Formación

A propósito de la depresión en los ministerios

¿Por qué alguien que ha conocido a Dios y su poder, llega a pedir su muerte?

Pastor Edgar Mendoza B. /

Basado en la historia de Elías de 1 de Reyes 19.

«Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos. Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida».

Siempre he dicho que no hay grandes hombres de Dios, sino un Dios grande en hombres frágiles y pequeños. Vasos de barro con un gran tesoro dentro.

Revisemos algunos aspectos

1- Elías no supo enfrentar la crisis por temor a la muerte.

El temor es contrario a la fe y el profeta en esta ocasión muestra su fragilidad humana al no confiar en su Dios.

2- No vemos al siervo orando, ni consultando a Dios, más bien «viendo el peligro huyó para salvar su vida».

Evadir los problemas los agrava y pueden ser letales. Mucha gente incluyendo ministros se han suicidado.

3- Elías huyendo y con mucho temor caminó de Israel hasta Beerseba, 24 horas a pie, un total de 70 Km.

Allí cometió otro gran error, dejar a la persona más significativa, su amigo, su criado, el que le podía ayudar en el camino con la carga, conversándole y motivándole, pero él decidió continuar solo. 

En prueba y depresión, estar solo es mortal.

Cuando estamos desfasados, no podemos pensar bien, por eso necesitamos de los demás, debemos hablar, buscar consejo y oración de otros ministros o hermanos maduros.

4- Caminó 24 horas solo, un día entero y se sentó debajo de un árbol con miedos, inseguridades, deprimido. Y exclamó al Señor: ¡Basta ya! 

Estaba reclamando o regañando a Dios por su «desdicha» o prueba y luego pide en oración la muerte, diciendo «quítame la vida».

¿Por qué alguien que ha conocido a Dios y su poder, llega a pedir su muerte? Posibles respuestas. Agotamiento espiritual, emocional, físico, problemas en el hogar, en el trabajo, en la iglesia, deudas, no ve crecimiento, su salario no le alcanza, etc. Lo que sigue es la frustración. 

¿O será que Dios quiere enseñarnos la fragilidad humana? Vasos de barro con un tesoro dentro. Seamos humildes y reconozcamos nuestras áreas débiles.

En la segunda parte de ese versículo, Elías dice más o menos lo siguiente:

Señor, pensándolo bien, en el desierto llegué a la conclusión de que yo no soy mejor que mis padres, ni ningún otro ser humano.

Otro error. Compararnos con los demás. Ya para este momento tenía el autoestima por el suelo.

Recopilemos

Tiene miedo, no ora, huye, se deshace de su criado, se deprime, pide la muerte y se le baja el autoestima.

5- En su depresión solo desea escapar del problema, se acuesta a la sombra del árbol y se duerme.

La persona deprimida solo quiere dormir y huir de los demás para estar sola. Suele ocurrir que no desea comer, ni beber, ni hablar, solo dormir. Y cuando despierta aparecen voces, pensamientos auto destructivos y deseos de morir.

Se presentó un ángel de Dios hablándole, lo cual en depresión y angustia es importante. Él lo motiva a comer y beber.

Pero come, bebe, no habla y se vuelve a dormir.

El ángel de Jehová regresa por segunda vez  (porque el Señor nunca nos abandona en nuestras crisis).

El ángel le da la orden de levantarse y continuar el camino, ya que le faltaba mucho.  

Dato importante: De Beerseba a Horeb hay 312 Km. En taxi actualmente se dura 10 horas 38 minutos.

Con aquella cena provista por Dios, Elías caminó cuarenta días y cuarenta noches. Un mes y diez días. Luego llegó a Horeb.

6- ¿Qué hizo el frágil y pequeño siervo de Dios tan humano como nosotros en Horeb? 

No subió como Moisés a la montaña sagrada a orar. Se encuevó y posiblemente se durmió sin comer ni beber nada. Quería morir. ¿Qué le esperaba allí a Elías?  La muerte. 

Pero aparece su Dios y lo llama como a Adán y le pregunta. ¿Qué haces aquí, con miedo, huyendo, solo, deprimido, con baja autoestima, deseando la muerte hombre de Dios? 

Y Elías responde una verdad un poco cuestionada según su criterio y conocimiento limitado. 

«He sentido un vivo celo por mi Dios…..»  «Y solo yo he quedado y me buscan para matarme».

Es como decir, prefiero morir aquí  huyendo del ministerio, de mi responsabilidad, de mi pueblo, iglesia y familia. Solo y sin amigos, deprimido, con mucho miedo.

O a lo mejor, si Elías hubiese sido tico, quizá le hubiera dicho a Dios , «aquí estoy, prosperado, bendecido y en victoria».  Una respuesta que suelen dar muchos creyentes de nuestras  iglesias.

Creo que a veces nos falta sinceridad y transparencia.

Después dice «me buscan para matarme y solo yo he quedado como profeta tuyo oh Dios».

¿No se le parece a la actitud que tenemos algunos de nosotros como ministerios contemporáneos? 

A veces nos ponemos una máscara para aparentar que estamos bien, aunque no sea así. Es hora de ser sinceros con nosotros mismos y con Dios, confesándole como nos sentimos, de todas maneras, él lo sabe todo.

Dios desea ayudarnos, pero huyendo, reclamando, decretando, dándole órdenes a Dios no lo vamos a lograr. Pongámonos de rodillas y hablemos la verdad, digámosle al Espíritu Santo como nos sentimos, cuál es nuestra realidad.

Confesemos nuestros miedos, pecados, fracasos y hallaremos misericordia y perdón.

Quizá Jesús nos está buscando como a los caminantes de Emaús y hoy nos habla, tomemos esta oportunidad y no la dejemos pasar. Este es el día que hizo el Señor para nosotros.

7-  Respuesta divina.

» Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal. ( Ídolos)…. 

Acto seguido.

El Señor lo restauró, lo envió de nuevo al campo de trabajo y cuando cumplió con lo encomendado se lo llevó en un carro de fuego.

Mis consiervos

¿Qué se hubiera escrito en la placa del cementerio respecto al profeta Elías, si Dios no lo hubiera rescatado de su crisis?

Tal vez la siguiente leyenda : «Aquí yacen los restos del profeta Elías, que hizo llover fuego del cielo, resucitó muertos, ejecutó una variedad de milagros y fue un gran predicador. Pero murió en una cueva, con miedos, huyendo del ministerio, solo, sin amigos, deprimido y devastado. El ministerio para él fue letal».

Que Dios tenga misericordia de nosotros.

Venid a mí todos los que estén pasando por crisis, cansados, agobiados, frustrados, enfermos, devastados y sin deseos de vivir, y yo Jesucristo los haré descansar. (Mt. 11: 28).

(Los comentarios, artículos de opinión, de testimonio o de formación espiritual, así como las informaciones que reproducimos de otros medios, sean noticias o debates, son propios de las personas que los escriben y no necesariamente representan el pensamiento de este medio).

 

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