Fuentes: beliefnet.com / Joe Irizarry / Noticiascristianas.com/ CBN News /
Este adorador de Satanás siempre pensó que solo el diablo podía quererlo y ayudarlo. Así que le servía y adoraba con devoción.
John Ramírez, un aparente chico normal del Bronx, Nueva York, pensaba que Satanás era su padre y lo amaba porque él hacía todo lo que le pedía. Él se convirtió a las fuerzas de las tinieblas a partir de los 9 años.
Después de servir como sumo sacerdote de “santería” y dedicar su vida a los demonios, John Ramírez llegó a comprender el mundo espiritual de una manera completa luego de entregar su vida a Jesucristo y convertirse en un pastor.
En sus antiguas prácticas religiosas, Ramírez era conocido como “hijo de Lucifer”. Hoy, como hijo de Dios, su principal objetivo es animar a los cristianos a tener una vida de oración activa.
“Es importante que los cristianos conozcan que no hay solo una guerra espiritual de defensa, sino más bien una ofensiva espiritual. Necesitamos mantener al diablo en su lugar”, dijo a CBN News.
Ramírez revela que era más efectivo en el satanismo cuando los cristianos no tenían una vida de oración.
“Yo conseguía sacar provecho y tomar una posesión en el reino espiritual contra los cristianos que no estaban orando. Tomaba el territorio y entonces poseía a sus vecinos, poseía su barrio y poseía su región, porque ellos no los rodeaban con oraciones. De esa forma yo vencía “, explicó en la entrevista.
Él también contó las dificultades que enfrentaba cuando los cristianos oraban para que sus planes malignos fueran paralizados.
“Hubo creyentes, intercesores, que me dieron una gran derrota en el mundo espiritual”, comentó Ramírez.
Y agregó, “cuando entraba en un barrio a hacer mis maldades diabólicas y ellos estaban orando juntos en el espíritu, yo sentía como que lo hacían tan unidos como cuando la gente ora de la mano y entonces ocurría un fenómeno, ellos terminaban sacándome del barrio a mí, yo no podía accionar, tenía que abortar la misión, ellos contaban con un poder que yo no tenía”.
Actualmente Ramírez es pastor y alienta a los cristianos a orar por la nación, las escuelas y los barrios.
“Si sabemos lo que está sucediendo en nuestra vecindad, entonces debemos entender que hay que llevar esto hasta el altar de Dios, necesitamos interceder por nuestras comunidades, regiones, familia, seres queridos, cónyuges y nuestros lugares de trabajo”, enfatizó
Después de vivir en el engaño durante la mayor parte de su vida, Ramírez dice que no cambiaría nada por la verdad que encontró en Cristo.
“Durante veinticinco años, conseguí hacer daño a muchas personas, en cualquier lugar. Ahora yo considero todo como pérdido, comparado con la grandeza del conocimiento de Cristo. Él es el aire que respiro, se que camina conmigo, puedo oír el sonido de su voz en mi oído”, testifica.
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