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Al Horford, dominicano campeón de la NBA: ‘¡La gloria a Dios!’

Fue pieza clave del triunfo de los Boston Celtics. Dio gracias a Dios en español al recibir el trofeo.

Evangélico Digital / Foto: Boston Celtics NBA /

Los Boston Celtics consiguieron el triunfo final en la NBA al derrotar a los Dallas Mavericks, por un marcador final de 4-1. El equipo verde conseguía así su título 18º , que lo convierte en la franquicia más laureada del campeonato de baloncesto estadounidense.

Entre los jugadores que tuvieron una gran importancia durante la temporada y en estas finales se encuentra el veterano Al Horford. 

Nacido en República Dominicana, ya con 38 años y una extensa carrera, llegó el momento en el que por fin pudo obtener el anillo de campeón.

Al ser entrevistado en la ceremonia de entrega del trofeo, Al Horford se mostró emocionado y proclamó, en castellano: “¡La gloria a Dios, la gloria a Dios!”. No en vano, Horford es cristiano, y uno de los jugadores que más claro habla sobre la importancia de la fe en Jesús en su vida diaria.

Así lo hizo en la rueda de prensa posterior, cuando reafirmó su agradecimiento a Dios. 

«Sé que lo he dicho antes pero quiero dar gloria al Señor por mí, por ponerme en esta posición. Han pasado muchos años. No creo que lo haya asimilado todavía», confesaba aún emocionado.

Horford, originario de Puerto Plata en República Dominicana, anotó nueve puntos y atrapó nueve rebotes el lunes. Con él en el campo, los Celtics obtuvieron un diferencial positivo de 20 puntos.

Al igual que hizo tras esta victoria, Horford suele dar la gloria a Dios tras los partidos.

En una entrevista de 2021 con NBA.com expresó “todo el propósito de mi vida es agradar a Dios, asegurarme de hacer Su voluntad y vivir mi vida con ese ejemplo. Basado en eso, así es como sigo mi vida y luego sé que el resto encajará, ya sea que yo sea un jugador de baloncesto, sea el mejor padre, el mejor esposo y simplemente trate de ayudar a todos los que pueda en el camino».

«Cada día, cuando oro, siempre estoy dando gracias y dándole la gloria por tantas cosas», expresó Horford en un podcast donde explicaba el fundamento de su vida.

Dice que cada día lee la Biblia y lo hace en castellano y que a pesar de estar viajando durante toda la temporada, busca congregarse siempre que le es posible.

El entrenador Mazzulla, con una camiseta dando gracias a Dios y el trofeo de campeones de la NBA./ Sports&Spectrum

Joe Mazzulla, entrenador que sigue “los valores de liderazgo” de Jesús

Gran parte del triunfo de Boston Celtics, un equipo que había completado una gran temporada regular y ha confirmado su superioridad en estos Play-Offs, tiene que ver con la buena dinámica de grupo conseguida por el equipo técnico.

Al frente se encuentra Joe Mazzulla, que cumplía su segundo año como entrenador principal esta temporada. Para celebrar la victoria, Mazzulla llevaba una camiseta con un lema: “Pero primero… déjame dar gracias a Dios”.

El entrenador también ha sido muy específico sobre su fe en Jesús durante estos años, tanto en entrevistas como en declaraciones tras los partidos. Siendo católico, se ha expresado de forma muy enfática sobre la importancia de la fe en su vida.

En 2022, explicó cómo se inspiraba en el liderazgo de Jesús para llevar a cabo su trabajo. «Está claro que si 2000 años después, todavía hay gente hablando de Él, es porque hizo algo bien», expresó.

Con una historia personal complicada, en la que en la juventud se encuentran algunos problemas de comportamiento por los que llegó a ser detenido, Mazzulla ha hablado sobre cómo reenfocó su vida tras un encuentro genuino con Cristo.

«Al crecer como persona, tienes que ser constante y refundar tu identidad. Yo no tenía una identidad clara en mi vida, hasta que encontré ese fundamento en la fe y en mi propósito», explicó en otra entrevista.

En los últimos años, Mazzulla dijo que ha dedicado mucho tiempo a estudiar conceptos como la gracia y la misericordia. El competitivo mundo del baloncesto en el que ha vivido la mayor parte de su vida hizo que le resultara difícil aceptar plenamente algo sin poder ganárselo o “merecerlo”.

«Realmente tenía que entender la gracia, y cuando tuve la capacidad de entender la gracia, entendí la necesidad de rendirme. A partir de ahí entendí el equilibrio entre el orgullo y la humildad, cómo balancear mi corazón con el impacto que produce mi relación con Cristo», añadió Mazzulla.

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