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La maravillosa visita de un equipo AMM al Ecuador

Se concentró en tres regiones: Ambato, Santa Elena y Guayaquil.

Róger Murillo-periodicomaranata.com/

Del 7 al 12 de octubre la delegación de Avance Misionero Mundial (AMM) formada por Rony Chaves, Alexandra Quesada, Luigi Castro y Jorge Arrieta, estuvieron realizando diversas Escuelas sobre Evangelismo Profético en Ecuador.

Como recordaremos, Ecuador se asocia con la mitad del mundo, porque justamente el país está ubicado sobre la línea ecuatorial que divide el planeta en dos hemisferios: Norte y Sur.

La visita a este país suramericano se concentró en tres regiones: Ambato, Santa Elena y Guayaquil.

Todo este esfuerzo fue coordinado desde Ecuador por el profeta Antonio Abril, “hijo” del ministerio de Rony Chaves.

Antes de comenzar esta serie de escuelas, el 4 de octubre en el Hotel Ramada, en Guayaquil, se reunió un aproximado de 150 líderes ministeriales para orar por el éxito de la visita del equipo de AMM. Esta convocatoria la realizó también Antonio Abril.

El comité de bienvenida de una vez oró por el equipo en el aeropuerto.

En Ambato imponiendo manos en una maqueta del Ecuador.

Ambato la primera Escuela

Una vez que el grupo aterrizó en el aeropuerto de Quito y fueron recibidos por el profeta Antonio Abril y el apóstol Juan Zambrano, se trasladaron hacia la zona de Ambato ubicada a unos 150 kilómetros de la capital.

Fueron tiempos gloriosos en esta región de la provincia de Tungurahua, una de las 24 que conforman la República de Ecuador.

El viernes 7 la actividad se realizó a las 5 de la tarde en el auditorio del Concejo Provincial y el sábado 8 en el auditorio Gad, municipio de Ambato.

La primera predicación le correspondió al apóstol Jorge Arrieta, quien habló del libro de los Hechos y del ministerio de Felipe.

Con base en esta enseñanza se motivó a los asistentes a volver al evangelismo, pero con un mensaje de señales y milagros.


El apóstol Jorge Arrieta en Ambato.

La profeta Alexandra Quesada, igualmente animó con su mensaje a los líderes a buscar a los perdidos, recordándoles que el Espíritu Santo nos fue dado para llevar luz en medio de las tinieblas que envuelven a nuestra sociedad. La esencia de su predicación fue “Cristo en nosotros esperanza de gloria”.

Por su parte el apóstol Rony, entregó a los presentes su percepción profética sobre las cercanías de un avivamiento que Dios quiere derramar en el país, al tiempo que los desafió a alcanzarlo con pasión, procurando a la vez volver al evangelismo.

Las dos convocatorias en Ambato fueron maravillosas y llenas del poder de Dios, donde la segunda noche se ungió a todos los participantes.

Cabe resaltar la visita que el equipo de AMM y un grupo de intercesores locales realizaron a la parte norte de Ambato, a un monte como a 3.000 metros de altura, donde se ubican torres y antenas de diversos medios de comunicación.

La idea fue orar por el país, pero también tomar autoridad sobre toda influencia espiritual que esté dominando el contenido que se transmite por esas vías.

La Dra. Brith Vaca, vicealcaldesa de Quito después de entregarle la placa al apóstol Rony.


Este fue el reconocimiento entregado por la vicealcaldesa.

Un reconocimiento más

Una linda sorpresa fue la visita de la vicealcaldesa Metropolitana de Quito, la Dra. Brith Vaca, -presidenta de la Comisión Permanente de Salud-  
quien entregó una placa al apóstol Rony, por sus 45 años de servir a Dios y a las naciones.

“Este reconocimiento sin duda nos compromete con el Señor a seguir adelante y continuar con la tarea de predicar el evangelio en todos los lugares que él nos lleve”, expresó el apóstol Rony.


Gran cantidad de ministerios se dieron cita en Santa Elena.

El salmista Luigi Castro orando en La Libertad.

La bella tierra de Santa Elena

La segunda escuela fue en Santa Elena (capital), décimo cuarta provincia más poblada del país, situada al occidente del Ecuador en la zona geográfica conocida como región litoral o costa.

Aquí las reuniones fueron en la cancha de basquetbol de la ciudad, facilitada por la alcaldía de La Libertad, ciudad ecuatoriana que es la urbe más poblada de la provincia de Santa Elena.


El tiempo del abrazo fue algo maravilloso.

Había gente que no recibía un abrazo desde mucho tiempo atrás.

La bendición de un abrazo

Lo que quizá iba a ser una reunión convencional, con la hermosa presencia del Espíritu de Dios -como siempre – se convirtió en algo más extraordinario, al sentir el apóstol Rony el llamado del Señor para que abrazara a cada uno de los asistentes.

Eso le recordó algo que ya el Espíritu Santo le había dicho que hiciera en el Centro Mundial de Adoración (CMA) -Costa Rica- en el tiempo de pandemia.

“Al llegar a la cancha sentí la misericordia de Dios y una voz que me decía tócalos en mi nombre, abrázalos, bendícelos y eso fue lo que hice, fue algo glorioso”, manifestó el apóstol Rony en un comunicado desde la zona.

Y agregó; “es tiempo que los ministros bajen de sus púlpitos y abracen a las familias, no se imaginan el impacto que esto producirá en ellos. Son abrazos que sanan, saludos que imparten vida y sanidad de Dios”.

Fue un honor contar con la presencia del alcalde de La Libertad, don Víctor Valdivieso Córdova.

Hermosa presencia de Dios

De acuerdo con el informe recibido por el periódico Maranata desde la región La Libertad, lo que ocurrió en los dos días fue un verdadero desborde del “río” de Dios en los asistentes.

El apóstol Rony lo definió como algo apoteósico, deslumbrante, que bendijo en demasía a niños, jóvenes y adultos.

En esta escuela también se ungió a cada uno de los asistentes.

La gloria de Dios se manifestó en el Teatro Centro Cívico de Guayaquil.

La profeta Alexandra Quesada animando a los ministerios a volver al evangelismo.

Fuego de Dios en Guayaquil

El Teatro Centro Cívico Eloy Alfaro fue la sede de la última Escuela de Evangelismo Profético los días 11 y 12 de octubre.

Sin duda Guayaquil la hermosa ciudad portuaria del Ecuador, recibió el “fuego” de Dios, donde él manifestó su gran gloria.

El Señor soltó su poder sobre los asistentes en este lugar, donde llegaron gran cantidad de líderes ministeriales de zonas aledañas y de otras regiones del país.

De acuerdo a la percepción del apóstol Rony, se sentía el “hambre” de Dios en cada líder ministerial.


El apóstol Jorge Arrieta ministrando en Guayaquil.

 

 

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