Róger Murillo / periodicomaranata.com
“Me siento muy agradecido con Dios por esta oportunidad que me ha dado”, así comenzó su pequeño discurso el costarricense Keylor Navas al recibir este jueves en Mónaco el premio al mejor guardameta de la temporada 2017-2018 de la UEFA Champions League.
“Me siento muy orgulloso de ser costarricense y de poder jugar la Champions League y dejar el nombre de Costa Rica y del Real Madrid lo más alto posible, para mi, más que orgullo es un privilegio formar parte de este grupo tan selecto”, agregó Navas en su alocución, antes de que se efectuara el sorteo de la próxima edición.
Keylor le ganó la competencia a porteros de alto nivel como Gianluigi Buffon y Alisson Becker.
Este reconocimiento es el de mayor prestigio a nivel individual que recibe Keylor, sumando 11 títulos grupales como jugador del Real Madrid.
Navas obtiene este premio en un momento clave, en virtud de la competencia que tiene con el mejor portero de Rusia 2018 el belga Thibaut Courtois, además de la presión de un porcentaje de la prensa deportiva española, que desde hace mucho tiempo insiste en quitar a Navas del Real Madrid.
El portero de la selección nacional de Costa Rica es el primero del área de la Concacaf en recibir este premio y es el segundo de América, en virtud de que ya se le había entregado al brasileño Julio César cuando jugaba con el Inter de Milán.
Sin duda alguna una de las características que siempre llaman la atención de Navas, es que en cada entrevista que le han hecho no ha tenido reparos en reconocer su dependencia de Dios y su fe en él, algo que tampoco niega en el camerino ya que sus compañeros del Real Madrid reconocen que Keylor siempre les anima con fe en cada una de sus palabras.
El guardameta costarricense llevó a España su tradicional costumbre de arrodillarse y levantar las manos al cielo antes de cada partido, algo que ya algunos porteros costarricenses están haciendo también.
