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Obispos de Nicaragua cancelan el diálogo nacional hasta que gobierno deje de reprimir

Emiliano Chamorro Mendieta / La Prensa / Nicaragua /

Los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) anunciaron este jueves que no reanudarán el diálogo nacional, mientras el Gobierno continúe reprimiendo y asesinando al pueblo, que se manifiesta pacífica y libremente, según un comunicado de los religiosos.

Al menos once personas fallecieron este miércoles, Día de la Madre en Nicaragua, en sendos ataques perpetrados por turbas orteguistas y antimotines en marchas que se realizaban en Managua y Estelí, en apoyo a las mujeres que han perdido a sus hijos por la represión contra protestas que exigen la salida del poder del presidente designado, Daniel Ortega, y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.

La CEN, que funge como mediadora del diálogo nacional, vivió “con profundo dolor los acontecimientos violentos perpetrados la noche de ayer (miércoles) por grupos armados afines al gobierno contra la población civil. Condenamos enérgicamente todos estos hechos violentos”.

 Ana Quirós, la activista de la Red de Mujeres contra la Violencia,  fue golpeada brutalmente.
Ortega y Murillo “son criminales”

Azalea Solís, miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, la organización de la sociedad civil que dialoga con el gobierno de Ortega, para buscar una solución pacífica a la crisis de violencia que afecta a Nicaragua, condenó la brutal violencia gubernamental y expresó “definitivamente, no se puede dialogar en esas condiciones”.

“En las condiciones de represión de Daniel Ortega y Rosario Murillo, no se puede dialogar bajo ninguna circunstancia. Lo de este lunes fue una masacre, un patrón sangriento más elevado. Ortega abonó ayer con su masacre a una salida más inmediata de él. Quedó moralmente más incapacitado para gobernar”, afirmó la constitucionalista.

A juicio de Solís, Ortega es un peligro para Nicaragua, por lo que sostiene que está totalmente incapacitado para gobernar.

“Ortega es un peligro y él y la señora (Rosario Murillo), son criminales, absolutamente. Están dispuestos a ahogar en sangre cualquier protesta pacífica en Nicaragua. No tiene ética, ni moral para continuar gobernando”, reiteró Solís.

 

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