Internacionales

¿El coronavirus se transmite por aire?

Apoorva Mandavilli  / The New York Times /

Según un estudio reciente, el virus sobrevive más tiempo en unos materiales (como plástico y acero) que en otros (como el cartón) e incluso podría permanecer en el aire que nos rodea.

El coronavirus puede vivir durante tres días en algunas superficies como el plástico y el acero, según una investigación reciente. Los expertos dicen que el riesgo de que las personas se infecten al tocar esos materiales aún es bajo, aunque ofrecieron advertencias adicionales sobre cuánto tiempo sobrevive el virus en el aire, lo que puede tener implicaciones importantes para los trabajadores médicos.

El estudio, publicado el 17 de marzo en el New England Journal of Medicine, también sugiere que el virus se desintegra durante el transcurso de un día en materiales como el cartón, lo que disminuye la preocupación de que las entregas a domicilio propaguen el virus durante este periodo de reclusión y trabajo desde casa.

Los investigadores sostienen que cuando el virus se suspende en gotículas de menos de 5 micrómetros —conocidas como aerosoles— puede estar suspendido durante aproximadamente media hora antes de descender y asentarse en las superficies, donde puede permanecer varias horas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que el virus no es principalmente transportado por aire, sino por gotículas respiratorias. Pero asegura que está estudiando investigaciones sobre las formas de propagación.

El virus permanece más tiempo en plástico y acero, en donde puede estar hasta 72 horas. Pero la cantidad de virus viable disminuye bruscamente durante este tiempo. Por ejemplo, en el cobre solo sobrevive por cuatro horas. Sobre cartón, sobrevive hasta 24 horas, lo que sugiere que los paquetes que llegan por correo solo deberían tener niveles bajos del virus, a menos que la persona que lo entregó haya tosido o estornudado o lo haya manipulado con manos contaminadas.

A menos que las personas que manejan cualquiera de estos materiales estén enfermas, el riesgo real de infectarse es bajo, según dijeron los expertos.

“Todo lo que hay en los supermercados y en los envases y bolsas de comida para llevar en el restaurante podría, en teoría, tener virus infecciosos”, dijo Linsey Marr, quien no formó parte del equipo que desarrolló la investigación, pero es experta en la transmisión de virus por aerosol y trabaja en el Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia, en Blacksburg. “Podríamos volvernos locos discutiendo sobre las posibilidades porque todo es una fuente potencial, por lo que debemos centrarnos en los mayores riesgos”.

Si las personas están preocupadas por el riesgo, podrían limpiar los paquetes con toallitas desinfectantes y lavarse las manos, dijo.

No está claro por qué el cartón sea un ambiente menos hospitalario para el virus que el plástico o el acero, pero puede explicarse por la absorción o las características fibrosas del embalaje en comparación con las otras superficies.

Que el virus pueda sobrevivir y lograr ser infeccioso en los aerosoles también es importante para los trabajadores de la salud.

Durante semanas, los expertos han sostenido que el virus no se transmite por el aire. Pero, de hecho, puede viajar por el aire y permanecer suspendido durante aproximadamente media hora.

Lo que sucede es que el virus no permanece en el aire a niveles suficientemente elevados como para ser un riesgo para la mayoría de las personas que no están físicamente cerca de una persona infectada. Pero los procedimientos que utilizan los trabajadores de la salud para atender a los pacientes infectados pueden generar aerosoles.

“Cuando ingresa un paciente con neumonía grave, ese tipo de pacientes deben ser intubados”, dijo Vincent Munster, virólogo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos que dirigió el estudio. “Todos esos procedimientos podrían generar aerosoles y gotículas”.

Los trabajadores de la salud también pueden recoger esas gotículas y otras gotas más grandes en su equipo de protección cuando trabajan con pacientes infectados. Marr advirtió que esas pequeñas y grandes gotas podrían volver a suspenderse en el aire cuando se quiten el equipo de protección y así estarían expuestos al virus.

Una investigación que está siendo analizada por expertos confirma este temor. Y otro estudio, publicado el 4 de marzo en la revista especializada Journal of the American Medical Association (JAMA), también indica que el virus es transportado por aire. Ese estudio, realizado en Singapur, encontró el virus en un ventilador ubicado en la habitación del hospital de un paciente infectado, donde solo pudo haber llegado por vía aérea.

La OMS está estudiando investigaciones sobre la transmisión por el aire del virus, pero de momento los trabajadores de la salud deben usar un tipo de equipo —que incluye máscaras de respiración— suponiendo que sí se transmite por esa vía.

“Según la ciencia de los aerosoles y los hallazgos recientes sobre el virus de la gripe”, dijo, “es probable que las máscaras quirúrgicas sean insuficientes”.

Marr dijo que, según la física, un aerosol liberado a una altura de aproximadamente 1,80 metros caería al suelo después de 34 minutos. Sin embargo, los hallazgos no deberían causar pánico en el público en general, porque el virus se dispersa rápidamente en el aire.

“Suena aterrador pero, a menos que estés cerca de alguien, la cantidad a la que has estado expuesto es muy baja”, afirmó.

Marr lo comparó con el humo del cigarrillo o el aliento que es visible durante un día helado. Cuanto más cerca esté otra persona del humo o al aliento exhalado por alguien, más perciben el olor; entonces, para cualquier persona que esté más allá de unos pocos metros de distancia, hay muy poco virus en el aire como para ser un peligro.

Para evaluar la capacidad del virus para sobrevivir en el aire, los investigadores diseñaron lo que Munster describió como “experimentos bizarros realizados en condiciones experimentales controlables bastante ideales”. Utilizaron un tambor giratorio para suspender los aerosoles en niveles de temperatura y humedad similares a los que hay en un hospital.

En estas circunstancias, el virus sobrevivió y permaneció infeccioso hasta por tres horas, pero su capacidad de infectar descendió radicalmente durante este lapso, dijo Munster.

Dijo que los aerosoles podrían permanecer en el aire solo durante unos diez minutos, pero Marr no estuvo de acuerdo con esa evaluación y dijo que podrían permanecer en el aire el triple de ese tiempo. También dijo que las condiciones en el experimento podrían ser menos cómodas para el virus que un entorno de la vida real.

Por ejemplo, los investigadores usaron una humedad relativa del 65 por ciento, dijo Marr. “Muchos, aunque no todos los virus, no reaccionan bien a este nivel de humedad”, dijo. Hay virus que sobreviven mejor a una humedad más baja o a una mucho más alta. La humedad en una casa con calefacción es inferior al 40 por ciento, “a lo que el virus podría permanecer todavía más tiempo”, dijo.

La mucosidad y los fluidos respiratorios también podrían permitir que el virus sobreviva más tiempo que los fluidos de laboratorio que los investigadores usaron para sus experimentos.

Otros especialistas dijeron que los hallazgos del estudio revelan la necesidad apremiante de tener más información sobre la capacidad del virus para sobrevivir en aerosoles y en condiciones diferentes.

“Necesitamos más experimentos como este. Más estudios que extiendan más de tres horas el tiempo de muestreo experimental para el virus en aerosol y que pruebe su capacidad de sobrevivir en condiciones distintas de temperatura y humedad”, dijo Jeffrey Shaman, experto en ciencias de la salud ambiental en la Universidad de Columbia.

Munster señaló que el nuevo coronavirus, comparándolo con sus primos cercanos que detonaron epidemias previas —como los virus que causan el síndrome respiratorio agudo grave (SRAG) y el síndrome respiratorio de Medio Oriente (MERS, por sus siglas en inglés)—, no parece ser más capaz de sobrevivir durante largos periodos. Eso sugiere que hay otras razones, como la transmisión por personas que no presentan síntomas, para explicar su capacidad de causar una pandemia.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba