Por fin
Fernando Berrocal /Abogado y Periodista/
Por fin… después de más de dos años de gobierno y cinco meses de pandemia, el gobierno del PAC se abrió a un incipiente diálogo con los alcaldes y con las cámaras empresariales. Falta que se reúnan y escuchen las propuestas de los sindicatos del sector público y, especialmente, de los educadores.
La curva de aprendizaje de este gobierno ha sido demasiado larga y costosa.
Ha sido difícil que la prepotencia, el orgullo, la incapacidad y la inexperiencia, se allanen frente a la realidad y que, el diálogo constructivo, se abra paso como el mejor instrumento político para gobernar en democracia y libertad.
Todavía les falta aceptar plenamente:
1.- Que la unidad nacional que pide el presidente Alvarado no se construye solo con palabras, sino con diálogo, hechos y acciones consensuadas.
2.- Que la gente está harta de la “campaña del miedo” y que la estrategia de comunicación del gobierno debe cambiar radicalmente.
Nada es seguro, pero a lo mejor, por fin… ojalá las cosas comiencen a cambiar. Eso sería positivo para el país. O creamos confianza o nos derrumbamos.
El agotamiento del modelo de desarrollo del país, se sentía desde hace varios gobiernos y los beneficios del mismo estaban concentrados en la parte alta de nuestra sociedad, transformándonos en uno de los países más desiguales e inequitativos del mundo. Esa situación económica y social fue la que explotó con la pandemia, amenazando las bases de nuestro Estado Social de Derecho.
También es cierto que, desde hace muchos años, debíamos haberle entrado a la reforma estructural del Estado Costarricense y a una reforma tributaria progresiva y democrática. Nos faltó visión, determinación y mucho liderazgo.
Pero la gran crisis es ahora y esto es lo que tenemos. No existe otra realidad. Lo que hay es lo que tenemos.
Frente a esta realidad, la necesaria unidad nacional solo se construye con diálogo y abriéndole espacio, constructivamente, a todos los sectores económicos y sociales, para generar así acciones consensuadas. Los acuerdos de cúpula del gobierno con los partidos políticos y los Diputados, en la Asamblea Legislativa, no son en absoluto suficientes.
Los Diputados hicieron bien en aprobar el crédito con el FMI por $504 millones y harán bien en aprobar el resto de los créditos con organismos multilaterales que están en proceso, estableciendo los controles obligatorios y necesarios.
Eso es cambiar deuda cara por deuda más barata y a más tiempo. Eso es darle oxígeno a este gobierno y no hay otro camino. Al menos por ahora. Pero el gobierno, como contrapartida, debe saber que el pueblo no aceptará más impuestos y que la reactivación y la apertura gradual e inteligente de la economía, cumpliendo las medidas de salud, es una exigencia nacional.
Es eso o, como dice un amigo “una chispa y hay incendio” y ese, sin duda alguna, sería el peor de los escenarios posibles para Costa Rica en este 2020.
(Los comentarios y artículos de opinión, son propios de las personas que los escriben y no necesariamente representan el pensamiento de este medio).