Internacionales

El momento oscuro de Haití

Este país requiere de nuestro clamor y apoyo espiritual.

Róger Murillo-periodicomaranata.com / Fotos: Richard Pierrin / AFP/

Sin duda, Haití pasa por uno de los momentos más oscuros de su historia.

Inseguridad, pandillas que intentan adueñarse del país, miles de asesinatos, otro tanto de lesionados y cientos de secuestros.

A lo anterior hay que agregarle linchamientos, violaciones sexuales y quema de inmuebles, que han provocado que algunos ciudadanos intenten tomar la justicia en sus manos, agregando más violencia a su entorno.

Según el Departamento de Protección Civil del país, para mediados del mes de agosto las pandillas controlaban el 80% de Puerto Príncipe (capital).

Pero esta no es la única zona golpeada por el crimen, otras regiones también.

«La comunidad humanitaria está muy preocupada por esta nueva escalada de violencia extremadamente brutal. Familias enteras, (incluidos niños), han sido ejecutadas y otras han sido quemadas vivas. Este recrudecimiento de la violencia ha causado un sufrimiento indecible al pueblo haitiano», afirmó Philippe Branchat, coordinador humanitario de la ONU en el país,  según el medio France 24.

«Frustrados por la debilidad de las instituciones estatales, los residentes, armados con machetes, piedras y bidones de gasolina, procuran impedir brutalmente la entrada en sus barrios a los miembros de las bandas y a cualquier persona presuntamente afiliada a ellas», dice el reporte de la ONU.

Solo en el segundo trimestre de este año, los delitos aumentaron en un 14%, reporta la  Unidad de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Haití.

Organizaciones como Human Rights Watch, destacan que el país actualmente -bajo la administración del premier interino Ariel Henry- cuenta con una policía superada en número por las bandas delictivas.

Solo hay cerca de 10.000 policías, para los más de 11 millones de habitantes del territorio nacional y los agentes son uno de los principales blancos de la violencia de esos grupos.

Estas escenas son comunes en Haití, donde pandilleros, civiles y autoridades están involucrados en el caos.

La Iglesia en medio de la «tormenta»

Inmersa en todo esto, los creyentes a veces no saben cómo actuar, porque también han sido víctimas del «cobro de peaje» por los pandilleros y algunos cristianos han reaccionado con violencia en procura de defender sus valores, familias y templos.

Por ejemplo, la policía haitiana investiga la muerte de varias personas que se dieron cita en una iglesia local, para hacer frente a una de las pandillas que azota la capital.

El director de la Policía Nacional de Haití, Frantz Elbé, dijo estar tras la pista de aquellos que alentaron a cientos de feligreses a tomar machetes y palos el fin de semana, para librar a una comunidad de los ataques de pandilleros, pero terminaron siendo baleados por estos.

Elbé dijo que el líder del grupo religioso, identificado como Marcorel Zidor, participó en la protesta el sábado y estuvo acompañado por personas no identificadas, vestidas de verde olivo que portaban fusiles de asalto, mientras marchaban hacia la comunidad de Canaán.

El director de la policía señaló que los pandilleros comenzaron a disparar contra el grupo y que «múltiples» personas perdieron la vida y otro tanto fueron secuestradas.

La policía dijo en un comunicado, que intentó convencer al grupo religioso de que desistiera de su plan «para evitar una masacre por parte de criminales que disponen de un arsenal de guerra».

«La policía hizo todo para detenerlos», comentó en una conferencia de prensa, en la que dijo que lo ocurrido fue una «tragedia».

Por otra parte, en un video divulgado en redes sociales el pastor Eliacim Torres, de la Iglesia de Dios Valle de Bendición en Puerto Rico, hizo un llamado a orar por Haití.

«Sin duda está atravesando el peor momento de su historia. Son tristes las noticias de que varios de los barrios donde tenemos iglesias establecidas han sido ocupadas por los criminales de las bandas que se han apoderado del país», dijo el misionero.

De igual manera explica que la ciudad está acorralada y principalmente en Puerto Príncipe, donde más ha crecido la violencia, las personas no pueden circular, el mercado, las escuelas y las iglesias están cerradas.  Las bandas criminales se han dividido las ciudades por secciones.

Desde el pasado mes de abril, diversas organizaciones sociales de Haití denunciaron que casi todas las iglesias de ese país estaban cerradas, debido a la extorsión y el chantaje del que son víctimas por parte de las bandas criminales que les exigen pagos para permitir la celebración de los cultos religiosos.

El presidente de la Fundación Visión por Haití y por el Mundo (Vihamo), Maxo Joseph, denunció que las bandas criminales secuestran a los miembros de las iglesias en Puerto Príncipe para pedir rescates de $50,000.00 e inclusive $100,000.00, sumas tan altas, que no pueden pagar sus familias, por lo tanto, los matan o sencillamente no los liberan.

Muchos han optado por abandonar el país. (Foto: Ralph Tedy Erol, Reuters)

Situación socio-política y espiritual

Haití es el país más pobre de América Latina y tiene una de las tasas de desigualdad de ingresos más altas del mundo. En 2020,  el nivel de pobreza alcanzó casi el 60 %, según  International Fund for Agricultural Development (IFAD).

La historia de Haití ha estado marcada por la inestabilidad política y las grandes catástrofes naturales.

La situación se deterioró aun más en 2021, con el asesinato del presidente Jovenel Moïse. Tan solo unas semanas después, un violento terremoto de 7,2 grados de magnitud causó más de 2.200 muertos y daños por valor de $ 2,000 millones en el sur de Haití.

Sobre las prácticas religiosas debemos decir que una gran cantidad de personas que simpatizan con la religión oficial, también practican el vudú, una religión procedente de la cultura animista del pueblo africano de los yorubas.

Los conocedores de la vida haitiana destacan que el vudú ha sido el eje del control político y social en Haití. No hubo líder, dictador, o incipiente demócrata que no lo usara para gobernar.

El vudú es una mezcla de creencias con prácticas de talismanes, culto a las serpientes, sacrificios rituales y empleo del trance como medio de comunicación con sus deidades.

(Fuentes: France 24 / Reuters, EFE y AP)

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba