OPINIÓN

Aunque me critiquen no callaré /

Gloria Navas / Abogada /

Hice un llamado de unidad nacional para que se oiga la voz de los que no contamos con una organización con poder de hacer la diferencia en sentido positivo, para edificar no para destruir. Me ha llovido una catarata de críticas al denunciar lo que comienza a florecer como verdad: el país se pierde, se ahoga en corrupción. El discurso ofrecido con conocimiento de causa se distorsiona y la gente sigue atada. Proclamo información transparente a la ciudadanía, respuestas claras de los gobernantes y soluciones a la necesidad nacional. Empero, se cumplen las palabras eternas: Nadie es profeta en su propia tierra.

En todo esto manifiesto, no callaré porque no traicionaré el clamor de limpieza en la administración pública. Critiqué públicamente, no escondida bajo un telón de mentiras, sobre el caos nacional y la pudrición que existe en los poderes de la República. Desde la Plaza de la Democracia puse mis ojos en las edificaciones del poder de los que traicionan el suelo nacional con las conductas ilegítimas y muy pero muy ofensivas para la población.

Apoyo el movimiento sindical en el tanto en que constituye una conquista histórica y real de los trabajadores. Empero, no se vale confundir al rebaño ni tampoco irrespetar el ordenamiento jurídico constitucional que hace una excepción en torno a los servicios públicos esenciales. El derecho a reunirse, a reclamar, a moverse en defensa de los derechos es perfectamente válido. Lo que no es correcto es mortificar a otra población que necesita de atención médica y que no cuenta con medios para acudir a clínicas privadas. El sistema jurídico costarricense es amplio en la protección laboral tanto individual como colectiva.

El sistema democrático cuenta con mecanismos que deben ser usados en general, aunque se distorsiona cuando la función pública se sumerge en un Estado inundado no de principios sino de corrupción. De ahí el llamado principal formulado a enderezar nuestros pasos. No debemos contribuir a ese mal que nos destruye como país.

Ya salió algo que denuncié como hechos que constituyen una ADMINISTRACION EN FRAUDE. En primera plana se nos informa hoy que la FISCALIA INDAGA A SEIS MAGISTRADOS Y SEIS EXMAGISTRADOS que se subieron en apariencia, ilegalmente sus sueldos hasta alcanzar aumentos entre un 26% a un 96% en dos años. La Ley de Enriquecimiento Ilícito ha estado medio engavetada en el tanto que los intocables no son tocables. Pero ese muro de protección comienza a resquebrajarse. Me duele en el alma el cuestionamiento a personas muy queridas para mí. Y sé que les corresponde el ejercicio del debido proceso y que no son culpables hasta que un tribunal diga lo contrario. Sin embargo, lo esencial lo es que se empieza a” huequear” no solo el presupuesto nacional excesivo en gastos lo que nos tiene en la ruina, sino el iceberg de lo que es indebido, de lo que es corrupto y de lo que atenta contra la moralidad nacional.

Aunque llore, aunque me duela, aunque sienta que muchas expresiones son injustas incluyendo calificativos indeseables en cuanto al ejercicio profesional como ex funcionaria del Ministerio Público, como ex directora de la Defensa Pública y como abogada litigante, NO CALLARE, antes muerta.

Soy temerosa de Dios, soy abuela, sigo pelando en los tribunales y no cejaré hasta el día del supremo llamamiento. El país debe sobrevivir y los gobernantes RENDIRAN CUENTAS BIEN CLARAS.

UNIDOS SOMOS MÁS….NUESTRO MOVIMIENTO ES APOLITICO, NADA DE COALICIONES Y NI MAS MENTIRAS. CRITIQUE PERO EDIFIQUE, NO DESTRUYA.

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