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 Freddy Rodríguez, con un claro llamado evangelístico

Adina Hernández Reyes /periodicomaranata.com

Este entrevistado se llama Freddy Rodríguez, tiene 43 años, nació en Zapote, (San José, Costa Rica) y es hijo de Efraín Rodríguez y Alicia Calvo.

Sus padres jamás se imaginaron que traerían al mundo a un evangelista en potencia, un hombre en el que el Cielo depositaría un don de hablarle de Dios a toda persona que se encuentre en el camino. No importa si ese prospecto duerme en la calle, es un paciente de hospital, alguien de alta alcurnia o es un empresario importante.

Freddy está tan seguro de su llamado, que no le tiembla su voz para confrontar con la Palabra a alguien, pero con respeto, tolerancia y compasión.

Sensible al llamado

Todo comenzó hace 30 años atrás, cuando laboraba para una empresa constructora ubicada por el Parque Metropolitano de La Sabana, cuando un día mientras almorzaba en un asiento al aire libre, un joven con Biblia en mano pasó y le dijo “Jesucristo te ama y quiere que le sirvas”.

“Aquella frase quedó grabada en mi mente y en mi corazón, eso fue todo lo que me dijo, no me predicó. Es más, cuando lo vi con Biblia, me predispuse a resistir cualquier cosa que me dijera, pero no me dejó opción, me dio ese mensaje y se fue”, recuerda Freddy.

Días después Carmen Rodríguez, su hermana, quien estaba a punto de dar a luz, se lleva la sorpresa de que su parto debe ser vía cesárea, lo cual preocupó a la familia.

Eso hizo que Freddy se relacionara por primera vez con un hospital y viviera muy de cerca las necesidades de los enfermos. Extrañamente desde esa vez, comenzó a sentir compasión por los pacientes de los centros hospitalarios.

Meses después alguien lo invitó a participar en un partido de fútbol donde estaban miembros de una iglesia cristiana, luego de ese juego el pastor de dicha congregación, lo invitó a una de las reuniones de esa iglesia pentecostal de Concepción de Tres Ríos.

Él accedió a ir y se sorprendió cuando llegó a esta comunidad cristiana y lo primero que vio fue al mismo joven que meses atrás le había dado aquellas palabras en el parque de La Sabana.

“Yo me acerqué a él y le dije que quizá no se recordaba de mi, pero que su mensaje había quedado en lo profundo de mi corazón y Dios estaba tratando conmigo desde aquel momento”, enfatizó Rodríguez.

Tres cultos después, Freddy ya estaba entregando su vida a Jesús y sin saber, entró a una nueva dimensión de fe, al tiempo que se estaba activando un ministerio de evangelista en su vida, sin que de momento pudiera entenderlo.

Por esas cosas que el Espíritu Santo hace, empieza a visitar pacientes de los hospitales Calderón Guardia, San Juan de Dios y del México.

Extrañamente los guardias lo dejaban entrar sin que tuviera ningún carné, pareciera que ellos entendían que era un empleado de la CCSS de alto rango.

Colaborando en el Calderón Guardia, conoció a representantes de Asocriip y pronto se relacionó con ellos, de manera que le dieron credenciales.

“Estando de lleno con el grupo de apoyo del Calderón Guardia, mi mamá fue internada en ese hospital por un tropiezo de salud muy serio. Pero una madrugada tuve un sueño y veo a mi madre sentada, comiendo, de lo cual yo interpreto que el Señor la va a sanar y la sacará del hospital. Yo me despierto asustado, pero cual es mi sorpresa que precisamente a las dos de la mañana de ese mismo día, mi hermana Carmen, estando con ella, me llama por teléfono para decirme que mamá estaba en perfecto estado de salud y que se había levantado a comer. Esa fue mi primera experiencia con el Espíritu Santo, donde comencé a comprender que Dios, puede revelar cosas a los hombres, cuando Él lo desea y en la forma que lo quiera hacer”, aseveró Freddy.

Su primera predicación en público

Después de laborar 10 años en la empresa de arquitectura, ingresó a trabajar en el hotel Aurola Holiday Inn.

Fue ahí donde tuvo la primera experiencia de hablar en público a un grupo de personas, sobre el plan de Dios.

Se planificaba la fiesta de empleados de diciembre, cuando Freddy propuso a la gerencia del hotel la necesidad de sacar un tiempo para hablar de aspectos espirituales, en medio de una sociedad materializada y humanista, que solo piensa en el presente y poco debate si existe el más allá después de la muerte.

La idea caló muy bien en la gerencia y fue aprobada, por lo tanto, Freddy ahora tenía que superar sus nervios, asumir el reto que él mismo propuso y por primera vez presentar el mensaje divino a un conglomerado de profesionales de diversos sectores sociales, que laboraban en aquel hotel.

Y Dios que respalda a los valientes, no abandonó a Freddy y la presentación tuvo excelentes resultados espirituales, cuya gloria toda fue para Dios.

Algo similar ocurrió cuando trabajó para el Hotel Amón Plaza, donde le tocó presentar a las altas autoridades, la necesidad de tener tiempo para Dios, lo cual el Señor respaldó en gran forma.

Ahí fue tal la gracia que Dios le dio, que hasta le daban una habitación para quedarse, cuando tenía que preparar reuniones con fines espirituales.

Milagros tras milagros en el Calderón Guardia

Pero si hay un lugar donde Dios se ha glorificado usando este ministerio, es en el grupo de apoyo del hospital Calderón Guardia, donde el Señor ha realizado cualquier cantidad de sanidades y maravillas.

Estas manifestaciones del poder del Señor, han animado la fe no solo de Freddy, sino del grupo de pastores y líderes que todos los miércoles se unen para orar y luego invitar a los pacientes a una reunión donde se presenta la Palabra de Dios con toda pasión y esperanza.

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