OPINIÓN

Persecución inmisericorde y desigual a la Defensora de los Habitantes

Licda. Gloria Navas / Abogada/

En tiempos de crisis echamos una mirada al pasado.

Recuerdo muy bien que al periódico La Nación se le conocía como “la mentirosa.” Tal parece que no se le ha quitado la maña y engaña vilmente a la opinión pública haciendo alarde de sus tácticas tradicionales de lanzarse como un río contaminado con todo su equipo de algunos fieles escritores que se arrodillan para complacer sus innobles propósitos. Hoy es uno más de esos días.

Tienen días de dedicar páginas completas que valen una millonada a atacar a la Defensora con tácticas deleznables oyendo a una única parte que constituyen unos cuantos funcionarios desleales.

Aquí me paro en la brecha porque eso no es periodismo profesional sino buscar tergiversar la realidad para manipular a la opinión pública que ellos pretenden formar para servir a sus fines torcidos.

Ese periódico usa su poder, aunque cada vez más desteñido y cuestionable porque al menos La Nación que recibo todos los días en forma escrita está cada vez más flaquita y debilitada.

No creo que la audiencia digital le funcione muy bien. Lo cierto es que ese tipo de periodismo debilita la democracia. Solo escuchan en forma acomodada a una parte. De ejercerse el derecho de respuesta lanzan cuatro o cinco editoriales en contra o disimuladamente para “aclarar”.

Al presidente de la Corte Suprema de Justicia se lo hicieron no hace mucho tiempo.

Y cuando “arreglaron” su tema fiscal se quedaron bien mansitos.

El editorial de hoy en que cita a su propia columnista al afirmar que “comparte el hastío” que expresa la escritora, me causa el “hastío” a mí. Siento pena ajena, no solo por la terminología usada -y que no me vengan con un diccionario de definiciones del término-, sino por el irrespeto y la ignominia que quieren implantar.

Ese periódico desteñido en sus posiciones subjetivas e interesadas debería salir de circulación.

 Aquí le doy toda la razón a don Juan Diego Castro a quien valiente y certeramente les ganó un juicio hace varios años el que aún los tiene enchilados.

¿Quién es ese supuesto matutino oscuro para darle lecciones a doña Catalina? Y, ¿qué se creen? ¿Piensan acaso que son los ungidos y empoderados para definir el destino de una nación?

Mejor comenzaran a dar explicaciones sobre la forma en que manejan la información para beneficiar a este gobierno que se sale de toda razonabilidad y congruencia.

¿Es que se creen tan suficientes que pueden manipular hasta el Primer Poder de la República o a dictar cátedra en el derecho fundamental de garantía de una información veraz y objetiva?

La misión de la Nación no es solo destrozar a una dama profesional que lucha -intentan cometer en apariencia un femicidio psicológico- sino además, desestabilizar incluso a una entidad importante en el ejercicio y protección de los derechos ciudadanos.

No se les ocurre siquiera en hurgar intereses ocultos, sino que se manipula la información. Confidencial no quiere decir oculto. Necios son en acomodar términos. Ello equivale al ataque de mayor criminalidad ciudadana y de ofensa a la estabilidad democrática del país: la libertad de prensa a quien enferman con el libertinaje periodístico y el ejercicio ciudadano del derecho de información que es un derecho humano.

(Los comentarios y artículos de opinión son propios de las personas que los escriben y no necesariamiente representan el pensamiento de este medio).

 

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