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A pesar de ser un país que trata el aborto como “un derecho de las mujeres” hace 40 años, más del setenta por ciento de los ginecólogos italianos se declaran contra esa práctica.
Desde 1978, la llamada Ley 194 permite a las mujeres abortar gratuitamente sin restricciones, siempre que esa decisión se tome en los primeros 90 días de embarazo. Sin embargo, muchas regiones dificultan este proceso por mostrarse favorables al movimiento pro-vida.
Los partidos conservadores Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y el Liga, que es considerado un partido de extrema derecha, han influenciado y apoyado a la población en ese sentido. Los críticos, sin embargo, los acusan de “retroceder los derechos de las mujeres”.
CRECE MOVIMIENTO PRO-VIDA
En 2005, los ginecólogos objetores representaban el 58,7% en toda Italia, según datos del Ministerio de Salud, en 2016 ya eran el 70,9%, aunque en regiones como Basilicata, en el sur, el porcentaje alcanza el 88,1%.
El mes pasado, por ejemplo, la ciudad de Verona se declaró pro-vida y prometió fondos públicos a proyectos contra el aborto financiados por la Iglesia Católica y por entidades privadas.
Los activistas feministas también tienen contra ellas las recientes declaraciones del Vaticano. El papa Francisco llegó a declarar que “el aborto es como contratar a un matador de alquiler”.
