la ayuda, Dios no olvida a quienes lo necesitan, Él encuentra maneras de alcanzarlos”.

“La gente dice que hay que ‘aprender a vivir con la depresión’. No. Estamos llamados a vencerla. Estamos llamados a alcanzar nuestros sueños. Es tiempo de luchar por nuestra felicidad. Es una promesa de Dios. Él nos ayudará y nos proveerá las herramientas”.

 

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