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Mueren dos pastores por COVID-19

Róger Murillo-periodicomaranata.com / Fuentes: Agencias /

El obispo Mario Salfate de 67 años, de la iglesia Metodista Pentecostal de Chile, falleció la tarde de este martes en el hospital de Los Andes, a causa del COVID-19. Salfate ingresó a este nosocomio el 23 de marzo, según un comunicado de este centro hospitalario.

Este obispo había presidido un culto el 16 de marzo, al cual asistieron cerca de 300 personas en la localidad de Paine, ubicada en las cercanías de Santiago. En la reunión también se contagiaron tres pastores evangélicos.

Obispo Mario Salfate de la iglesia Metodista Pentecostal de Chile.

El fallecimiento de este pastor, se da en medio de una fuerte polémica por los mensajes de algunos líderes pastorales, que han insistido en desafiar esta pandemia, continuando con las ceremonias religiosas.

Este fin de semana, Chile registró 80 muertos y 7.000 infectados.

“Dios es más grande que este temido virus”

El otro caso, fue el del pastor Gerald O. Glenn, de la iglesia Evangélica de New Deliverance, de Richmond, Virginia, Estados Unidos, quien afirmó que los cultos eran esenciales y que ellos estaban más allá de la pandemia del COVID-19.

Así fue como el 22 de marzo, llenó su templo a  pesar de la reglamentación estatal que recomendaba que las reuniones no podían pasar de 10 personas.

 Gerald O. Glenn de la iglesia Evangélica New Deliverance, de Virginia.

“Soy un pastor que hablo con Dios. Yo seguiré predicando a menos que esté en la cárcel, creo que Dios es más grande que este temido virus”, dijo este ministro en su última actividad.

Pero fue esta misma congregación la que comunicó el domingo pasado, que su pastor había muerto debido al nuevo coronavirus.

En la reunión del 22 de marzo, orgulloso de su convocatoria  -pese a los protocolos de aislamiento vigentes- le había pedido a sus fieles que se pusieran de pie para demostrar cuánta gente había acudido a escuchar su mensaje.

Allí pronunció  palabras sobre la grandeza de Dios, en comparación con el virus que produce el COVID-19 y  señaló, que en su iglesia había “gente sana”. Pero él murió una semana después y su esposa Marcietia Glenn, también se encuentra enferma con el COVID-19.

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