OPINIÓN

Guía para una visión de conquista en medio de esta pandemia

Apóstol Rony Chaves /

Esta impresionante crisis en la salud pública, acompañada del gran sacudimiento económico y social, causado por la  expansión mundial del COVID 19, deja al planeta y a sus familias, listo para la  «Cosecha de almas» más grande de la historia. Esto, si la Iglesia actúa de manera inteligente y no egoísta, para aprovechar las oportunidades de evangelizar y de servir,  que se nos presentarán por doquier.

Tome nota de los siguientes aspectos

Siete serán las cosas en las cuales la Iglesia en las naciones, debe estar preparada para trabajar de inmediato.

Su éxito dependerá de cuánto lo entienda y  se active, para fluir y operar dirigida por el Espíritu Santo y así lograr la tarea asignada de la gran comisión.

1- Una rápida, práctica y específica batalla espiritual cibernética territorial (Intercesión Tecnológica)

Las congregaciones de cada país deben activar a sus intercesores para orar de manera » virtual «,  usando la tecnología,  fotografías e imágenes satelitales de lugares y personas claves, para imponer sus manos decretando la protección, sanidad y bendición de Dios sobre ciudades y familias.

2- Un ungimiento profético territorial Inmediato

Una vez que nuestros gobiernos suavicen las restricciones vehiculares en cada país y región, la Iglesia debe con pasión y fe, reconsagrar o rededicar los territorios a Jesús, ungiéndolos con aceite y ejecutando en puntos claves, los actos proféticos que indique el Espíritu Santo . Esta tarea debe ser coordinada por ministros reconocidos en ese campo, en cada ciudad o región.

Los intercesores maduros sabemos que esto es necesario y urgente hacer en estos momentos, para reprender las fuerzas espirituales de maldad que se mueven en crisis como estas, destruyendo vidas y economías y que no podrán ser expulsadas de nuestros países con solo medidas sanitarias preventivas.

3-Una poderosa y extensa obra social entre las familias afectadas por la recesión y el desempleo 

Esta tarea de ayuda humanitaria debe hacerse de inmediato, primeramente entre el pueblo de Dios y luego con las familias no cristianas de cada comunidad.

Debemos tratar de ayudar a todos mientras podamos hacerlo. Desde luego, hablo de la ayuda relacionada con alimentos de primera necesidad, que puedan ser donados en forma ordenada y bajo previo estudio, para proveer de una alimentación básica, a los que más necesitan.

Hacer esto, con amor y desinterés, puede ser la llave que Dios use para que muchas familias de nuestras comunidades se acerquen a la salvación que les ofrece Jesucristo en forma gratuita.

Debemos motivar de manera urgente, a que los miembros y empresarios de las iglesias, ayuden económicamente para adquirir los alimentos no perecederos que se puedan compartir  con los más afectados. 

Organizar un buen equipo de ayuda social en cada congregación, será muy importante en estos momentos.

4- Una conversión inmediata de los templos y altares en centros de producción de video, audio y programas en vivo a través de canales como YouTube o Facebook live

Como predicador que ha estado ya por 40 años en la televisión secular (Canal 7 y 11 ) y en la televisión cristiana (Canal 23 y Enlace), debo recomendar que los pastores se asesoren de inmediato sobre cómo pueden usar eficazmente no solo las cámaras para televisión, sino sobre todo los celulares inteligentes.

Con suma facilidad pueden aprender a hacer programas o reuniones “on line” de gran edificación para la gente que los escuche y usar el Facebook live, para predicar o enseñar el evangelio a los perdidos.

La mentalidad debe ser cambiada, para entender bien que cada congregación debe convertirse en un potente centro de producción televisiva y de programación virtual.

Debemos evolucionar, hacia el uso de la tecnología eficazmente en el ministerio .

5- Una pronta programación de muchas reuniones o cultos y seminarios de enseñanza bíblica sobre fe y milagros, para grupos pequeños (20,30 ó 50 personas) por el resto del año 2020

Posiblemente las medidas restrictivas para reuniones masivas en iglesias, se vayan suavizando cada semana y por algún tiempo solo se permitirán compartir con grupos pequeños de personas (20,30 ó 50).

Lo sabio será organizar a nuestros líderes, para que nos ayuden a realizar diferentes reuniones bíblicas cada día. Eso captará a mucha gente diariamente, pero guardando bien las medidas de salud pública que se nos está demandando. 

6- Debe hacerse pronto una agenda con múltiples actividades evangelísticas a la semana, presenciales y también virtuales

La gente está lista para recibir el evangelio de la cruz y para entregarle sus vidas a Jesús, por tanto, debemos programar, tanto virtual como presencialmente, las reuniones que nos sean permitidas y predicadas, dándole un énfasis a temas evangelísticos. Esta será la hora del levantamiento de muchos evangelistas en América Latina.

7- Debemos tener una responsable preparación del liderazgo para orar por los enfermos y  los necesitados

También requerimos preparanos en nuestras oficinas o templos, para orar por las diversas peticiones y necesidades de la gente. Esto será una constante en las próximas semanas. Debemos formar desde hoy mismo, a muchos intercesores y consejeros para atender tal demanda que se vendrá pronto, sea por vía telefónica, por WhatsApp, e-mail o de manera personal.

Creo con toda seguridad, que las congregaciones que tomen en cuenta estos siete puntos mencionados, verán un gran incremento en su efectividad ministerial, eclesiástica y económica.

¡Amén y Amén!

(Los comentarios y opiniones, son propios de las personas que los escriben y no necesariamente corresponden al pensamiento de este medio).

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