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Leña para el Fuego (Entrega 3)

Apóstol Rony Chaves /

Para verdades el tiempo: Saúl, un gobernante sin carácter.

Texto Bíblico de Estudio: 1 Samuel 8:5-10.

«y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones.
Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová.
Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos.
Conforme a todas las obras que han hecho desde el día que los saqué de Egipto hasta hoy, dejándome a mí y sirviendo a dioses ajenos, así hacen también contigo.
Ahora, pues, oye su voz; mas protesta solemnemente contra ellos, y muéstrales cómo les tratará el rey que reinará sobre ellos.
Y refirió Samuel todas las palabras de Jehová al pueblo que le había pedido rey».

I- INTRODUCCIÓN

Dios le ha concedido a muchos hombres y mujeres y aun a familias, gobernar o reinar sobre naciones e imperios.

Muchos de ellos dejaron buenas huellas de su paso por el destino y desarrollo de estos pueblos, mas la gran mayoría, perdió grandes oportunidades de dejar grandes y positivas huellas en el historial de sus familias, de sus dinastías y de sus naciones, por su falta de carácter, el  Rey Saúl en Israel fue uno de ellos.

Lamentablemente, este tipo de líderes y gobernantes sin control de sus propias vidas, sin control de sus pasiones y de sus vicios, aun siguen apareciendo entre nuestros países con el apoyo de miles de miles de seguidores seducidos e incautos, que los llevan al poder sin tener una idea del daño que le harán a su pueblo y a las generaciones futuras. ¡QUE DIOS NOS LIBRE DE ELLOS!

II- EL PUEBLO PIDIÓ SU REY Y DESECHÓ A DIOS

«y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones.
Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová»
. (Versículos 5 y 6).

– Nuestras naciones están lejos de ser una teocracia, realmente hemos tratado de vivir en los últimos años de nuestras historias mediante la democracia como el sistema de gobierno que nos dirija nuestros destinos.

A diferencia con una teocracia en la cual todo gira ante el gobierno y la Autoridad de Dios expresada a través de sus escogidos reyes, en las democracias es el pueblo el que escoge quienes serán sus gobernantes y no necesariamente eligen a aquellos que tienen una buena relación con el Eterno.

– Entre más impío e irrespetuoso de Dios sea un gobernante principal, menos posibilidad tendrá el pueblo de recibir la bendición de Dios y de ser dirigido bien.

– Reitero, entre más pecador o ateo sea quien gobierna, más se expone a los gobernados a perder bendiciones del Cielo y más bien, quedan expuestos a serias consecuencias morales y socioeconómicas por no tener nacionalmente la cobertura o abrigo del Altísimo.

«Ahora, pues, oye su voz; mas protesta solemnemente contra ellos, y muéstrales cómo les tratará el rey que reinará sobre ellos.
Y refirió Samuel todas las palabras de Jehová al pueblo que le había pedido rey
“. (Versículos 9-10).

III- UN GOBERNANTE SIN DIOS: ES GARANTÍA DE UN MAL FINAL

– Saúl comenzó bien su reinado, en humildad y equidad, más torció su camino cuando llegó a la cima de sus victorias y de su expansión.

– Mientras Saúl se mantuvo apegado a la Ley de Jehová y obedeciéndole a Él a través de Su Profeta Samuel, él, su familia y la nación israelita tuvieron grandes victorias y bienestar.

Más a partir del momento en que desobedeció al profeta y a Jehová, comenzaron sus calamidades y un caminar de derrota y angustia de todo la nación.

«Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saúl respondió: Porque vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado, y que los filisteos estaban reunidos en Micmas,
me dije: Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal, y yo no he implorado el favor de Jehová. Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto.

Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre.

Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó». (11-14)

IV- MUERTE Y DESTRUCCIÓN ES EL LEGADO DE UN MAL GOBERNANTE

– Así como el amor y devoción de David hacia Dios perpetuó a sus descendientes en el trono de Israel , el pecado de Saúl y su menosprecio a la Ley del Señor, le abrió la puerta a la destrucción de sus hijos y cortó sus oportunidades de convertirse en una poderosa dinastía real en Israel.

El pecado de un Rey y su inclinación hacia el poder del ocultismo ,marcó para mal a sus descendientes ,e introdujo a su nación en un tiempo de desgracia y derrota en manos de sus enemigos.

«Los filisteos, pues, pelearon contra Israel, y los de Israel huyeron delante de los filisteos, y cayeron muertos en el monte de Gilboa.
Y siguiendo los filisteos a Saúl y a sus hijos, mataron a Jonatán, a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl.
Y arreció la batalla contra Saúl, y le alcanzaron los flecheros, y tuvo gran temor de ellos.
Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y me traspasen, y me escarnezcan. Mas su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl su propia espada y se echó sobre ella.
Y viendo su escudero a Saúl muerto, él también se echó sobre su espada, y murió con él.
Así murió Saúl en aquel día, juntamente con sus tres hijos, y su escudero, y todos sus varones.
Y los de Israel que eran del otro lado del valle, y del otro lado del Jordán, viendo que Israel había huido y que Saúl y sus hijos habían sido muertos, dejaron las ciudades y huyeron; y los filisteos vinieron y habitaron en ellas».
1 Samuel 31:1-7.

V- SAÚL, UN MAL GOBIERNO Y UN MAL FINAL

– Debe quedarnos claro que Dios permitió que la vida del Rey Saúl terminara temprano, esencialmente porque él hizo lo malo contra Dios y contra su ungido David, pervirtiéndose al ir detrás de los poderes del ocultismo satánico.

– Su triste final y el de sus hijos, fue provocado por caminar lejos de Jehová.

Esto nos dice 1 CRÓNICAS 10:13-14 sobre esta verdad:

«Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó, y porque consultó a una adivina,
y no consultó a Jehová; por esta causa lo mató, y traspasó el reino a David hijo de Isaí»
.

Moraleja para todos:

Que Dios nos de gobernantes conforme a su corazón, que bendigan con su gestión al pueblo y marquen para bien a nuevas generaciones.

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